Villa Caccia
La Villa Caccia de Mario Botta, construida entre los años 1970 y 1971 en Cadenazzo se puede tomar como punto de partida para la exploración ininterrumpida del tema de la vivienda unifamiliar, que Botta pasó a realizar en los inicios de los años 70 en Lugano.
Mario Botta considera a Kahn y Le Corbusier, como sus principales referentes intelectuales, tomando del primero el arte de utilizar la luz natural y del segundo la noción y el concepto de forma primaria; de aquí que las primeras viviendas unifamiliares construidas en Lugano, tienen la misma concepción. Paredes maestras de hormigón armado recubiertas de ladrillo o terracota, la desaparición de las ventanas por grandes aperturas, que permiten una especial influencia de la luz en los interiores. Es de destacar el uso de volúmenes unitarios que permiten una presencia y una gran rotundidad en el paisaje.
La casa Caccia se nos presenta con una fuerte imagen y claro concepto kahniano, tanto por su rotundidad en la imagen formal como en el uso de los huecos para introducir la luz. Ésta se percibe en el interior de una manera indirecta, mediada por los pórticos en doble altura, y por las grandes aberturas circulares que enmarcan el paisaje. Éstas a su vez, permiten enmarcar las perspectivas definidas por la propia arquitectura en esta parte del edificio. Botta hace uso de un sistema de construcción basado en la estructura portante de hormigón, bloques de cemento sin revestimiento. De esta manera manifiesta la intención expresa de renunciar a cualquier tipo de disimulo, volviendo a descubrir el carácter esencial de los materiales tradicionales.
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