Basílica Hispanoamericana Nuestra Señora de la Merced

La Basílica Hispanoamericana Nuestra Señora de la Merced es un proyecto ganador de un concurso en 1949, presentado por los arquitectos Luis Laorga Gutiérrez y F. Javier Sáenz Oiza, con motivo de culminar una nueva avenída perpendicular al paseo de la castellana en el barrio de Tetuán, Madrid. El proyecto presenta una intención de actualizar el lenguaje arquitectonico tradicional español (y el heredado en latinoamérica) con el moderno. La basílica planteada íntegramente en estructura ligera de hormigón armado y con la escasa decoración ubicada en lugares clave, comenzó a plantear debates en la epoca entre las opiniones populares y el canon moderno.

Ficha técnica

  • Arquitectos: Luís Laorga Gutiérrez y F. Javier Sáenz Óiza


Texto

Localización, origen, fundamentos y periodo de ejecución.

La iglesia se encuentra en la actual calle Edgar Neville 23, en el barrio de Tetuán, Madrid. El proyecto se presentó a concurso en el 1949, de manos de Luís Laorga Gutiérrez y F. Javier Sáenz Oiza obteniendo el primer premio. El proceso de ejecución del proyecto fue largo y tortuoso, comenzó en 1954 y se demoró hasta 1965 teniéndose que cambiar la idea original en diversos aspectos debido a problemas de financiación. Cabe resaltar la meritoria elección del proyecto ya que se presentaron otros de autoría relevante dentro del ámbito nacional como la de Miguel Fisac, que apostaron por propuestas mas tradicionales.

Los fundamentos del proyecto por los que le valió la victoria en el concurso, están definidos por los propios arquitectos en tres: Actualizar el lenguaje arquitectónico español con el lenguaje moderno, conservar y revitalizar también la esencia tradicional de la arquitectura sacra española y el objetivo propio del concurso que era dar una culminación notable a la nueva zona de ensanche que se estructuraría mediante una prolongación del paseo de la Castellana.

Descripción del volumen.

La iglesia, basilical y de planta de cruz latina, consta de una nave principal mas dos adyacentes secundarias, transepto, presbiterio, crucería y bajo la nave principal, una cripta, además de un convento anexo en el ala oeste del edificio.

En sentido compositivo el volumen presenta las proporciones y esquema tradicionales de iglesia: Eje principal que conecta el atrio principal con el altar principal en el área del presbiterio, siendo cruzado perpendicularmente por un eje secundario a la altura del crucero. El volumen tiene unas dimensiones de 66 metros de longitud, 35 metros de ancho y una cota de 42,5 metros desde la base del atrio principal hasta la cubierta, ajustándose a la premisa de concurso ofreciendo un elemento visible y de relevancia. El atrio principal se define por un gran ventanal coronado con un arco con estructura de retablos, enmarcados por dos torres que en la actualidad son los elementos de mayor cota de la iglesia, dado que la cúpula que se planteó en la idea original de proyecto fue eliminada. Los atrios secundarios no presentan ningún ornamento. La cubierta es la propia estructura abovedada que se cubre con un soporte de chapa y sobre él la capa impermeable de tela asfáltica. En cuanto al ala oeste, esta abrazada por un volumen menor destinado a ser convento que originalmente tendría el esquema tradicional de patio central pero que en la actualidad está completamente cubierto.

El impacto en las inmediaciones en la actualidad sigue siendo notorio, pero no resulta ser el volumen más pronunciado. Los edificios de viviendas colindantes tienen entre 6-9 alturas, además de que a 200 metros al este, se ubica un distrito financiero con grandes edificaciones de mucha mayor cota.

Programa actual.

Debido a la ubicación sigue siendo una iglesia concurrida que mantiene su programa de culto religioso original, al menos en el volumen principal.

Sistema constructivo.

En cuanto al sistema constructivo, el volumen se constituye de una estructura ligera de hormigón armado culminado con una estructura de acero para la cubierta.

El sistema estructural principal se compone de grandes muros de carga en los atrios secundarios que transmiten las cargas al terreno de manera puntual a través de las pilastras de las entradas, permitiendo grandes luces en los muros adyacentes que se cierran con grandes vidrieras de patrones geométricos simples. El atrio principal es distinto, este se compone de una estructura de arco con retablos de hormigón armado (que en el proyecto original iban a ser decorados con figuras de imágenes religiosas) y dos grandes pilares de sistema porticado que funcionan como contrafuertes del arco, además de alojar los núcleos de escalera que llevarían tanto a la cripta como a la planta de coro.

Por otro lado, la bóveda que remata la terminación de los muros, finalmente se hizo con una estructura ligera de acero visto, con sus cerchas dispuestas en cuadricula excepto en el cruce de bóvedas, simulando un encasetonado tradicional.

En cuanto a los remates de fachada se realizaron con un revestimiento de ladrillo blanco rugoso con aparejo a soga y un zócalo de calcarenita tipo lumaquela, con una decoración leve de patrones lineales y puntuales en los atrios secundarios.

En el caso del interior, siguiendo los esquemas modernos al igual que en el exterior, la decoración es escasa, el material estructural queda visto ofreciendo los cambios de textura que los encofrados o elementos puntuales presentan desde su ejecución, a excepción del suelo que es revestido con un granito oscuro pulido. El ornamento queda relegado al singular diseño de las barandillas de cobre de la planta de coro, las esculturas de acero y cobre que presiden el altar y el vidrio tintado de alguna de las ventanas de tonos ocre y verde.

Contexto urbano.

Actualmente la iglesia se encuentra en un interfaz entre ámbitos radicalmente distintos, muy dispares a los que se tuvieron en cuenta para realizar el proyecto. El sitio se sitúa entre un área comercial llamada Azca al este y toda la zona residencial de Tetuán al oeste. Desde la castellana ya no es visible debido al área comercial mencionada y ha perdido su intención iconográfica inicial, aunque si tiene una presencia relevante dentro del ámbito y prosigue de manera regular con su programa, por lo que el edificio se mantiene de momento en buen estado. Frente al acceso principal hay una plaza llamada “jardines de la basílica” que ofrece una visual del edificio desde cierta distancia que ayuda a mantener la intención de proyecto. La plaza actualmente se encuentra cerrada temporalmente por reformas.

Problemas de financiación y consecuencias mediáticas que sufrió el proyecto.

En proyecto el interior iba a ser distinto a como se ejecutó finalmente, además de las modificaciones ya comentadas anteriormente de la cúpula, cubierta… originalmente los paños interiores de hormigón iban a ser lisos, las bóvedas doradas, acabados en broce en la parte baja del coro, el suelo se planteo primeramente de mármol oscuro y vidrieras de colores en la cúpula. Definitivamente el retraso de la financiación por parte de los estados sudamericanos afecto gravemente a la propuesta primigenia y no sólo desembocó en todos estos cambios si no también en el tiempo de ejecución. La arquitectura moderna, industrial, presume de una ejecución breve en el tiempo en cambio llevó diez años y varios ajustes en el presupuesto poder finalizar la obra. La larga espera hizo cuestionar la eficacia de los arquitectos y la opinión popular y especializada reflejo su descontento en revistas de la época. La crisis en la toma de decisiones no sólo afecto a la imagen del proyecto si no a la propia asociación de los arquitectos que se disolvió tras la inauguración de la iglesia, ya que F. Javier Sáenz Oiza opinaba que la obra debía paralizarse y esperar a la financiación para poder ajustarse a la idea de proyecto original, mientras que Luís Laorga Gutiérrez más comprometido con la idea de terminarla, incluso aportó dinero de su propio bolsillo para poder finalizar y fue mucho mas activo en las modificaciones posteriores, siendo íntegramente suyo el diseño de la cubierta que finalmente se ejecutó.

Aunque el proyecto sufrió un devenir complicado finalmenrte el esfuerzo en especial de Luis Laorga Gutierrez (sin desmerecer la coautoría de Javier Saenz Oiza) aportó una obra que reflejaba la intención de muchos jovenes arquitectos de la época que buscaban dar un paso a favor del desarrollismo moderno.


Planos

Otras imágenes

Situación


Ir a C. de Edgar Neville, 23, Madrid
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(Círculos de radio 200 m, 1 y 2 km)




Referencias

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Artículo desarrollado por Augusto Casanova en la asignatura Composición Arquitectónica 6 de Arquitectura de la Universidad de Alicante, dirigido y repasado por Andrés Martínez-Medina.
Ver otros artículos desarrollados en la asignatura en: Carpeta:Artículos desarrollados en Composición Arquitectónica VI
Arenas Laorga, Enrique (2015) Luís Laorga, Arquitecto [Tésis de Doctorado, Universidad Politécnica de Madrid].https://oa.upm.es/43307/1/ENRIQUE_ARENAS_LAORGA_01.pdf
Equipo redactor (Revista Arquitectura) (1949) “Concurso de ideas para la construcción de una basílica hispano-americana a Nuestra Señora de la Merced en la prolongación de la Castellana: Primer premio. (Madrid).” Arquitectura, nº 92, 349-352

Editores y colaboradores de este artículo ¿?
Augusto Casanova, Alberto Mengual

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