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Narciso Pascual y Colomer
Narciso Pascual y Colomer (Valencia, 1808-Madrid, 1870) obtuvo el título de Arquitectura por la Academia de San Carlos de Valencia, en 1833. Tras una serie de viajes de estudio que le llevaron a conocer de primera mano las arquitecturas que por entonces se hacían en Londres o París, volvió a España convertido en un ferviente defensor de un clasicismo “italianizante” que le sirvió para lograr imponerse en el concurso nacional para la construcción del Palacio de Congresos de los Diputados, en 1842.
A partir de ese momento y hasta su muerte, acaecida en 1870, se convirtió en uno de los arquitectos más influyentes de Madrid. Fue nombrado arquitecto mayor de Palacio en 1844.Profesor de construcción de la Escuela de Arquitectura desde 1845, desempeñó dos veces la dirección de la misma, en los periodos de 1852 a 1854 y de 1864 a 1868. Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes en 1846.
El éxito del Palacio de Congresos le abrió las puertas de los encargos oficiales; en 1842, el de la transformación del Noviciado de los Jesuítas en la calle de San Bernardo en Universidad Central; poco después abordó el proyecto definitivo de la plaza de Oriente (1844), la terminación del Observatorio astronómico (1845) o la restauración de la iglesia de los Jerónimos tras el Museo del Prado (1848). Aparte de las obras para la Administración, recibió importantes encargos de la clientela particular, encabezada por el poderoso marqués de Salamanca que le confió la continuación de su palacio en el paseo de Recoletos (1846) y más tarde el de Vista Alegre en Carabanchel (1948). Estas piezas, especialmente la primera, impulsaron una moda y contribuyeron a la transformación del gusto de la clase dominante que, entre otras cosas, cambió la imagen de Madrid a través de la proliferación de “palacetes” en el eje de Recoletos.
También fue autor de la Universidad de Zaragoza (1849).
Su obra abarca con bastante exactitud el período isabelino de transición hacia la modernidad que en el ámbito madrileño se tradujo en un primer impulso de renovación de la arquitectura oficial y particular de la capital, en un cambio de mentalidad entre los profesionales y entre su clientela, que abrió las puertas al eclecticismo, imperante desde entonces.
La arquitectura de Pascual y Colomer se caracteriza por el equilibrio con que incorpora, sobre estructuras clasicistas convencionales, elementos léxicos de origen diverso, entre los que predominan los de corte renacentista italiano o referencias platerescas con medida elegancia. La naturalidad aparente que consigue aun cuando yuxtapone lenguajes claramente distintos, fue entendida y aceptada en su tiempo sin ningún problema y sirvió de pauta a un cierto modo “madrileño” de interpretar las influencias, al margen de la retórica, con una ligereza “reversible”.
Obras[editar]
Palacio de Congresos de los Diputados, Madrid (1842-1850)
Palacio del Marqués de Salamanca, Madrid (1846-1855)
Palacio de Vista Alegre (1948)
Referencias
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