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== Bibliografía ==
== Bibliografía ==

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Iruña-Veleia es el nombre de un yacimiento arqueológico situado en el municipio de Iruña de Oca[1] a unos 10 km al oeste de la ciudad de Vitoria en Álava, País Vasco (España).

El conjunto arqueológico de Iruña-Veleia, popularmente conocido desde el siglo pasado como el oppidum de Iruña, alberga los restos de época romana más significativos de la Provincia de Álava y de todo el País Vasco (España). Además de su pasado romano conserva importantes evidencias de la etapa prerromana. Durante el medievo se instaló en su solar el priorato de Nuestra Señora de Iruña, de la Orden de San Juan, dependiente de la Encomienda de Burgos y Buradón.

Situación[editar]

Iruña-Veleia ocupa una situación estratégica de control del paso sur de la Llanada alavesa hacia Treviño-Valle del Ebro. Los restos arqueológicos abarcan una superficie de más de 100 ha, delimitadas por un meandro del río Zadorra, al que se accede por los puentes de Trespuentes y Víllodas. Dista poco más de 10 km al oeste de Vitoria-Gasteiz. Pertenece al municipio de Iruña de Oca. Contituye un enclave destacado en el itinerario de la calzada romana Ab Asturica Burdigalam (Astorga-Burdeos). Así la mayoría de los investigadores aceptan la identificación de este yacimiento con la mansion de Veleia de dicho itinerario.

Breve historia de las investigaciones[editar]

Las primeras referencias al pasado de Iruña datan del siglo XVI (manuscrito de Diego de Salvatierra). Los primeros trabajos de campo de los que se tiene constancia corresponden a la "Comisión de Monumentos de Álava" en el siglo XIX, con Florencio Janer a la cabeza de la misma. En torno al año 1900 el erudito y presbítero Jaime de Verástegui, realizó investigaciones al norte del recinto amurallado poniendo al descubierto restos de una gran estructura que, popularmente, fue identicada como "castellum acquae" (en realidad un antiguo edificio altoimperial, posteriormente englobado en el trazado de la muralla tardorromana). Durante el período 1949-1954, Gratiniano Nieto Gallo emprendió la realización de varios sectores de excavación, exhumando restos de edificios al interior del recinto amurallado y limpiando una parte de éste por el exterior. En 1974-75 Juan Carlos Elorza Guinea llevó a cabo una campaña junto a la puerta principal de la muralla. En 1994 se inician las investigaciones de Eliseo Gil Zubillaga, que continuan en la actualidad.

El "proyecto Iruña-Veleia III. Milenio"[editar]

Es el plan director-marco que articula en la actualidad las diferentes acciones que se desarrollan en Veleia. Fue suscrito en 2001, con una vigencia de 10 años. Está patrocinado por Eusko Tren y Euskal Trenbide Sarea, del Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco, con la autorización y colaboración de la Diputación Foral de Álava. Sus objetivos principales son la investigación de todos los antiguos sectores al interior de las murallas de Veleia (Verástegui y Nieto), su conservación, puesta en valor y difusión. Durante la ejecución de este proyecto se ha avanzado en el conocimiento de las grandes residencias urbanas veleienses, como las denominadas "Domus de Pompeia Valentina" o "Domus del mosaico de rosetones", ambas con sendos pavimentos de mosaico restaurados y expuestos in situ. Se ha trabajado también en diferentes sectores como el "sotano junto al cardo maximo", "barracones junto a la muralla", "viviendas junto a la puerta sur" o el "espacio público al norte del recinto amurallado". Todo ello supone un avance en el conocimiento de la vida doméstica y en la arquitectura privada y pública de la Veleia romana. Además se han investigado sistemáticamente los niveles prerromanos, especialmente bien conservados bajo la "Domus de Pompeia Valentina", donde se identificó una vivienda de la Edad del Hierro en buen estado de conservación.

Otras intervenciones[editar]

Durante 2005-2007 se ha llevado a cabo el "Estudio histórico-arqueológico de Iruña-Veleia", promovido por el Ayuntamiento de Iruña de Oca, financiado por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y autorizado por la Diputación Foral de Álava. Entre sus objetivos la delimitación espacial y cronológica del yacimiento, para el establecimiento de su régimen de protección específico. En este marco se han llevado a cabo centenares de sondeos estratigráficos al exterior de las murallas, así como un programa de fotografía aérea que ha revelado extensas zonas de la ciudad altoimperial en buen estado de conservación. En 2007 se ha redactado también el "Plan Director de rehabilitación de las murallas de Veleia", promovido por el Ayuntamiento de Iruña de Oca, financiado por el Ministerio de Cultura y autorizado por la Diputación Foral de Álava. Este documento de trabajo ofrece un diagnóstico sobre el estado de la cuestión de las murallas veleienses, recogiendo también sus diferentes patologías y proponiendo criterios para su conservación. Para la redacción del Plan se han llevado a cabo más de una veintena de registros estratigráficos, para establecer el trazado de la muralla allá donde no se conocía, sus fases de construcción, utilización y amortización. Las secuencias recuperadas presentan en algunos casos varios metros de potencia conservada.

Cronología[editar]

El yacimiento arqueológico de Iruña abarca más de 1500 años de historia, desde el primer milenio a.C. hasta el siglo V d.C., con un epílogo tardoantiguo y medieval.

Primer milenio a.C (Edades de Bronce y Hierro)[editar]

Inicialmente Iruña fue un gran poblado indígena. Sus orígenes se remontan a inicios del primer milenio antes de Cristo, entre el final de la Edad de Bronce y la primera Edad del Hierro. Continúa habitado en la segunda Edad del Hierro (en el siglo IV a.C.). Sus viviendas, rectangulares y circulares, se parecían a las documentadas en otros cercanos poblados, como el de Atxa (Vitoria-Gasteiz). Se trataba de cabañas asentadas en la roca natural del terreno, con paredes de adobe, tapial y ramajes y techumbres vegetales. A lo largo de ese gran período recibe influencias culturales desde el continente, la meseta y el Valle del Ebro, tal y como se refleja en los artefactos recuperados en las excavaciones. A destacar la denominada Estela del Jinete, una obra singular de la plástica prerromana peninsular y pieza destacada del Museo de Arqueología de Álava. Se trata de una lápida, datada entre los siglos segundo al primero antes de Cristo, que representa un guerrero a caballo sobre un creciente lunar.

Siglos I-V d.C (Época Romana)[editar]

En la primera mitad del siglo I.d.C. -época tardoaugústea o julio-claudia- las cabañas del poblado son sustituidas por las primeras casas hechas "a la romana". Las habitaciones de estas viviendas urbanas o domus rodeaban un patio central dotado de cisterna de opus caementitium u hormigón romano.

El final de ese siglo -época flavia- constituye para la ciudad de Iruña-Veleia su momento de mayor esplendor. Algunas de las domus se rehacen completamente, reedificándose con mayor porte. Espacios y edificios públicos completaban este espacio típicamente urbano. A esta etapa corresponderían los pavimentos de mosaicos y grandes estructuras recientemente localizados en la zona sur, junto al río.

Conocemos mejor la ciudad de fines de siglo III y mediados del IV d.C. -época tardoantigua-. La recesión económica del momento hizo que paulatinamente se abandonaran edificios antes ocupados. Es en estos años cuando se emprende la última gran obra pública en Veleia, la construcción de la muralla que delimita una ciudad de algo más de 10 ha., que, al igual que otros privilegiados núcleos urbanos de la vía entre Asturica Augusta (Astorga, León) y Burdigala (Burdeos, Francia), se amuralla.

La irrupción de los bárbaros en la península a principios del siglo V d.C. no supuso un corte total en la historia de Veleia. Los últimos datos arqueológicos sobre la ciudad corresponden a enterramientos de finales del siglo V d.C. ocupando espacios de habitación ya abandonados.

Siglos V-XIV (Tardoantigüedad-Edad Media)[editar]

No hay mucha información sobre lo que ocurrió en la ciudad romana entre el final del imperio y la Baja Edad Media. Se sabe que a mediados del siglo XIV estaba instalado un Priorato de la Orden de San Juan cuyos edificios podían verse hasta el siglo XIX.

Arquitectura[editar]

La muralla de Veleia[editar]

Las ruinas de la muralla de Veleia son conocidas desde antiguo, y han sido utilizadas como “cantera” en las construcciones de su entorno en épocas pasadas, en razón de la presencia de buenos sillares disponibles; ello explicaría el grado de saqueo en la zona de la puerta principal, más fácilmente accesible. Se consideran la obra arquitectónica de época romana más importante del País Vasco. A partir de la publicación de los trabajos de Gratiniano Nieto, autores como Alberto Balil llamaron la atención sobre los restos de las murallas de Veleia, señalando por ejemplo la diferencia de paramentos (sillería frente a mampostería) y de plantas de torres (cuadradas frente a semicirculares). Juan Carlos Elorza se ocupará de la muralla nuevamente, poniendo el acento sobre el carácter militar de la fortificación. En la nueva etapa de las investigaciones prestigiosos autores como Carmen Fernández Ochoa y Angel Morillo o el propio equipo de investigación de Veleia se han ocupado de la misma. Las murallas de Veleia habrían sido edificadas en época tetrárquica (fines del siglo III-inicios del siglo IV), coincidiendo con una nueva organización de la estrategia imperial, por la que determinadas ciudades (importantes nudos de comunicaciones) se fortificaron en relación con la recaudación y transporte del impuesto annona militaris. Se trata de unas murallas ciudadanas, no creadas con un propósito defensivo-militar directo. Se edificaron en un breve lapso de tiempo, reutilizando sillares y otros elementos arquitectónicos(tambores de columnas, epígrafes, aras) procedentes de antiguas construcciones. Permanecieron en uso hasta el final de la vida de la ciudad, tras la caída del Imperio. Durante el lapso entre principios del siglo IV-finales del siglo V se llegó a ocupar y edificar toda la superficie disponible al interior de las murallas, incluida la calle de ronda interior, adosándose viviendas y otras construcciones directamente a la cara interna de la fortificación. La muralla presenta un perímetro de más de 1200 m., albergando en su interior una ciudad de más de 10 Ha. de extensión. Se trata de una de las 23 ciudades amuralladas del Bajo Imperio que se conocen en Hispania. Por perímetro y extensión Veleia iría en posición intermedia entre Lugo (Lucus Augusti) y Barcelona (Barcino). La altura conservada es de unos 9 metros (tramo junto a la puerta sur). La anchura oscila entre los 4 y los 5,5 metros. Está construida con un gran núcleo de “tongadas” de piedra trabadas con argamasa de cal y dos hojas o lienzos exteriores, lo que le proporciona una extraordinaria solidez. Posee dos puertas monumentales (sur y este, la última aún por excavar) una puerta al norte, de menor porte y dos poternas secundarias (oeste y noroeste, ésta última descubierta recientemente).

Hallazgos[editar]

La gran dimensión de este conjunto arqueológico (tanto en extensión como en secuencia histórica), así como su buen estado de conservación, han motivado la aparición de notorios hallazgos, conforme se han ido desarrollando los diferentes trabajos de campo e investigaciones a lo largo del tiempo. Los descubrimientos han ido enriqueciendo el patrimonio público alavés, incorporándose a los fondos y exposición del Museo de Arqueología de Álava, de la Diputación Foral de Álava, cuya visita resulta indispensable para conocer la cultura material de Iruña/Veleia y su contexto.

La Dama de Iruña[editar]

Corresponde a un antiguo descubrimiento (1845). Es parte de una estatua de mármol blanco, de tamaño mayor que el natural (conservando casi metro y medio de alto), que representa a una figura femenina con manto. Se encontró sin la cabeza, parte de las piernas y las manos, entre los escombros de la puerta sur de las murallas de Veleia. Reconocidos autores, como José María Blázquez, han ponderado su calidad, atribuyéndola a la representación de una emperatriz del siglo primero, como Livia o Agripina. Como curiosidad hay que señalar que casi 150 años después fue encontrada la mano izquierda de esta escultura, entre los materiales traídos (presumiblemente desde el entorno de Veleia), con destino al ajardinamiento de la zona norte de Vitoria-Gasteiz. Hoy día la mano está de nuevo ensamblada en la estatua, tal y como puede verse en el Museo de Arqueología.

Escultura thoracata[editar]

Fragmento escultórico de una figura humana, vistiendo coraza e indumentaria militar, a la que le faltan la cabeza y las extremidades. Tallado en fino mármol blanco, con unos 26 cm. de altura conservada. Recogida sumariamente en la publicación de Gratiniano Nieto y por Pilar Acuña Castroviejo en su tesis sobre las esculturas militares romanas de España y Portugal. Para esta autora la pieza dataría del segundo tercio del siglo segundo. Podría ponerse en relación con la representación de Marte, en el contexto de un larario o altar doméstico. La escultura procede de un antiguo hallazgo y por diversos avatares acabó en manos privadas. En la actualidad forma parte de los fondos del Museo de la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.

Recientes descubrimientos[editar]

Iruña-Veleia se ha convertido en una fuente inagotable de hallazgos de incalculable valor, que algunos comparan con los de Vindolanda (Reino Unido) y Pompeya (Italia). Razones no faltan para ello. En efecto, en los últimos tiempos se han producido una serie de descubrimientos que han suscitado reacciones encontradas; desde la acogida entusiasmada ante las novedades, al cuestionamiento, con todos los matices intermedios. Conviene no obstante aclarar que este fenómeno tiene un fuerte contenido mediático; prácticamente todas las informaciones provienen de acciones de difusión en prensa. Sin embargo la investigación arqueológica tiene su propio ritmo. Una buena fuente para el conocimiento de los avances y las hipótesis planteados en torno a este yacimiento (o acerca de cualquier otra intervención arqueológica autorizada en el País Vasco) se halla en la serie "Arkeoikuska", del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. Con todo hay que entender que, hasta disponer de la publicación definitiva de las memorias de una excavación y/o sus avances en los foros científicos adecuados (monografías, revistas especializadas,congresos, etc.) así como su ulterior crítica, todas las novedades están sujetas a provisionalidad y han de tomarse con las debidas reservas.

Calvario del siglo III[editar]

Se trata de una representación de Jesús crucificado grabada en una pequeña pieza cerámica de diez centímetros cuadrados. En la escena del monte Gólgota, junto a Jesús crucificado, aparecen los ladrones Dimas y Jestas, así como dos figuras que podrían representar a la Virgen y San Juan. En la parte superior de la cruz se lee el epitafio RIP (requiescat in pacem, descanse en paz), lo que supone asimismo una de las primeras inscripciones de este epitafio conocidas.

El calvario ha sido datado en el siglo III por el equipo del yacimiento, que dirige el arqueólogo Eliseo Gil, es decir que se trata de un calvario tres siglos más antiguo que el hallado en las catacumbas de Roma, del siglo VI, considerado hasta 2006 la representación de Jesús crucificado más antigua del mundo. La veracidad de esta datación ha sido corroborada por investigadores holandeses y franceses que han aplicado a la pieza pruebas de carbono 14, acelerador de partículas y otras técnicas de laboratorio.

La pieza apareció junto a otros dibujos de crucifixiones de dioses paganos y textos cristianos del tipo pater noster. Lo extraordinario de esta pieza consiste en que la representación de Jesús en la cruz es una innovación constantiniana.

Jeroglíficos egipcios del siglo III[editar]

(fuente principal: Garikoitz Montañés, Vitoria / Noticias de Álava, 8 de junio de 2006 [1])

Unos cinco siglos después de que la escritura jeroglífica entrara en desuso en su lugar de origen, se han descubierto en Iruña-Veleia jeroglíficos y grafías en latín sobre hechos históricos de Egipto datables en el siglo III. El descubrimiento de este tipo de signos egipcios en Ostracas (piezas cerámicas, tablillas y material de desecho) en territorio alavés plantea nuevas incógnitas entre los expertos.

El origen de la escritura jeroglífica se data en el periodo arcaico, entre los años 3100 y 2686 antes de Cristo. Siglos más tarde la escritura jeroglífica se compagina con la Hiératica, de trazado más curvo y que facilitaba una forma de escribir mucho más rápida. Estas fórmulas coexisten hasta la época baja, entre los años 664 y 332 antes de Cristo.

Con la llegada de Alejandro Magno y la posterior dominación romana en las orillas del Nilo empieza a imponerse la escritura demótica -con trazos aún más curvos que la hierática y con un significado diferente, se crea un idioma distinto-. En la época bizantina, del siglo IV al VII después de Cristo, el país de las pirámides utiliza ya de forma generalizada el idioma copto; es decir, el lenguaje egipcio escrito con caracteres griegos.

En Iruña Veleia, a miles de kilómetros del Nilo, se han encontrado jeroglíficos sencillos de la época más antigua, pero casi medio milenio después de que se dejaran de utilizar en el misterioso país de los faraones. Los carácteres habituales en las tumbas de los reyes de diferentes dinastías egipcias, de pronto, aparecen reflejadas en piezas cerámicas encontradas a miles de kilómetros del Nilo. Pero también lejos de urbes romanas en la Península ibérica mucho más populosas e importantes como Tarraco.

Las hipótesis que se barajan son amplias. Veleia, una ciudad romana que pudo albergar en su época de máximo esplendor entre 5.000 y 10.000 habitantes, contaba con la relevancia suficiente para albergar residentes ilustres y con conocimientos de todo tipo. De hecho, según apunta el equipo de arqueólogos del yacimiento alavés, en la época flavia, Iruña Veleia vive su momento de mayor auge. Algunas de las domus se rehacen completamente y se edifican con mayor porte. Tanto que los historiadores no descartan nuevos hallazgos en el futuro. No en vano, sólo se han excavado zonas concretas del extenso yacimiento y aún quedan por descubrir, según manifestó ayer Gil se intentará este verano, recuperar las zonas públicas (teatros, termas) que se elevaron en las inmediaciones de Víllodas. Propiamente hablando, se trata de ideogramas sin traducción desde el egipcio.

Inscripciones en euskera de entre los siglos III y VI[editar]

El hallazgo de inscripciones en euskera de temática religiosa constituye una aportación de extraordinaria relevancia para la Filología vasca. De confirmarse su datación en los siglos III|III o siglo VI|VI supondría una prueba de la convivencia de culturas y lenguas en el País Vasco desde época romana.[2][3] Reforzaría la hipótesis de que los pueblos prerromanos Várdulos y Caristios eran de habla vasca.

El valor lingüísitco de estas inscripciones en arcilla sigillata no sólo radica en su antigüedad sino en su riqueza, ya que algunas de las inscripciones que presentan parecen corresponderse con la lengua común, inteligibles no sólo para los filólogos, sino también para cualquier vascoparlante contemporáneo: edan (beber), ian (comer), iaun (señor), y no sólo Onomástica (nombres de persona o divinidades), como las que se conocían hasta ahora procedentes sobre todo de zona aquitana. Lo más asombroso es que el hallazgo incluye breves series de hasta seis palabras, como urdin isar (gris/azul estrella), geure ata zutan (nuestro padre en vosotros), o "iesus, iose ata ta mirian ama" (Jesús, el padre José y la madre María), adelantándose en unos cinco siglos a las contenidas en las Glosas Emilianenses.

Cuestionamiento de los hallazgos[editar]

El lingüista Joaquín Gorrochategui, catedrático de Lingüística Indoeuropea de la Facultad de Filología e Historia de la UPV y director del Instituto de Ciencias de la Antigüedad, pide precaución con las conclusiones que hasta la fecha (noviembre de 2006) se hayan podido hacer con los hallazgos encontrados en la ciudad romana de Iruña-Veleia hasta que se haya determinado su autenticidad.

Según este científico, hay varias cuestiones que se pueden calificar de extrañas, entre ellas la cantidad de inscripciones encontradas, la abundancia de ostraca (escritura sobre barro), el hecho que el euskera escrito hallado sea muy parecido al actual y que los nombres sean hebreos en vez de latinos, todo lo cual abriría puertas para la duda. Cuando esté terminado el estudio de los hallazgos y certificada su autenticidad, éstos revolucionarán las bases de la historia y de la lingüística vasca, obligando a la reconstrucción de muchas hipótesis.[4]

Esta opinión de Gorrochategui es compartida por Joseba Lakarra y Juan José Larrea, lingüista e historiador respectivamente, pero rebatida por el filólogo Henrike Knörr entre otros. Para Knörr

el yacimiento alavés se ha realizado «un descubrimiento de dimensiones espectaculares» y piensa, al igual que los otros académicos, en que las conclusiones finales deben ser el fruto «de sinergias». Es decir, de un trabajo en equipo de las diversas disciplinas implicadas.

y responde a algunas de las cuestiones extrañas, referentes al parecido del euskera hallado con el actual, poniendo el ejemplo del artículo al final de las palabras aparecidas cuando se suponía hasta ahora que el euskera lo creó siglos después tomando como modelo las lenguas romances, que

Todo el mundo sabe que en la literatura latina del Bajo Imperio aparecen adjetivos demostrativos ('illa domus') que tienen un cierto sentido de artículo determinado. ¿Por qué no va a pasar algo parecido en el euskera del siglo IV o V?

«El filólogo Henrike Knörr replica que Veleia "revolucionará" la historia del País Vasco», artículo en El Correo, 21 de noviembre de 2006[5]

La polémica abierta ha llevado al equipo investigador del yacimiento a declarar públicamente la autenticidad de las piezas halladas. Indican que las piezas se hallaron, en su mayoría, en un estrato formado en el siglo III y sellado por estratos superiores también romanos datados en el bajo imperio y tienen constancia de que el fenómeno se prolongó hasta el siglo V. El comunicado dice;

Absolutamente en todos los casos documentados, la secuencia estratigráfica del yacimiento garantiza la adscripción cronológica de los grafitos a época romana. Es decir, se localizan en el subsuelo (algunos de ellos a gran profundidad) contenidos en estratos de tierra formados en época romana y bajo otros estratos también de época romana que los sellan.

Los materiales encontrados han sido sometidos a diferentes estudios para poderlos datar y confirmar su autenticidad. El estudio principal se llevó a cabo en los laboratorios de espectroscopia nuclear del CEA-CNRS en Francia en donde se analizó la pátina superficial quedando determinado que cuando el material fue enterrado en el siglo III ya estaban los grafitos hechos aunque también se llevaron a cabo otros habituales como el de las referencias del entorno y el de análisis de C14 que se realizaron en los laboratorios de Geochron en Cambridge, Massachusetts (USA) y en el Centre for Isotope Research de la Universidad de Gróningen en Holanda.[6]

En referencia al ejemplo dado en la polémica lingüística para el que se utilizó la palabra iankoa señalan que dicha palabra no apararece en las inscripciones en las que sí aparecen palabras como zuri (blanco), urdin (azul) o gorri (rojo); verbos como, edan (beber), ian (comer) o lo (dormir), o expresiones religiosas como Iesus, Ioshe ata ta Mirian ama (Jesús, José padre y Maria madre).[7][8]

El comunicado, firmado por:

  • Eliseo Gil Zubillaga, arqueólogo, director de las excavaciones de Iruña-Veleia.
  • Idoia Filloy Nieva, arqueóloga, codirectora de las excavaciones de Iruña-Veleia.
  • Juan Santos Yanguas, Catedrático de Historia Antigua de la EHU/UPV.
  • Henrike Knörr, Euskaltziandia, Catedrático de Filología Vasca de la EHU/UPV.
  • Rubén Cerdán, Físico Nuclear, coordinador de las analíticas sobre los materiales de Iruña-Veleia.
  • Emilio Illarregui, arqueólogo, profesor de la Universidad Internacional SEK, campus de Segovia.
  • Zoilo Calleja, Responsable de Patrimonio de la Diócesis de Álava.

Dice textualmente:

Los hallazgos de los que estamos hablando, son un material arqueológico más, convenientemente documentado durante el proceso de excavación en el registro estratigráfico de un yacimiento, como es el de Iruña-Veleia, en curso de investigación y concienzudo estudio desde hace años. Son materiales de época romana, que aparecen junto a miles de evidencias de su misma cronología, localizados en estratos de época romana, ubicados bajo otros niveles de época romana que los sellan. Además, se han aplicado sobre ellos unas técnicas analíticas altamente especializadas que demuestran que los grafitos ya estaban hechos.[6]


Referencias

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Bibliografía[editar]

  • Paloma Acuña Castroviejo. 1975. Esculturas militares romanas de España y Portugal. Las esculturas thoracatas. CSIC-Delegación Roma. Burgos.
  • María Lourdes Albertos Firmat. 1984. Lo que sabemos de las antiguas ciudades de Álava. Veleia: Revista de prehistoria, historia antigua, arqueología y filología clásicas, ISSN 0213-2095, Nº 1, 1984, pags. 267-270
  • José María Blázquez Martínez. 1956. Estatua femenina de Iruña (Álava). Zephyrus7.2. Ediciones de la Universidad de Salamanca, págs. 234-240 [2]
  • Juan Carlos Elorza Guinea. 1972. A propósito de la muralla de Iruña. Estudios de Arqueología Alavesa 5. Edita Servicio Publicaciones Diputación Foral de Álava. Págs. 183-194
  • Oskar Escribano Sanz. 1999. Una huella de perro en un ladrillo romano del yacimiento de Veleia- Iruña de Oca (Alava). EuskoNews 29.
  • Carmen Fernández Ochoa, Angel Morillo Cerdán. 1997. La muralla de Iruña en el contexto de las fortificaciones urbanas bajoimperiales de la región septentrional de la Península Ibérica. Isturitz: Cuadernos de prehistoria - arqueología, ISSN 1137-4489, Nº 9 (Ejemplar dedicado a: Primer coloquio internacional sobre la romanización en Euskal Herria. Tomo II), pags. 735-742
  • Vidal Fernández Palomares. 1984. Álava: los templarios, los sanjuanistas y la vieja toponimia. Diputación Foral de Álava. Departamento de Publicaciones. ISBN 84-505-0437-6.
  • Idoia Filloy Nieva, Eliseo Gil Zubillaga. 2000. La Romanización en Álava. Catálogo de la exposición permanente sobre Álava en época romana del Museo de Arqueología de Álava, ISBN 84-7821-422-4.
  • Idoia Filloy Nieva, Eliseo Gil Zubillaga. 2007. Vida cotidiana al abrigo de las murallas: Novedades de la investigación sobre el recinto amurallado tardorromano de "Veleia" (Iruña de Oca, Álava, País Vasco. Murallas de ciudades romanas en el occidente del Imperio: Lucus Augusti como paradigma : actas del Congreso Internacional celebrado en Lugo (26-29, XI, 2005) en el V aniversario de la declaración, por la UNESCO, de la muralla de Lugo como Patrimonio de la Humanidad / coord. por Antonio Rodríguez Colmenero, Isabel Rodá de Llanza, , ISBN 978-84-8192-366-7 , pags. 467-482
  • Eliseo Gil Zubillaga. 1997. Iconografía cristiana sobre sigillata tardía de Iruña/Veleia. Isturitz: Cuadernos de prehistoria - arqueología, ISSN 1137-4489, Nº 9 (Ejemplar dedicado a: Primer coloquio internacional sobre la romanización en Euskal Herria. Tomo II), pags. 817-821
  • Aitor Iriarte Kortázar. 1997. La muralla tardorromana de Iruña/Veleia. Isturitz: Cuadernos de prehistoria - arqueología, ISSN 1137-4489, Nº 9, 1997 (Ejemplar dedicado a: Primer coloquio internacional sobre la romanización en Euskal Herria. Tomo II), pags. 699-733
  • Aitor Iriarte Kortázar, Eliseo Gil Zubillaga, Idoia Filloy Nieva. 1994. Iruña / "Veleia". La ciutat en el món romà = La ciudad en el mundo romano : XIV Congreso Internacional.... Tarragona, 5 al 11-9-1993: Actas / coord. por Xavier Dupré Raventós, Vol. 2 ISBN 84-88882-09-2, pags. 155-156
  • María Ángeles Magallón Botaya. 1997. La red viaria romana en el País Vasco. Isturitz: Cuadernos de prehistoria - arqueología, ISSN 1137-4489, Nº 8, 1997 (Ejemplar dedicado a: Primer coloquio internacional sobre la Romanización en Euskal Herria. Tomo I ), pags. 207-231
  • Ana Martínez Salcedo. 2004. Erromatarren garaiko zeramika arrunta Euskal Herrian: sukaldeko, mahaiko eta biltegiko baxera, Aloria (Araba), Forua (Bizkaia) eta Iruña/"Veleia" (Araba) aztarnategietan aurkitua = La cerámica común de época romana en el País Vasco: vajilla de mesa y despensa procedente de los asentamientos de Aloria (Álava), Forua (Bizkaia) e Iruña/"Veleia" (Álava). Vitoria-Gasteiz. Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia = Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. ISBN 84-457-2234-4
  • Gratiniano Nieto Gallo. 1958. El Oppidum de Iruña (Álava). Vitoria. Diputación Foral de Álava.
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