Basílica

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El término basílica proviene del latín basílica que a su vez deriva del griego βασιλική (fonéticamente, basiliké) que significa regia o real (fem.), y viene a ser una elipsis de la expresión completa βασιλική οἰκία (basiliké oikía) que quiere decir «casa real». Una basílica es, pues, un suntuoso edificio público que en Grecia y Roma solía destinarse a tribunal y que en las ciudades romanas ocupaba un lugar preferente en el Foro.
Más adelante los cristianos aprovecharon la forma basilical y, en muchos casos los propios edificios romanos, para utilizarlos como templo y en este sentido se utiliza hoy la denominación, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como religioso.

La basílica romana

La basílica romana tuvo múltiples usos dedicándose a mercado lugar de transacciones financieras, culto o, más ordinariamente, a la administración de justicia; también se utilizaba como lugar de reunión de los ciudadanos para tratar asuntos comunes. En cuanto a su concepción arquitectónica, se trataba de una gran sala rectangular compuesta por una o más naves (siempre en número impar), en este segundo caso, la central era más ancha y alta y estaba soportada por columnas. La diferencia de alturas se aprovechaba para abrir huecos de iluminación en la parte alta de los muros. En uno de los extremos de la nave principal existía una exedra o ábside, donde se instalaba la presidencia, mientras que la entrada se efectuaba por el extremo opuesto a través de un pórtico. En ocasiones, la puerta de acceso también podía situarse en el centro de uno de los lados mayores.

Las basílicas del Foro Romano

La basílica cristiana

 
Plano de la Iglesia de San Martín de Tours (Frómista), con una típica planta basilical

Tras el edicto de Milán de 313 promulgado por Constantino el Grande (313–337) el Imperio Romano acepta oficialmente la religión cristiana. A partir de entonces los cristianos utilizan la tipología arquitectónica basilical para la construcción de los nuevos templos. Se entiende por basílica cristiana propiamente dicha en sentido arquitectónico toda planta rectangular con uno o más ábsides en el testero y con naves a lo largo determinadas por columnas (o pilastras), sobre las cuales se apoyan sus correspondientes arcos o arquitrabes de tipo romano. Las referidas naves (tres por lo común) terminan en el ábside. En el ábside se coloca el altar y en torno a él se disponen los oficiantes. Delante, en el presbiterio, se sitúan los presbíteros, mientras que los fieles ocupan el resto de la nave o naves. En las iglesias de planta basilical no existe transepto y, por tanto, tampoco crucero. Aunque inicialmente los templos cristianos seguían las pautas constructivas de las basílicas, pronto dieron paso a otras formas, como la planta de cruz latina o la de cruz griega, que se generalizaron sin que por ello desapareciera la forma basilical.

La cubierta de las naves suele consistir en una armadura de madera artísticamente decorada y visible desde el interior o bien oculta por un artesonado: a veces, tienen bóveda en naves laterales y siempre el ábside remata en bóveda de cuarto de esfera. La iluminación de las basílicas se obtiene por ventanas abiertas en la parte superior de la nave central más elevada que las laterales y por otras ventanas que se sitúan en el ábside y en el frontis del edificio. Todas ellas solían cerrarse con láminas de mármol perforado o calado para dar entrada a la luz e impedir la acción de elementos destructores. Pero también se usaban láminas transparentes de alabastro sin perforar e incluso vidrieras de color en basílicas suntuosas según se infiere de algunos textos de San Juan Crisóstomo y de Prudencio. La decoración interior se logra por las mismas líneas arquitectónicas del edificio con sus clásicas molduras y por diferentes adornos de pintas y mosaicos, sobre todo, en el muro superior del arco triunfal y en los ábsides siempre magníficamente decorados. Con frecuncia, se disponían orientadas las basílicas según el eje principal de la nave de modo que el ábside cayera hacia Occidente. Pero desde el siglo VI dando ejemplo las iglesias bizantinas, se orientaron en opuesto sentido ya que el sacerdote (que al ofrecer el sacrificio miraba a Oriente) no celebraba ya de cara al pueblo como antes.

Además de las iglesias de tipo basilical, había en esta primera época de la paz constantiniana otras menores de planta simplemente rectangular o cuadrada e incluso redonda, que servían de oratorios o capillas sepulcrales o memorias de los mártires (cellae memoriae) y no faltaban otras de forma poligonal o circular destinadas a baptisterios. Todas ellas e incluso casi todas las grandes basílicas se construyeron desde sus fundamentos y sólo algunas en escaso número habían sido antes edificios públicos o templos de los paganos que se habilitaron para el verdadero culto.

La distribución interior de las basílicas en los primeros siglos de la paz, siguiendo el modelo de las constantinianas, es como sigue:

  1. el atrio, con su entrada, su peristilo y su fuente o cántharus en medio, precedido a veces de un pórtico o vestíbulo exterior
  2. el nárthex o vestíbulo interior
  3. justo después, las tres puertas correspondientes a las tres naves
  4. las tres naves, separadas por columnas y, a veces, por verjas y cortinajes
  5. el coro de los cantores
  6. el bema o ábside o presbiterio elevado con dos o tres gradas con su arco de triunfo sobre la entrada y su único altar en medio cubierto con un templete o baldaquino y situado sobre la cripta o sepultura de un mártir (confessio). Además, tiene el ábside su cátedra episcopal
  7. los ábsides laterales o nichos para servir de sacristías o secretarium, donde se colocaban las vestiduras y diferentes objetos sagradas en el de la derecha, llamada diaconium y las ofrendas de los fieles en el de la izquierda que por esto se denominaba zophylacium. No siempre existían los ábsides secundarios ni se destinaban en todo caso a servir de sacristía. Pero en algunas iglesias se colocaban a los lados del presbiterio dos altares menores para la preparación y terminación del sacrificio (próthesis y apódosis, respectivamente)

En la entrada del presbiterio, como para aislarlo del resto de la iglesia, se elevaban unas columnas que sostenían un arquitrabe de mármol o de madera para fijar sobre él exvotos y lámparas. A este conjunto arquitectónico se le llama pérgula y corresponde al iconostasio de las iglesias orientales el cual es un cuerpo más cerrado y completo y se halla decorado con multitud de imágenes devotas. Sobre una parte de las naves laterales había en algunas basílicas un piso con tribunas que daban vista a la central y que se reservaban, generalmente, a las vírgenes y viudas. Este sitio se llamaba gynnaeceum. La planta baja de la nave izquierda (o sea, del Evangelio) se destinaba a las mujeres y se denominaba matronikion. A la derecha, para los hombres, se llamaba andron y cada grupo entraba en la basílica por su puerta correspondiente. La de en medio, que se llamaba argéntea y speciosa, servía de entrada a los clérigos. En la parte derecha y con separación de verja o pretil, se situaban los hombres de distinción y a la izquierda las matronas. De aquí los nombres de senatorium y matronaeum que, respectivamente, se les daba. A los lados del coro se situaban anchos púlpitos o ambones para la lectura del Evangelio y la Epístola.

La colocación de los fieles era la siguiente:

  • en el atrium o, en su defecto, en el nárthex pero a distancia de la puerta interior de entrada se colocaban los penitentes del primer grado (flentes)
  • en el nárthex o pronaos, junto a la puerta interior, los penitentes del segundo grado (audientes) y los catecúmenos del primero (que también se llamaban audientes)
  • dentro ya de las naves y cerca de las puertas, los penitentes del tercero y cuarto grados (prostrati y consistentes) con los catecúmenos prostrati y competentes
  • más adelante estaban los fieles comunicantes o que participaban de los divinos misterios.

Este género de arquitectura basilical siguió imperando en Roma y sus cercanías con bastante firmeza y exclusivismo hasta la época moderna (salvo raras excepciones) pero en las demás regiones del mundo católico evolucionó mucho después transformándose en diferentes géneros y estilos.

La basílica litúrgica

Con independencia de su trazado arquitectónico, una iglesia puede titularse «Basílica» por prerrogativa del Papa. Así, en sentido litúrgico, son basílicas todas aquellas iglesias que, por su importancia, por sus circunstancias históricas, o por aspectos de cierto relieve, obtengan ese privilegio papal. Se distinguen las basílicas mayores y las basílicas menores.

Ver: Anexo:Basílicas católicas

Basílicas mayores

En principio se llamaron así a siete de las basílicas con que contaba Roma. Eran éstas:

Actualmente sólo las cuatro primeras siguen siendo hoy llamadas basílicas mayores. Se caracterizan, entre otras cosas, porque en su altar («altar papal») sólo puede oficiar el papa. Estas cuatro basílicas mayores, y la basílica menor de San Lorenzo Extramuros (que representa al Patriarca de Jerusalén, y que carece de una puerta santa) son denominadas en conjunto basílicas patriarcales (Pentarquía).

Basílicas menores

En 2006 había oficialmente 1.506 basílicas en todo el mundo. Algunos ejemplos son:

Basílica menor Localidad
Basílica de San Juan de Dios Granada   España
Basílica de Nuestra Señora de las Angustias Granada   España
Basílica de San Lorenzo Santa Cruz de la Sierra   Bolivia
Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia Salvaleón de Higüey   República Dominicana
Basílica del Voto Nacional Quito   Ecuador
Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe Ciudad de México   México
Basílica de Nuestra Señora de la Salud Michoacán   México
Basílica-Catedral Metropolitana de Nuestra Madre Santísima de la Luz Guanajuato   México
Basílica de Guadalupe, Monterrey Monterrey   México
Basílica de Nuestra Señora del Pilar Zaragoza   España
Basílica de Nuestra Señora de la Caridad Coronada Sanlúcar de Barrameda   España
Basílica de Nuestra Señora del Carmen Coronada Jerez de la Frontera   España
Basílica de Nuestra Señora de la Merced Coronada Jerez de la Frontera   España
Basílica de Santa María de la Asunción Arcos de la Frontera   España
Basílica de Montserrat Barcelona   España
Basílica Nuestra Señora de la Monserrate Hormigueros   Puerto Rico
Basílica de Santa Eulalia Mérida   España
Basílica de Guadalupe Cáceres   España
Basílica de Santa María Alicante   España
Basílica de Santa María Elche   España
Basílica de Nuestra Señora de Atocha Madrid   España
Basílica de La Macarena Sevilla   España
Basílica del Gran Poder Sevilla   España
Basílica de Santa María la Real de Covadonga Covadonga   España
Basílica de La Encina Ponferrada   España
Basílica de Santa María de Portugalete Portugalete   España
Basílica de Nuestra Señora de Begoña Bilbao   España
Basílica del Apóstol Santiago Bilbao   España
Basílica de Los Ángeles Cartago   Costa Rica
Basílica San Juan Bosco Panamá   Panamá
Basílica Cristo Nazareno Atalaya   Panamá
Basílica del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza Málaga   España
Basílica de San Vicente Ávila   España
Basílica y Real Santuario de Santa María de la Victoria Málaga   España
Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa Valladolid   España
Basílica de la Purísima Yecla   España
Catedral de Manizales Manizales   Colombia
Santuario de Las Lajas Ipiales   Colombia
Basílica Catedral de Nuestra Señora del Rosario Rosario   Argentina
Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Templo de Santo Domingo Guatemala Plantilla:GUA
Basílica del Cristo Negro de Esquipulas, Basilica de Esquipulas Guatemala Plantilla:GUA
Basílica Menor Santa Capilla Caracas   Venezuela
Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá Maracaibo   Venezuela
Basílica de Nuestra Señora de la Consolación San Cristóbal   Venezuela
Basílica de Santa Lucía Mérida   Venezuela
Basílica de Nuestra Señora del Socorro Valencia (Venezuela)   Venezuela
Basílica del Espíritu Santo San Cristóbal   Venezuela
Basílica de Santa Ana Coro   Venezuela
Basílica Menor de la Inmaculada Concepción de Mérida Mérida   Venezuela
Basílica Menor de Nuestra Señora de El Valle Margarita   Venezuela
Basílica de Santa Teresa (Caracas) Caracas   Venezuela

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