Diferencia entre revisiones de «Fábrica de productos químicos Moritz Milch»

Una planta tan extensa, con cobertizos, talleres, almacenes, rampas de carga y otros, mal se presta a cualquier descripción. Pero es imposible no darse cuenta de cómo en las fachadas alargadas las ventanas de dimensiones reducidas siguen un preciso ritmo ornamental, o como la pared escalonada de uno de los almacenes da frente con gélida grandiosidad al desnudo paisaje. El dinamismo de los aleros de los edificios principales, el orden y la disposición de los grupos individuales demuestran como el arquitecto se ha esforzado en recrear el camino del proceso productivo. Imposible no hacer una comparación con algunas obras contemporáneas destinadas a convertirse en representantivas de la recién nacida edificación industrial: aquellas de Behrens en Berlín, las fábricas metalúrgicas y cobertizos de AEG, cuyo intenso pathos es indicativo de la función alojada; o el Riemerschmid a Hellerau, donde incluso la apariencia de racionalidad extrema evoca la noble elaboración de la madera. En el complejo de Luban Poelzig no se entregan ni a pathos ni a la poesía, sino que se adhiere a una extrema sobriedad. Particularmente interesantes son la textura de ladrillo y el ritmo seguro y medido de los edificios. La autodisciplina a favor de una "objetividad" ejemplar se manifiesta principalmente en los edificios utilizados para la producción; en cambio, en las oficinas y los edificios residenciales la tensión se aligera, y estas partes no se presentan a la altura del nucleo principal.

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Archivo:Poelzig.fabrica de productos quimicos luban.9.jpg

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==Referencias==

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