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'''Ramona de Vallespí (“il Catalano”)''' (s. XIV) fue una arquitecta natural de un pequeño caserío cerca de Sóller en la sierra de Alfaria de la isla de Mallorca, España.
'''Ramona de Vallespí (“il Catalano”)''' (s. XIV) fue una arquitecta natural de un pequeño caserío cerca de Sóller en la sierra de Alfaria de la isla de Mallorca, España.


Hija de un maestro cantero que había trabajado en la fábrica de la catedral de Palma a las órdenes de [[Berenguer Ostals]], destacó desde niña su inclinación por la talla de piedra y la escultura, ayudando de forma clandestina a su padre en su trabajo.
Hija de un maestro cantero que había trabajado en la fábrica de la catedral de Palma a las órdenes de Berenguer Ostals, destacó desde niña su inclinación por la talla de piedra y la escultura, ayudando de forma clandestina a su padre en su trabajo.


Disfrazada de varón se trasladó a las posesiones del rey de Aragón en Sicilia donde organizó su propia cuadrilla de canteros, siendo conocida con el nombre de “il Catalano” dado su origen mallorquín. Particularmente impresionada por las ruinas griegas de Segesta y Agrigento tomó como modelo las columnas griegas para sus trabajos, convirtiéndose casi en una muestra de su estilo personal. Entre sus obras tuvo especial interés una pequeña ermita funeraria destinada a acoger los restos del duque de Bellesguard en una colina cercana a Cefalú. El mausoleo era de forma circular, como un tolo clásico, con columnas que si bien tenían una esbelta proporción gótica, presentaban unos fustes estriados similares a las dóricas. Y todo ello rematado con una cúpula nervada y una alta aguja, rasgos estos típicamente ojivales. La mezcla de antigüedad griega y formas medievales ofrecía una extraña y novedosa imagen muy diferente de los caducos estilos normandos que caracterizaban la arquitectura de la isla. Lamentablemente, los sucesivos terremotos que ha sufrido Sicilia a lo largo de los años, y el odio y destrucción de todo lo que recordase la dominación catalana, han hecho desaparecer este único ejemplo de simbiosis clásico-gótica.
Disfrazada de varón se trasladó a las posesiones del rey de Aragón en Sicilia donde organizó su propia cuadrilla de canteros, siendo conocida con el nombre de “il Catalano” dado su origen mallorquín. Particularmente impresionada por las ruinas griegas de Segesta y Agrigento tomó como modelo las columnas griegas para sus trabajos, convirtiéndose casi en una muestra de su estilo personal. Entre sus obras tuvo especial interés una pequeña ermita funeraria destinada a acoger los restos del duque de Bellesguard en una colina cercana a Cefalú. El mausoleo era de forma circular, como un tolo clásico, con columnas que si bien tenían una esbelta proporción gótica, presentaban unos fustes estriados similares a las dóricas. Y todo ello rematado con una cúpula nervada y una alta aguja, rasgos estos típicamente ojivales. La mezcla de antigüedad griega y formas medievales ofrecía una extraña y novedosa imagen muy diferente de los caducos estilos normandos que caracterizaban la arquitectura de la isla. Lamentablemente, los sucesivos terremotos que ha sufrido Sicilia a lo largo de los años, y el odio y destrucción de todo lo que recordase la dominación catalana, han hecho desaparecer este único ejemplo de simbiosis clásico-gótica.
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