Diferencia entre revisiones de «Parque de María Luisa (Sevilla)»

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El parque se abrió al público finalmente el 18 de Abril de 1914. Con las obras de la Exposición, que sumarían a su recinto las grandes plazas de España y América y numerosas glorietas, ha quedado como fiel exponente de la composición ecléctica que presidió durante la primera mitad del siglo XX gran parte de las realizaciones de espacios ajardinados y de los que la ciudad de Sevilla es significativo ejemplo. Compromiso entre las formulaciones paisajísticas y la rigurosidad de los trazados de la ortodoxia francesa, su adaptación al Sur y al ambiente del regionalismo imperante en el momento, hizo de la glorieta la base en gran medida de su composición. Su acentuado carácter local pese a la filiación de los que intervinieron en su diseño, mostrada tangiblemente en el profuso uso de materiales de gran tradición como el ladrillo y la cerámica, lo convierte en un exponente significativo de una manera de abordar la jardinería pública hoy olvidada y relegada por otras de mucha mayor aceptación al gusto de los usuarios de estos tiempos. Parques como el Alamillo o el Infanta Elena con una nueva teoría naturalista casi de espacios rurales traídos al interior de la ciudad, con un uso masivo de vegetación autóctona hasta ahora no tradicionalmente usada en jardinería ornamental, han introducido una visión nueva que si ha de ser señalada por algo es por el olvido de la glorieta, acuerdo entre vegetación y arquitectura, que fue y es la base de la composición del gran parque de Sevilla.
El parque se abrió al público finalmente el 18 de Abril de 1914. Con las obras de la Exposición, que sumarían a su recinto las grandes plazas de España y América y numerosas glorietas, ha quedado como fiel exponente de la composición ecléctica que presidió durante la primera mitad del siglo XX gran parte de las realizaciones de espacios ajardinados y de los que la ciudad de Sevilla es significativo ejemplo. Compromiso entre las formulaciones paisajísticas y la rigurosidad de los trazados de la ortodoxia francesa, su adaptación al Sur y al ambiente del regionalismo imperante en el momento, hizo de la glorieta la base en gran medida de su composición. Su acentuado carácter local pese a la filiación de los que intervinieron en su diseño, mostrada tangiblemente en el profuso uso de materiales de gran tradición como el ladrillo y la cerámica, lo convierte en un exponente significativo de una manera de abordar la jardinería pública hoy olvidada y relegada por otras de mucha mayor aceptación al gusto de los usuarios de estos tiempos. Parques como el Alamillo o el Infanta Elena con una nueva teoría naturalista casi de espacios rurales traídos al interior de la ciudad, con un uso masivo de vegetación autóctona hasta ahora no tradicionalmente usada en jardinería ornamental, han introducido una visión nueva que si ha de ser señalada por algo es por el olvido de la glorieta, acuerdo entre vegetación y arquitectura, que fue y es la base de la composición del gran parque de Sevilla.
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==Relación de glorietas y otros espacios==
==Relación de glorietas y otros espacios==
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