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Posteriormente de que se comprara la Iglesia de San Diego a la Orden Franciscana, comenzó su tranformación. Con el campanario demolido, las estanterías instaladas, y el tejado y la fachada ya remozados estaba oficialmente inaugurada, bajo el rectorado de don Juan N. Espejo, esta enorme y nueva Biblioteca que ya contaba con la suma de 30.000 volúmenes, incluidos en esta la valiosa Colección Americana del bibliófilo argentino don Gregorio Béeche que contenía 10.000 piezas entre manuscritos coloniales y algunos incunables. | Posteriormente de que se comprara la Iglesia de San Diego a la Orden Franciscana, comenzó su tranformación. Con el campanario demolido, las estanterías instaladas, y el tejado y la fachada ya remozados estaba oficialmente inaugurada, bajo el rectorado de don Juan N. Espejo, esta enorme y nueva Biblioteca que ya contaba con la suma de 30.000 volúmenes, incluidos en esta la valiosa Colección Americana del bibliófilo argentino don Gregorio Béeche que contenía 10.000 piezas entre manuscritos coloniales y algunos incunables. | ||
Pero luego de la Donación de la Biblioteca del ex presidente Don Pedro Montt, por parte de su señora Sara del Campo de Montt, la atención del gobierno en la Biblioteca disminuyó tanto que en año 1929 la fortuna de los 73.953 ejemplares cambió para siempre. El Ministro de Instrucción Pública de Carlos Ibáñez del Campo, Don Pablo Ramírez, mandó a demoler el edificio para contruir allí una piscina para los alumnos de la carrera de Derecho de la Universidad de Chile (que nunca se construyó). La información de ese acontecimiento es muy escasa, pero lo que sí se sabe es que el acervo se tuvo que repartir entre numerosas instituciones: 15.088 se enviaron a la | Pero luego de la Donación de la Biblioteca del ex presidente Don Pedro Montt, por parte de su señora Sara del Campo de Montt, la atención del gobierno en la Biblioteca disminuyó tanto que en año 1929 la fortuna de los 73.953 ejemplares cambió para siempre. El Ministro de Instrucción Pública de Carlos Ibáñez del Campo, Don Pablo Ramírez, mandó a demoler el edificio para contruir allí una piscina para los alumnos de la carrera de Derecho de la Universidad de Chile (que nunca se construyó). La información de ese acontecimiento es muy escasa, pero lo que sí se sabe es que el acervo se tuvo que repartir entre numerosas instituciones: 15.088 se enviaron a la Biblioteca Nacional; 6.666 al Instituto Pedagógico; 279 al Liceo de Hombres Nº5 "José Victorino Lastarria"; 1.493 al Internado Nacional; 1.057 a la Universidad de Chile, entre otros; y el Instituto, debido a falta de espacio, sólo pudo conservar una cifra aproximada a 14.300 volúmenes. | ||
Luego de algunos años la Biblioteca fue administrada por don Ernesto Boero Lillo, quien hizo de ella el centro de la actividad literario-cultural de la educación de la época, formando parte de esta numerosos personajes tanto de la vida política como literaria actual. | Luego de algunos años la Biblioteca fue administrada por don Ernesto Boero Lillo, quien hizo de ella el centro de la actividad literario-cultural de la educación de la época, formando parte de esta numerosos personajes tanto de la vida política como literaria actual. |