Ugo Sissa

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Ugo Sissa

Ugo Sissa (Mantua, 3 de mayo de 1913 - Pegognaga, 17 de octubre de 1980) fue un arquitecto, diseñador y arqueólogo italiano.

Durante su período racionalista, trabajó para Adriano Olivetti. Su colección de piezas mesopotámicas se conserva en el Museo Palazzo Te de Mantua.

El tercero de cuatro hermanos, Ugo Sissa nació en Mantua; su padre, Guido, era coronel, mientras que su madre, Clelia Sissa, provenía de una familia de abogados y notarios. Sissa pasó su infancia y adolescencia entre Pegognaga, Mantua y Verona, donde se matriculó en el Liceo Artístico de la Academia Cignaroli. Allí tuvo la oportunidad de conocer al escultor mantuano Albano Seguri, compañero suyo de clase. En 1932, Sissa obtuvo su diploma artístico en la Academia de Bellas Artes de Venecia: Virgilio Guidi fue uno de los examinadores. Entre sus compañeros de academia, se hizo amigo de Giulio Turcato y Dino Basaldella. En octubre del mismo año se matriculó en la Scuola Superiore di Architettura de Venecia, donde enseñaban Carlo Scarpa y Baldessari. A partir de 1934 continuó sus estudios de arquitectura en Roma, en el Istituto Superiore di Architettura bajo la guía de Vincenzo Fasolo y Gustavo Giannoni. Durante este período comenzó a frecuentar a Fabrizio Clerici. Al mismo tiempo que sus estudios universitarios, se matriculó en el Curso de Escenografía en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma, donde conoció a Vincenzo Monaco, Sante Monachese, Lodovico Quaroni. En 1937 se graduó en arquitectura con Marcello Piacentini, diseñando un Establecimiento Cinematográfico en San Giuliano (Venecia Mestre). Ganó el primer premio en los Littoriali de Nápoles (año XV) con el proyecto para una iglesia en el África Oriental Italiana, creado junto con Valeria Caravacci; La comisión estuvo presidida por Giuseppe Pagano. Desde 1938 está inscrito en el Colegio de Arquitectos de Lombardía.

Entre 1938 y 1939 obtuvo una beca que le permitió viajar a Polonia para estudiar la arquitectura rural de los Cárpatos. Durante este período, sus referentes culturales fueron la obra de Giuseppe Pagano y Le Corbusier. Durante su estancia en el extranjero, comenzó su pasión por la fotografía, gracias a la cual documentó las casas de madera de lugares remotos en las montañas fronterizas con Rusia, que aún conservaban la tradición constructiva local. En 1939 ganó el tercer premio de la Trienal de Oltremare en Nápoles con el proyecto «Casas en el África Oriental Italiana». En diciembre de 1940, tras responder a un anuncio en "Il Messaggero", contactó con la empresa Olivetti en Ivrea. Esto marcó el inicio de una importante etapa profesional que lo llevó a colaborar con Marcello Nizzoli, con quien diseñó la Case per Operai in Canto Vesco (Ivrea, 1942), construida entre 1950 y 1953. En 1942, Sissa diseñó de forma independiente la tienda de la empresa Olivetti en Ivrea y la tienda Olivetti en Roma, en Via del Tritone; este edificio, hoy desaparecido, albergaba un gran mural de Guttuso. La colaboración con Nizzoli continuó con los proyectos de viviendas para empleados en Monteferrando y Monteleggero. Durante este período, Sissa diseñó y produjo muebles de producción en serie para oficinas y viviendas, ya incluidos como ejemplo de mobiliario en la Enciclopedia Italiana Treccani. En 1943 abandonó Ivrea. A partir de 1944, su actividad como pintor se intensificó y comenzaron sus primeras exposiciones en Mantua, en la Galleria del Pioppo, y en el Palazzo della Ragione (1946). En abril de 1947, Sissa viajó a Francia, primero a Niza y luego a París, donde pintó óleos en su estudio de la Rue de Jacob. En París, frecuentó a Curzio Malaparte. Regresó a Italia en 1949, donde continuó su actividad artística entre Roma, Milán y Venecia, participando en la VI Quadriennale Nazionale d'Arte en Roma (1952).

En 1953 ganó un concurso internacional y en mayo se embarcó en Nápoles para llegar a Bagdad como arquitecto jefe de la Junta de Desarrollo de Irak, una experiencia fundamental también para el desarrollo técnico y formal de la pintura. En Irak, realizó una serie de proyectos para el gobierno iraquí, incluyendo edificios sociales, la lechería, el aeropuerto de Bagdad, hoteles y oficinas del Ministerio de Desarrollo. Se dedicó a la arqueología y la fotografía, visitó antiguos yacimientos sumerios y estudió sigilografía mesopotámica. En su viaje, le siguió el pintor mantuano Nene Nodari, con quien compartió sus experiencias artísticas. En julio de 1955 regresó a Italia, primero a Venecia, luego a Roma y Capri. En 1955 se unió al grupo MAC/Espace en la sección de arquitectura con Nino Franchina y Piero Dorazio. Tras ganar el primer premio en el Concurso Nacional para el Monumento a Paisiello con Franchina (1956), reanudó el contacto con sus amigos artistas, frecuentando asiduamente a Dorazio, Scialoja, Clerici, Colla y Mimmo Rotella. En 1957 regresó a Mesopotamia trabajando como arquitecto jefe designado por el Gobierno del Departamento de Veraneo. Diseñó hoteles en Kufa, Ur, Babilonia, Nimrud y la sede de la embajada italiana en Bagdad. Aprovecha la oportunidad para continuar sus investigaciones sobre arqueología y fotografía. Colecciona numerosos hallazgos, herramientas, estatuillas, tablillas cuneiformes y ladrillos de arcilla con inscripciones. En julio de 1958, tras la caída de la monarquía iraquí, regresa definitivamente a Italia. Aquí, en 1959, el estudio de los hallazgos mesopotámicos se materializa en el «Catálogo de la Colección Sissa de Sellos de Estampillas y Cilindros de Mesopotamia», de E. Douglas Van Buren, con transcripciones de Emilio Villa.

A finales de la década de 1950, se instala en Venecia y abandona la arquitectura, concentrándose por completo en el estudio del mundo clásico y la pintura. Su actividad expositiva comenzó de forma continua, con una primera muestra individual en la Galleria del Cavallino de Venecia en 1965 presentada por Umbro Apollonio, seguida de una muestra colectiva en la Galleria del Leone junto a Fontana, Dorazio, Guidi, Michelangelo Pistoletto, Rotella y Tancredi (1966). Su actividad expositiva lo vio en 1971 en Londres, con una muestra individual en las Drian Galleries y en la Galleria il Traghetto 2 donde expuso con Virgilio Guidi. Al año siguiente estuvo en Río de Janeiro en la Exposición de Arte Gráfico Italiano Contemporáneo comisariada por el Instituto Italiano de Cultura en el Museo de Arte Moderno junto a Afro, Capogrossi, Dorazio, Franchina, Mastroianni y Turcato. En 1977 participó en la exposición Grafici Italiani Contemporanei en la Gallerie d'Arte Moderna de Liubliana con Rotella, Perilli y Turcato. Se dedicó casi exclusivamente a la serie "Gruppi Locali", también presentada en su última exposición individual en la Galleria Segno Grafico de Venecia. Falleció en un accidente de coche el 17 de octubre de 1980.

Arquitectura

Giuseppe Mazzariol define a Sissa como testigo de los complejos acontecimientos que se dieron en Italia en la década de 1930, entre Roma y Milán, circunstancias dictadas por la situación de la arquitectura y el arte del régimen. La arquitectura de este período vive inmersa en una época dramática y conflictiva. La primera referencia en la formación de Sissa es Terragni, como lo demuestra la Casa del Fascio en Verona (1940), que evoca la misma obra de Terragni construida en Como. En 1935, Sissa participó en los Littoriali della Cultura e dell'Arte (año XIII) de Arquitectura en Roma con el proyecto "Casa rurale nel Mantovano". Al año siguiente, el proyecto para la "Casa del sindacato professionisti e artisti" fue premiado en el concurso Montiroli; esta obra ya pone de manifiesto los vínculos de Sissa con las tendencias racionalistas. En 1937 ganó el Littoriali (año XV) de Nápoles con el proyecto de una iglesia en el África Oriental Italiana, cerca de Gondar. Realizado con Valeria Caravacci, el proyecto, que incluía la iglesia, el baptisterio, un osario, un campanario y una rectoría, desató una fuerte polémica en la prensa especializada entre Pagano, presidente de la comisión, y Piacentini. La victoria de este premio desató un intenso enfrentamiento entre Pagano y Piacentini en las páginas de las principales revistas de arquitectura.

Fue Pagano quien presentó al joven Sissa a un grupo de urbanistas en Stuttgart, donde el arquitecto viajó en 1938 para estudiar vivienda pública, dejando tras de sí una valiosa documentación de edificios hoy desaparecidos. Su interés por la arquitectura autóctona se reforzó con el viaje a Polonia, que le brindó la oportunidad de explorar los posibles vínculos entre el diseño contemporáneo y la tradición. En Polonia, Sissa investigó principalmente edificios de madera, plasmando su viaje en escritos, bocetos y reflexiones sobre los problemas de la producción industrial. En 1939, ganó el tercer premio en el Concurso Nacional organizado por la Trienal de Ultramar de Nápoles con el proyecto "Casas en África Oriental", junto con Franco Strumia. También en esta ocasión, el tema colonial se interpretó en clave racionalista.

En 1941, Olivetti lo contactó como oficial de Organización Técnica. Siendo aún joven arquitecto, en Ivrea tuvo la oportunidad de compararse con profesionales consagrados como Nizzoli, Figini y Pollini, trabajando en el contexto más vanguardista de nuestro país y adhiriéndose al clima racionalista. En 1942, diseñó junto a Marcello Nizzoli las "Casas para Obreros en el Cantón Vesco" (Ivrea), y los dibujos de ambos arquitectos pronto aparecieron en la "Enciclopédie de l'Archietcture Nouvelle" de Alberto Sartoris (1948). Entre 1941 y 1943, diseñó con Nizzoli una vivienda para empleados en Monferrando, creando un esquema (los balcones voladizos, el desarrollo vertical) que posteriormente utilizaría en el proyecto de viviendas sociales de Cremona para INCIS (1949). Estos proyectos se basan en el desarrollo horizontal de módulos repetibles para permitir una mayor libertad en la organización del espacio y obtener viviendas de diferentes superficies según las necesidades de uso.

En Olivetti Sissa, colaboró ​​en la definición de la imagen de la empresa con la renovación y construcción de tiendas en varias ciudades italianas. El ejemplo pLo más significativo es la creación de la tienda Olivetti en la Via del Tritone de Roma. Demolida a finales de la década de 1950, el edificio albergaba un gran mural de Renato Guttuso, aunque Sissa prefería a Han Arp. La pintura de Guttuso, titulada "Boogie-Woogie", escenifica el baile homónimo y la electricidad generada por esa música procedente de América. Organizada en tres niveles, la tienda se define como "una obra solitaria y fascinante, una bocanada de oxígeno europeo liberada con fuerza en el aire estancado de una ciudad al borde de la asfixia". Esta obra de Sissa es el ejemplo que lo sitúa en sintonía con las tendencias racionalistas europeas más avanzadas y se presentará en la II Bienal de San Pablo de Brasil en 1953. Además de la de la Via del Tritone, diseña la reorganización de las tiendas de Asti, Pistoia, Frosinone, Ivrea y Módena. Para Olivetti, diseñó no solo edificios, sino también mobiliario, a menudo citado como ejemplo de estilo, y expositores para las famosas máquinas de escribir.

Sissa dejó Olivetti en 1943; la difícil decisión se debió a la creencia de que muchos arquitectos del grupo habían asumido posturas y comportamientos incompatibles con el estilo y los ideales de Adriano Olivetti y el movimiento comunitario. Respecto a la construcción de la Case di Canton Vesco, Sissa escribió al arquitecto Paolo Nestler en 1953: «Los edificios fueron modificados radicalmente durante la construcción, alterando y destruyendo su espíritu».

En 1949, Sissa regresó definitivamente a Roma, reanudando sus investigaciones sobre la arquitectura racionalista. La «Casa ad appartamenti», construida para el Istituto Nazionale Case per Impiegati dello Stato (I.N.C.I.S.) en Cremona, data de este período, al que Paolo Portoghesi se refiere como «una de las pocas arquitecturas aún muy fieles al clima racionalista».

Desde niño, Sissa compartió con su madre la pasión por el sueño de Mesopotamia. En 1953, atendió una convocatoria del gobierno iraquí publicada en el Messaggero y obtuvo el puesto de arquitecto jefe de desarrollo arquitectónico en Bagdad, cargo que ocuparía hasta 1958. Durante este período, su diseño se amplió para abarcar todos los sectores típicos: viviendas obreras, oficinas administrativas, hospitales, aeropuertos, escuelas, mercados, industrias, viviendas para zonas residenciales turísticas, viviendas para figuras importantes de la clase dirigente y para el rey. Así surgió en Bagdad un barrio de 1.500 viviendas obreras con edificios sociales, una planta lechera, el aeropuerto de Bagdad y Bamanni. En julio de 1955, Sissa regresó a Italia y residió entre Roma y Capri. Se incorporó al Grupo MAC/Espace como arquitecto junto con sus amigos Nino Franchina y Piero Dorazio, pero no participó activamente en las experiencias del Grupo. 1956 también marca la victoria del concurso para un monumento a Paesiello en Taranto, en colaboración con el escultor Nino Franchina.

Su segundo viaje a Irak, como arquitecto del Departamento de Vacaciones de Verano, comienza en 1957 y termina abruptamente en 1958, cuando Sissa se ve obligado a abandonar el país al estallar la revolución. El Pabellón de la Feria Italiana en Bagdad (1957) y las Casas de Descanso de Ur y Babilonia datan de este período. Su último viaje a Oriente Medio le brinda la oportunidad de continuar sus investigaciones en arqueología y fotografía. La experiencia en Oriente Medio influirá en la figura artística de Sissa: la escritura cuneiforme pronto se convertirá en una de sus fuentes de inspiración pictórica; a partir de los relieves negativos de los sellos sumerios, Sissa dibuja un modelo de escritura que traslada al lienzo.

En 1942, Sissa crea el mobiliario para la casa del filósofo Umberto Campagnolo, colega de Olivetti. A partir de 1945, las creaciones de Sissa comenzaron a aparecer en importantes revistas como "Stile", que incluía muebles para las casas Olivetti en Ivrea: salón, comedor, librería, silla, sillón, mesa, sofá y aparador. En 1948, el salón apareció como ejemplo en la Enciclopedia Treccani, junto con un comedor de Carlo Pagani y Lina Bo Bardi y un estudio de Ignazio Gardella. Al diseñar la tienda Olivetti en Roma, Sissa no se limitó a la estructura del edificio: también diseñó los soportes para las máquinas de escribir, las mesas de roble y los expositores. En este caso, los soportes para las máquinas de escribir se reducen a simples placas de pared o esbeltas jaulas en el suelo.

La obra fotográfica de Sissa (que hoy consta de más de 5000 documentos) da fe tanto de su actividad como diseñador y arquitecto, como de sus viajes por Oriente Medio y Europa, documentando paisajes, yacimientos arqueológicos y arquitectura que han ido desapareciendo con el paso de los años. En 1943, las fotos de Sissa aparecen en el primer volumen de la historia de la fotografía italiana, editado por Ermanno Scopinich. Sissa también aparece en la editorial "Fotografía" de Domus. Sus sujetos, en el centro de un cuadrado Son inevitablemente el eje central de las imágenes; este formato fue el preferido por muchos, desde Giuseppe Pagano hasta Munari o Alberto Lattuada. Para sus fotografías, Sissa utiliza una Rolleiflex, una cámara bióptica de 6x6 que compite con la Leica. El archivo privado de Ugo Sissa contiene 1000 fotos de álbumes familiares, 4100 fotos de arquitectura, de las cuales 200 corresponden a Alemania en 1938, 140 a Polonia y la arquitectura espontánea de los Zagros (1938), 500 a Italia entre 1938 y 1943, 2500 fotos de sus viajes que incluyen hallazgos arqueológicos realizados entre 1952 y 1957; más de 600 fotografías documentan su obra arquitectónica y pictórica, acompañadas de dibujos y transparencias. Durante su estancia en Mesopotamia, Sissa adoptó la técnica Tell de investigación superficial y comenzó a comprar objetos en el mercado de antigüedades, dando así vida a la colección de sus hallazgos. En 1984, la Administración Municipal de Mantua y el Museo Cívico de Palazzo Te le dedicaron una exposición, donde se exhibieron por primera vez los preciosos hallazgos, posteriormente adquiridos por la institución. El itinerario de la exposición, que incluye hallazgos desde el VI milenio a. C. hasta el siglo XIV d. C., se abrió al público en 1994. En muchos casos, Sissa había anotado en las piezas los lugares de procedencia con indicaciones precisas del descubrimiento, circunstancia que permitió situar los hallazgos en su contexto original. Las tipologías de los más de 200 objetos presentes en la colección abarcan desde herramientas, cerámicas, conos, tablillas grabadas en lengua cuneiforme, ladrillos, estatuillas, amuletos, sellos y perlas. Si bien las herramientas provienen de los asentamientos más antiguos de Mesopotamia y pertenecen a la fase prehistórica, los sellos son, en cambio, la pasión de Sissa. Desde su regreso de Mesopotamia, ha realizado allí estudios por su cuenta, estudios exhaustivos realizados por expertos y publicados en numerosas revistas contemporáneas del sector. De hecho, ya aparecen en un catálogo de 1959 publicado por Van Buren y en la Revue d'Assyriologie del año siguiente.

Como sugiere Giuseppe Mazzariol en el "Catálogo General" de las pinturas de Ugo Sissa, todas sus actividades son ininterrumpidas y el principio del conocimiento como valor absoluto de su orientación cultural e ideológica las domina.

Hasta la década de 1960, la actividad de Sissa como arquitecto lo absorbió por completo, y sus pinturas son intentos de investigación expresiva que van de la mano con su profesión. En los primeros años de la posguerra, Sissa intensificó su actividad pictórica y participó en algunas exposiciones colectivas. Se integra al ambiente clarividente de Mantua y luego centra su atención en los grupos milaneses que dieron origen a la investigación abstracta italiana. A partir de 1945, promueve las actividades expositivas de la Galleria del Pioppo, reuniendo a un pequeño círculo de artistas de las nuevas generaciones, entre ellos Edomondo Bacci y Emilio Vedova. El eclecticismo de este período abarca diversos temas: desde naturalezas muertas hasta paisajes y retratos, pasando por la experiencia del cubofuturismo y el período metafísico del Novecento Italiano. La necesidad de síntesis entre las artes lo lleva, en 1955, junto con sus amigos Dorazio y Franchina, a unirse al grupo M.a.c./Espace.

En los años sesenta, encuentra la dimensión adecuada en Venecia, un vibrante entorno cultural. Se recluye en su estudio en la calle Lion dei Greci, y luego en la calle Gritti. Sissa aborda la pintura como un alfabeto de signos y formas, centrándose en el método de trabajo serial, con preferencia por los colores puros, a menudo primarios. Estos son los años de las series: "Fiori" (1963-64), donde la naturaleza muerta se percibe a través de figuras geométricas obtenidas por sustracción; "Sete" (1963-65), "Trasformazioni" (1963-64), "Transizioni" (1964-65) y "Premonizioni" (1965-66), en las que se intensifican las interrelaciones entre una obra y otra; "Proliferazioni" (1966), que ve como protagonistas elementos de derivación fantástica; "Arianna" (1966-69), "Bacco e Arianna" (1967), "Ibernazioni" (1969-70), en la que la tendencia geométrica delimita formas cerradas para anunciar la posterior investigación formal de la serie "Nova". La reanudación de motivos y temas se convierte en un sistema donde la repetición posee un significado intrínseco y narrativo. Casi todas las obras de la serie llevan el mismo título y se distinguen por un número progresivo, una costumbre inaugurada por las vanguardias históricas para identificar composiciones no figurativas.

El cuadrado y el círculo se convierten ahora en los módulos principales de la composición, creando un código preciso con sus diversas combinaciones. La pintura de Sissa busca el orden de las constelaciones en las numerosas series inspiradas en este tema; «Nova» es la mayor de sus óleos y acrílicos, producida entre 1969 y 1977; Génesis, Canciones Espaciales, Rimas Espaciales, Cuásar, Púlsar, Campo Gravitatorio, Andrómeda, Carnaval Espacial, Equipo Espacial Intergaláctico... Sissa articula las formas como si fueran engranajes en movimiento: la armonía se establece. En la relación entre el simbolismo del círculo, su movimiento y su reconexión con las formas, utilizando los colores primarios como base. Las obras de estos años se basan en la relación entre arte y ciencia como posibilidad cognitiva y expresiva. Con la serie "Omaggi a Pisanello", se hace evidente la relación con su amigo Severini, con quien compartía la pasión por los personajes de la Commedia dell'Arte, así como el interés por la escenografía y la decoración teatral. La última investigación de Sissa será la de los "Gruppi Locali", iniciada en 1971 y reanudada en 1973, que se aproxima a la medida de los "peines" de su amigo Capogrossi. En este punto, sin embargo, Sissa trabaja a través del color con juegos de transparencia o incluso combinaciones neutras, creando relaciones cromáticas puras de luz y sombra.

Referencias

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Registros de identidad de Ugo Sissa:    ISNI: 0000 0001 0906 8165      VIAF: 61464688

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