Casa Eysselinck
En 1930 Gaston Eysselinck decidió construir su propia casa. Compró un terreno en la esquina del 'Barrio de los millonarios', el nombre popular de una zona en expansión donde se realizó la exposición internacional de 1913. La ubicación desfavorable del solar con orientación norte, dos fachadas laterales ciegas y la ausencia de jardín hacían que nadie estuviera interesado en la parcela y Eysselinck pudo adquirirla a un precio muy bajo.
La funcionalidad era la cosa más importante para Eysselinck; para cada función un lugar y un lugar para cada función. La escalera exterior se situó hacer enfatizar la estricta división entre su oficina situada en la planta baja y la planta superior destinada a la vivienda, una división entre trabajo y hogar.
Varios aspectos del interior demuestran su intención de producir "une machine à habiter". En 1932 diseñó todo el mobiliario de la casa. Se trata de muebles de acero tubular, de los que las sillas apilables y las grandes reclinables son los más interesantes. Con ello aspiraba a fabricar los muebles en una fecha posterior, con el nombre de FRATSTA (Fabriek voor RATioneelse STAalmeubelen - Fábrica de Muebles de Acero Racional), una empresa que, de hecho, no tuvo éxito.
Eysselinck fue el único arquitecto belga del período de entre-guerras en producir una 'colección' de muebles tubulares.
Durante los años treinta la casa Eysselinck solo fue publicada una sola vez en una publicación internacional, el libro de Alberto Sartoris GliI Elementi dell' Architettura Funzionale (Milán, 1935). Si la casa se juzga únicamente a partir de una fotografía del exterior, es fácil entender como los historiadores de la arquitectura europea pudieron pasar por alto las cualidades espaciales de esta solución en esquina dentro de una manzana de ciudad tradicional.
Planos
Planta baja
Planta primera
Planta segunda
Otras imágenes
Situación
Referencias
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