Pasarela peatonal (Petrel)

La pasarela peatonal en Petrel (Provincia de Alicante) obra de la arquitecto Carmen Pinós, fue construida en 1999 con proyecto de 1991.

El municipio de Petrer se localiza al noroeste de la provincia de Alicante, a cuarenta Km. de la capital, y tiene su origen en la villa romana que creció al abrigo defensivo de los cerros contiguos. El origen de este municipio, como es el caso de otros muchos, está en las cualidades defensivas de su emplazamiento, en este caso una ladera con forma de embudo y al abrigo de dos cerros contiguos y su correspondiente castillo.

Su plano es de trazado irregular y extendió su crecimiento en el sentido de la carretera de enlace hacia el municipio de Elda con la que actualmente forma un continuo edificado.

En su expansión poco meditada se han desarrollado barrios pobres y mal comunicados.

Precisamente la pasarela que Carmen Pinós proyecta en 1991 se sitúa en la periferia de la ciudad y tiene por objeto enlazar o articular el núcleo urbano con uno de estos suburbios que han crecido al norte de la ciudad y que carece de espacios públicos y espacios culificados. Se trata de un recorrido habitual para un grupo de niños en su trayecto al colegio. La pasarela atraviesa una rambla sin agua.

El paraje es inhóspito y pedregoso, de campos agrícolas abandonados. Al fondo se dibuja la silueta de las montañas que enmarca el paisaje. Y la presencia de un acueducto gótico, al parecer, inspira el encargo. En este entorno y evitando cualquier signo de monumentalidad, como nos indica su autora, la pasarela se desparrama sobre el terreno y sin imponerse, "en un solo gesto se apropia del espacio como si de un fluido se tratara".

Funcionalmente el espacio creado no es un simple lugar de conexión y paso, sino que se convierte en un lugar para estar. Y a mitad del trayecto aparece una plaza que la estructura de arcos soporta. Se trata de "un puente estático, un lugar de relación y reunión".

Estructuralmente tres arcos metálicos se cruzan para sostener la plaza. Entre otros elementos destacan el murete de hormigón que con su trazado sinuoso señala los límites de la actuación, los muretes de piedra, el metal de la estructura... El pavimento se extiende "como una mancha de aceite" y se distinguen dos direcciones en la disposición de los tablones de madera que lo conforman para distinguir la pasarela propiamente dicha de la plaza. Es manifiesta la voluntad de integración de todos elementos, barandillas, bancos, que se supeditan a la concepción global del proyecto .

En una reciente conferencia de Carmen Pinós en Valencia a la que tuve la oportunidad de asistir Carmen habla de la filosofía de sus proyectos y de su forma de trabajo. Primero se trata escuchar luego reinterpretar. Trabaja con el papel, "doblar, pegar, acciones muy simples y un primer ejercicio de papiroflexia, después con la maqueta y por último el ordenador."

Explicando las ideas que generan el proyecto nos sorprende su expresividad, y allí donde las palabras se quedan cortas, con el movimiento de sus brazos sobre la imagen proyectada es capaz de transmitirnos la fuerza de sus intenciones.

Carmen nos habla de la sensibilidad del paisaje como el punto de partida de sus proyectos. Sin duda las fuerzas del lugar se concentran en sus proyectos Donde los materiales, la construcción y los detalles no son un aspecto posterior, sino que forman parte de la idea inicial "algo ligero, algo pesado", "todo es parte del proyecto, la realidad, los detalles, son el proyecto".

Carmen se mueve con soltura en los parámetros de la expresividad contemporánea donde lo moderno a su juicio no es encerrar, sino delimitar. La ambigüedad y la fragmentación triunfan frente a la monumentalidad. Y donde también hay que contar con el tiempo que se convierte en material de proyecto.

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Referencias

VV.AA. ( María Dolores Martínez Soto): Registro de Arquitectura del Siglo XX en la Comunidad Valenciana ISBN 84-87233-38-4

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