/
/
// // // //

Diferencia entre revisiones de «Biblioteca de Alejandría»

m
Texto reemplazado: «}}↵↵» por «}} »
m (Texto reemplazado: «Suecia» por «Suecia»)
m (Texto reemplazado: «}}↵↵» por «}} »)
 
(No se muestran 5 ediciones intermedias del mismo usuario)
Línea 9: Línea 9:
La Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirla de la pequeña o ''hermana'' biblioteca en el Serapeo, fue fundada por los primeros Ptolomeos con el propósito de ayudar al mantenimiento de la civilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia que rodeaba a la ciudad alejandrina. Si bien es cierto que el traslado de Demetrio de Falero a Alejandría (en el año 296 a. C.|296-295 a. C.) está relacionado con la organización de la biblioteca, también es seguro que al menos el plan de esta institución fue elaborado bajo Ptolomeo Sóter (muerto alrededor de 284 a. C.), y que la finalización de la obra y su conexión con el Museo fue la obra máxima de su sucesor, Ptolomeo II Filadelfo. Como Estrabón no hace mención de la biblioteca en su descripción de los edificios del puerto, parece evidente que no estaba en esta parte de la ciudad; además, su conexión con el Museo permitiría ubicarla en el ''Brucheion'', el distrito real situado en el noreste de la ciudad.
La Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirla de la pequeña o ''hermana'' biblioteca en el Serapeo, fue fundada por los primeros Ptolomeos con el propósito de ayudar al mantenimiento de la civilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia que rodeaba a la ciudad alejandrina. Si bien es cierto que el traslado de Demetrio de Falero a Alejandría (en el año 296 a. C.|296-295 a. C.) está relacionado con la organización de la biblioteca, también es seguro que al menos el plan de esta institución fue elaborado bajo Ptolomeo Sóter (muerto alrededor de 284 a. C.), y que la finalización de la obra y su conexión con el Museo fue la obra máxima de su sucesor, Ptolomeo II Filadelfo. Como Estrabón no hace mención de la biblioteca en su descripción de los edificios del puerto, parece evidente que no estaba en esta parte de la ciudad; además, su conexión con el Museo permitiría ubicarla en el ''Brucheion'', el distrito real situado en el noreste de la ciudad.


Este santuario acogía un pequeño [[zoológico]], jardines, una gran sala para reuniones e incluso un laboratorio. Las salas que se dedicaron a la [[biblioteca]] acabaron siendo las más importantes de toda la institución, que fue conocida en el mundo intelectual de la antigüedad al ser única. Durante siglos, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde sus comienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumas a la adquisición de libros, con obras de Grecia, [[Persia]], [[India]], [[Palestina (región)|Palestina]], [[África]] y otras culturas, aunque predominaba la Literatura griega.
Este santuario acogía un pequeño [[zoológico]], jardines, una gran sala para reuniones e incluso un laboratorio. Las salas que se dedicaron a la [[biblioteca]] acabaron siendo las más importantes de toda la institución, que fue conocida en el mundo intelectual de la antigüedad al ser única. Durante siglos, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde sus comienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumas a la adquisición de libros, con obras de Grecia, Persia, India, Palestina, África y otras culturas, aunque predominaba la Literatura griega.


La biblioteca del Museo constaba de diez estancias dedicadas a la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Un gran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en sus mejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. En realidad se consideraba el edificio del Museo como un verdadero templo dedicado al saber.
La biblioteca del Museo constaba de diez estancias dedicadas a la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Un gran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en sus mejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. En realidad se consideraba el edificio del Museo como un verdadero templo dedicado al saber.
Línea 31: Línea 31:
*900.000 cuando Marco Antonio ofreció 200.000 volúmenes a Cleopatra, traídos de la [[Biblioteca de Pérgamo]].
*900.000 cuando Marco Antonio ofreció 200.000 volúmenes a Cleopatra, traídos de la [[Biblioteca de Pérgamo]].


Cada uno de estos volúmenes era un manuscrito que podía versar sobre temas diferentes. Se cree que allí estaban depositados tres volúmenes con el título de ''Historia del mundo'', cuyo autor era un sacerdote [[Babilonia|babilónico]] llamado Beroso, y que el primer volumen narraba desde la [[Creación (filosofía y teología)|Creación]] hasta el Diluvio, periodo que según él había durado 432.000 años, es decir, cien veces más que en la cronología que se cita en el Antiguo Testamento. Ese número permitió identificar el origen del saber de Beroso, la [[India]]. También se sabe que allí estaban depositadas más de cien obras del dramaturgo griego Sófocles, de las que sólo han perdurado siete.<ref>Whibley, Leonard; ''A Companion to Greek Studies'' 1916 pp. 122–123</ref>
Cada uno de estos volúmenes era un manuscrito que podía versar sobre temas diferentes. Se cree que allí estaban depositados tres volúmenes con el título de ''Historia del mundo'', cuyo autor era un sacerdote [[Babilonia|babilónico]] llamado Beroso, y que el primer volumen narraba desde la [[Creación (filosofía y teología)|Creación]] hasta el Diluvio, periodo que según él había durado 432.000 años, es decir, cien veces más que en la cronología que se cita en el Antiguo Testamento. Ese número permitió identificar el origen del saber de Beroso, la India. También se sabe que allí estaban depositadas más de cien obras del dramaturgo griego Sófocles, de las que sólo han perdurado siete.<ref>Whibley, Leonard; ''A Companion to Greek Studies'' 1916 pp. 122–123</ref>
{{clear}}
{{clear}}
===Los sabios===
===Los sabios===
Línea 102: Línea 102:
{{clear}}
{{clear}}
=== Supervivencia de la Biblioteca ===
=== Supervivencia de la Biblioteca ===
Después del desastroso incendio, la muerte de César y del ascenso de Augusto, Cleopatra VII se refugió en la ciudad de Tarso (en la actual [[Turquía]]) junto con Marco Antonio. Fue entonces cuando el triunvito le ofreció los 200.000 manuscritos traídos desde la [[biblioteca de Pérgamo]] (en Asia Menor), que Cleopatra depositó en la biblioteca como compensación por cualquier posible pérdida.
Después del desastroso incendio, la muerte de César y del ascenso de Augusto, Cleopatra VII se refugió en la ciudad de Tarso (en la actual Turquía) junto con Marco Antonio. Fue entonces cuando el triunvito le ofreció los 200.000 manuscritos traídos desde la [[biblioteca de Pérgamo]] (en Asia Menor), que Cleopatra depositó en la biblioteca como compensación por cualquier posible pérdida.


La existencia de la Biblioteca tras su supuesta destrucción queda confirmada por una inscripción hallada a principios del siglo XX, dedicada a Tiberio Claudio Balbilo (56). Como se apunta en ''Handbuch der Bibliothekswissenschaft'' (Georg Leyh, Wiesbaden 1955), Balbilus desempeñaba un cargo ''“supra Museum et ab Alexandrina bibliotheca”'' combinando la dirección del Museo y las bibliotecas como si de una academia se tratara.
La existencia de la Biblioteca tras su supuesta destrucción queda confirmada por una inscripción hallada a principios del siglo XX, dedicada a Tiberio Claudio Balbilo (56). Como se apunta en ''Handbuch der Bibliothekswissenschaft'' (Georg Leyh, Wiesbaden 1955), Balbilus desempeñaba un cargo ''“supra Museum et ab Alexandrina bibliotheca”'' combinando la dirección del Museo y las bibliotecas como si de una academia se tratara.
Línea 169: Línea 169:
El cronista y pensador atristotélico Ibn al-Kifti, afirmó en sus páginas que Amr se entrevistó con el comentarista aristotélico Juan Filópono, quien le pidió tomar una decisión sobre el futuro de los libros de la Biblioteca debido a que las actividades de este lugar estaban momentáneamente suspendidas. Amr no se atrevió a responder, y prefirió enviar otra misiva al califa, pidiendo instrucciones. La epístola tardó más de treinta días en llegar a las manos del polémico Omar, quien estaba ocupado para ese entonces en sus conquistas y en la redacción escrita del Corán. Pasados treinta días más, Amr recibió la respuesta través de un mensajero y leyó, no sin pesadumbre, a Filópono la decisión de Omar:
El cronista y pensador atristotélico Ibn al-Kifti, afirmó en sus páginas que Amr se entrevistó con el comentarista aristotélico Juan Filópono, quien le pidió tomar una decisión sobre el futuro de los libros de la Biblioteca debido a que las actividades de este lugar estaban momentáneamente suspendidas. Amr no se atrevió a responder, y prefirió enviar otra misiva al califa, pidiendo instrucciones. La epístola tardó más de treinta días en llegar a las manos del polémico Omar, quien estaba ocupado para ese entonces en sus conquistas y en la redacción escrita del Corán. Pasados treinta días más, Amr recibió la respuesta través de un mensajero y leyó, no sin pesadumbre, a Filópono la decisión de Omar:
{{Cita|Con relación a los libros que mencionas, aquí está mi respuesta. Si los libros contienen la misma doctrina del Corán, no sirven para nada porque repiten; si los libros no están de acuerdo con la doctrina del Corán, no tiene caso conservarlos.|}}
{{Cita|Con relación a los libros que mencionas, aquí está mi respuesta. Si los libros contienen la misma doctrina del Corán, no sirven para nada porque repiten; si los libros no están de acuerdo con la doctrina del Corán, no tiene caso conservarlos.|}}
Amr lamentó este criterio, pero fue obediente, según el historiador Abd al-Latif, y no vaciló en cumplir la orden recibida, con lo que la biblioteca de Alejandría fue incendiada y totalmente destruida. Añade Ibn al-Kifti que los papiros sirvieron como combustible para los baños públicos por espacio de seis meses.<ref>Es posible que los libros se emplearan para encender los fuegos, restingiéndo el número de libros quemados a una cierta cantidad diaria.</ref>
Amr lamentó este criterio, pero fue obediente, según el historiador Abd al-Latif, y no vaciló en cumplir la orden recibida, con lo que la biblioteca de Alejandría fue incendiada y totalmente destruida. Añade Ibn al-Kifti que los papiros sirvieron como combustible para los baños públicos por espacio de seis meses.<ref>Es posible que los libros se emplearan para encender los fuegos, restingiéndo el número de libros quemados a una cierta cantidad diaria.</ref>


321 580

ediciones

Artículo procedente de Urbipedia.org. Con licencia Creative Commons CC-BY-NC-SA excepto donde se indica otro tipo de licencia.
Origen o autoría y licencia de imágenes accesible desde PDF, pulsando sobre cada imagen.
https://www.urbipedia.org/hoja/Especial:MobileDiff/658258...689309