Diferencia entre revisiones de «Biblioteca de Alejandría»

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== La biblioteca en la Antigüedad ==
== La biblioteca en la Antigüedad ==
[[Archivo:Oktadrachmon Ptolemaios II Arsinoe II.jpg|180px|thumb|Ptolomeo II y su esposa, impulsores de la Biblioteca.]]
[[Archivo:Oktadrachmon Ptolemaios II Arsinoe II.jpg|180px|thumb|Ptolomeo II y su esposa, impulsores de la Biblioteca.]]
La Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirla de la pequeña o ''hermana'' biblioteca en el [[Serapeo]], fue fundada por los primeros Ptolomeos con el propósito de ayudar al mantenimiento de la civilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia que rodeaba a la ciudad alejandrina. Si bien es cierto que el traslado de [[Demetrio de Falero]] a Alejandría (en el año 296 a. C.|296-[[295 a. C.]]) está relacionado con la organización de la biblioteca, también es seguro que al menos el plan de esta institución fue elaborado bajo Ptolomeo Sóter (muerto alrededor de 284 a. C.), y que la finalización de la obra y su conexión con el Museo fue la obra máxima de su sucesor, [[Ptolomeo II Filadelfo]]. Como Estrabón no hace mención de la biblioteca en su descripción de los edificios del puerto, parece evidente que no estaba en esta parte de la ciudad; además, su conexión con el Museo permitiría ubicarla en el ''Brucheion'', el distrito real situado en el noreste de la ciudad.
La Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirla de la pequeña o ''hermana'' biblioteca en el Serapeo, fue fundada por los primeros Ptolomeos con el propósito de ayudar al mantenimiento de la civilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia que rodeaba a la ciudad alejandrina. Si bien es cierto que el traslado de [[Demetrio de Falero]] a Alejandría (en el año 296 a. C.|296-[[295 a. C.]]) está relacionado con la organización de la biblioteca, también es seguro que al menos el plan de esta institución fue elaborado bajo Ptolomeo Sóter (muerto alrededor de 284 a. C.), y que la finalización de la obra y su conexión con el Museo fue la obra máxima de su sucesor, [[Ptolomeo II Filadelfo]]. Como Estrabón no hace mención de la biblioteca en su descripción de los edificios del puerto, parece evidente que no estaba en esta parte de la ciudad; además, su conexión con el Museo permitiría ubicarla en el ''Brucheion'', el distrito real situado en el noreste de la ciudad.


Este santuario acogía un pequeño [[zoológico]], jardines, una gran sala para reuniones e incluso un laboratorio. Las salas que se dedicaron a la [[biblioteca]] acabaron siendo las más importantes de toda la institución, que fue conocida en el mundo intelectual de la antigüedad al ser única. Durante siglos, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde sus comienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumas a la adquisición de libros, con obras de Grecia, [[Persia]], [[India]], [[Palestina (región)|Palestina]], [[África]] y otras culturas, aunque predominaba la [[literatura griega]].
Este santuario acogía un pequeño [[zoológico]], jardines, una gran sala para reuniones e incluso un laboratorio. Las salas que se dedicaron a la [[biblioteca]] acabaron siendo las más importantes de toda la institución, que fue conocida en el mundo intelectual de la antigüedad al ser única. Durante siglos, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde sus comienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumas a la adquisición de libros, con obras de Grecia, [[Persia]], [[India]], [[Palestina (región)|Palestina]], [[África]] y otras culturas, aunque predominaba la [[literatura griega]].
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La biblioteca del Museo constaba de diez estancias dedicadas a la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Un gran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en sus mejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. En realidad se consideraba el edificio del Museo como un verdadero templo dedicado al saber.
La biblioteca del Museo constaba de diez estancias dedicadas a la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Un gran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en sus mejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. En realidad se consideraba el edificio del Museo como un verdadero templo dedicado al saber.


Se sabe que desde el principio la biblioteca fue un apartado al servicio del Museo. Pero más tarde, cuando esta entidad adquirió gran importancia y volumen, hubo necesidad de crear un anexo cercano. Se cree que esta segunda biblioteca (la biblioteca hija) fue creada por Ptolomeo III Evergetes (246 a. C.-[[221 a. C.]]), y se estableció en la colina del barrio de Racotis (hoy llamada ''Karmuz''), en un lugar de Alejandría más alejado del mar; concretamente, en el antiguo templo erigido por los primeros Ptolomeos al dios [[Serapis (mitología)|Serapis]], llamado el [[Serapeo]], considerado como uno de los edificios más bellos de la Antigüedad. En la época del Imperio Romano, los emperadores la protegieron y modernizaron en gran medida, incorporando incluso calefacción central mediante tuberías con el fin de mantener los libros bien secos en los depósitos subterráneos.  
Se sabe que desde el principio la biblioteca fue un apartado al servicio del Museo. Pero más tarde, cuando esta entidad adquirió gran importancia y volumen, hubo necesidad de crear un anexo cercano. Se cree que esta segunda biblioteca (la biblioteca hija) fue creada por Ptolomeo III Evergetes (246 a. C.-221 a. C.), y se estableció en la colina del barrio de Racotis (hoy llamada ''Karmuz''), en un lugar de Alejandría más alejado del mar; concretamente, en el antiguo templo erigido por los primeros Ptolomeos al dios [[Serapis (mitología)|Serapis]], llamado el Serapeo, considerado como uno de los edificios más bellos de la Antigüedad. En la época del Imperio Romano, los emperadores la protegieron y modernizaron en gran medida, incorporando incluso calefacción central mediante tuberías con el fin de mantener los libros bien secos en los depósitos subterráneos.  


Los redactores de la biblioteca de Alexandría eran especialmente conocidos en Grecia por su trabajo sobre los textos homéricos. Los redactores más famosos generalmente llevaron el título de '''''bibliotecario principal'''''.  
Los redactores de la biblioteca de Alexandría eran especialmente conocidos en Grecia por su trabajo sobre los textos homéricos. Los redactores más famosos generalmente llevaron el título de '''''bibliotecario principal'''''.  
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Ptolomeo II encargó al poeta y filósofo [[Calímaco (poeta)|Calímaco]] la tarea de catalogación de todos los volúmenes y libros. Fue el primer bibliotecario de Alejandría, y en estos años las obras catalogadas llegaron al medio millón<ref>W.W. 1928. Ptolemy II. ''The Journal of Egyptian Archaeology'', 14(3/4), 246-260.</ref>. El resultado de su labor fue el ''[[Pinakes]]'', primer catálogo temático de la historia. Unas se presentaban en rollos de papiro o pergamino, que es lo que se llamaba "volúmenes", y otras en hojas cortadas, que formaban lo que se denominaba "tomos". Cada una de estas obras podía dividirse en "partes" o "libros". Se hacían copias a mano de las obras originales, es decir "ediciones", que eran muy estimadas (incluso más que las originales) por las correcciones llevadas a cabo. Las personas encargadas de la organización de la biblioteca y que ayudaban a Calímaco rebuscaban por todas las culturas y en todas las lenguas conocidas del mundo antiguo y enviaban negociadores que pudieran hacerse con bibliotecas enteras, unas veces para comprarlas tal cual, otras como préstamo para hacer copias.<ref>Erksine, Andrew. 1995. ''Culture and Power in Ptolemaic Egypt: The Museum and Library of Alexandria''. Greece & Rome, 2nd ser., 42(1), 38-48.</ref>
Ptolomeo II encargó al poeta y filósofo [[Calímaco (poeta)|Calímaco]] la tarea de catalogación de todos los volúmenes y libros. Fue el primer bibliotecario de Alejandría, y en estos años las obras catalogadas llegaron al medio millón<ref>W.W. 1928. Ptolemy II. ''The Journal of Egyptian Archaeology'', 14(3/4), 246-260.</ref>. El resultado de su labor fue el ''[[Pinakes]]'', primer catálogo temático de la historia. Unas se presentaban en rollos de papiro o pergamino, que es lo que se llamaba "volúmenes", y otras en hojas cortadas, que formaban lo que se denominaba "tomos". Cada una de estas obras podía dividirse en "partes" o "libros". Se hacían copias a mano de las obras originales, es decir "ediciones", que eran muy estimadas (incluso más que las originales) por las correcciones llevadas a cabo. Las personas encargadas de la organización de la biblioteca y que ayudaban a Calímaco rebuscaban por todas las culturas y en todas las lenguas conocidas del mundo antiguo y enviaban negociadores que pudieran hacerse con bibliotecas enteras, unas veces para comprarlas tal cual, otras como préstamo para hacer copias.<ref>Erksine, Andrew. 1995. ''Culture and Power in Ptolemaic Egypt: The Museum and Library of Alexandria''. Greece & Rome, 2nd ser., 42(1), 38-48.</ref>


Los grandes buques que llegaban al famoso [[puerto de Alejandría]] cargados de mercancías diversas eran inspeccionados por la guardia, tanto en busca de contrabando como de textos. Cuando encontraban algún rollo, lo confiscaban y lo llevaban en depósito a la biblioteca, donde los [[amanuense]]s se encargaban de copiarlo. Una vez hecha esa labor, el rollo era generalmente devuelto a sus dueños. El valor de estas copias era altísimo y muy estimado. La biblioteca de Alejandría llegó a ser la depositaria de las copias de todos los libros del mundo antiguo. Allí fue donde realmente se llevó a cabo por primera vez el arte de la edición crítica.
Los grandes buques que llegaban al famoso [[puerto de Alejandría]] cargados de mercancías diversas eran inspeccionados por la guardia, tanto en busca de contrabando como de textos. Cuando encontraban algún rollo, lo confiscaban y lo llevaban en depósito a la biblioteca, donde los Amanuenses se encargaban de copiarlo. Una vez hecha esa labor, el rollo era generalmente devuelto a sus dueños. El valor de estas copias era altísimo y muy estimado. La biblioteca de Alejandría llegó a ser la depositaria de las copias de todos los libros del mundo antiguo. Allí fue donde realmente se llevó a cabo por primera vez el arte de la edición crítica.


===Los libros===
===Los libros===
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*Los filósofos eran todos los demás, ya que la Filosofía abarcaba las ramas del pensamiento y la ciencia: física, ingeniería, biología, medicina, astronomía, geografía, matemáticas, ingeniería, literatura, y lo que nosotros llamamos filosofía.  
*Los filósofos eran todos los demás, ya que la Filosofía abarcaba las ramas del pensamiento y la ciencia: física, ingeniería, biología, medicina, astronomía, geografía, matemáticas, ingeniería, literatura, y lo que nosotros llamamos filosofía.  
[[Archivo:Wasserschraube.JPG|260px|thumb|Tornillo hidráulico, aplicación de los estudios de Arquímedes.]]  
[[Archivo:Wasserschraube.JPG|260px|thumb|Tornillo hidráulico, aplicación de los estudios de Arquímedes.]]  
Entre ellos se encontraban personajes tan conocidos como Arquímedes, el más notable científico y matemático de la antigüedad; [[Euclides]] que desarrolló allí su [[Geometría euclídea|Geometría]]; [[Hiparco de Nicea]], que explicó a todos la trigonometría‏‎, y defendió la visión [[Teoría geocéntrica|geocéntrica]] del universo; [[Aristarco de Samos|Aristarco]], que defendió todo lo contrario, es decir, el [[heliocentrismo|sistema heliocéntrico]] siglos antes de [[Copérnico]]; [[Eratóstenes de Cirene|Eratóstenes]], que escribió una geografía y compuso un mapa bastante exacto del mundo conocido; [[Herófilo de Calcedonia]], un fisiólogo que llegó a la conclusión de que la inteligencia no está en el corazón sino en el cerebro; los astrónomos [[Timócaris]] y [[Aristilo]]; [[Apolonio de Pérgamo]], gran matemático, que escribió en Alejandría ''[[Sobre las secciones cónicas]]'' ;[[Apolonio de Rodas]], autor de ''[[El viaje de los argonautas]]''; [[Herón de Alejandría]], un inventor de cajas de engranajes y también de unos aparatos movidos por vapor: es el autor de la obra ''Autómata'', la primera obra conocida sobre robots; el astrónomo y geógrafo Claudio Ptolomeo; [[Galeno]], quien escribió bastantes obras sobre el arte de la curación y sobre anatomía. La última persona insigne del Museo fue una mujer, [[Hipatia de Alejandría]], gran matemática y astrónoma, que tuvo una muerte atroz a manos de fanáticos cristianos.
Entre ellos se encontraban personajes tan conocidos como Arquímedes, el más notable científico y matemático de la antigüedad; Euclides que desarrolló allí su [[Geometría euclídea|Geometría]]; [[Hiparco de Nicea]], que explicó a todos la trigonometría‏‎, y defendió la visión [[Teoría geocéntrica|geocéntrica]] del universo; [[Aristarco de Samos|Aristarco]], que defendió todo lo contrario, es decir, el [[heliocentrismo|sistema heliocéntrico]] siglos antes de [[Copérnico]]; [[Eratóstenes de Cirene|Eratóstenes]], que escribió una geografía y compuso un mapa bastante exacto del mundo conocido; [[Herófilo de Calcedonia]], un fisiólogo que llegó a la conclusión de que la inteligencia no está en el corazón sino en el cerebro; los astrónomos [[Timócaris]] y [[Aristilo]]; [[Apolonio de Pérgamo]], gran matemático, que escribió en Alejandría ''[[Sobre las secciones cónicas]]'' ;[[Apolonio de Rodas]], autor de ''[[El viaje de los argonautas]]''; [[Herón de Alejandría]], un inventor de cajas de engranajes y también de unos aparatos movidos por vapor: es el autor de la obra ''Autómata'', la primera obra conocida sobre robots; el astrónomo y geógrafo Claudio Ptolomeo; Galeno, quien escribió bastantes obras sobre el arte de la curación y sobre anatomía. La última persona insigne del Museo fue una mujer, [[Hipatia de Alejandría]], gran matemática y astrónoma, que tuvo una muerte atroz a manos de fanáticos cristianos.


=== Testimonios ===
=== Testimonios ===
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*Tito Livio dice en sus referencias que la biblioteca de Alejandría era uno de los edificios más bellos que él había visto, con muchas salas llenas de estantes para los libros y habitaciones donde sólo los copistas podían estar, sin que fueran molestados. Incluso apunta el hecho de que cobraban por cada línea copiada.
*Tito Livio dice en sus referencias que la biblioteca de Alejandría era uno de los edificios más bellos que él había visto, con muchas salas llenas de estantes para los libros y habitaciones donde sólo los copistas podían estar, sin que fueran molestados. Incluso apunta el hecho de que cobraban por cada línea copiada.
*[[Lucio Anneo Séneca]], filósofo [[Córdoba (España)|cordobés]] y tío de Lucano (poeta cordobés), en el siglo I, escribió un libro llamado ''De tranquilitate animi''. En él cuenta, a través de una cita de Tito Livio, que en aquel incendio se llegaron a quemar 40.000 libros.
*[[Lucio Anneo Séneca]], filósofo [[Córdoba (España)|cordobés]] y tío de Lucano (poeta cordobés), en el siglo I, escribió un libro llamado ''De tranquilitate animi''. En él cuenta, a través de una cita de Tito Livio, que en aquel incendio se llegaron a quemar 40.000 libros.
*El biógrafo Plutarco (c. 46-[[125]]) viajó en varias ocasiones a Egipto, donde en Alejandría debió escuchar muchas historias sobre el famoso incendio. Escribió una biografía sobre Julio César y al tratar sobre la batalla en el mar, en ningún momento cuenta el incendio de la biblioteca, ya que en el desastre estaba implicado César y parece ser que no quiso manchar su nombre con aquel hecho. El mismo Julio César, en su obra ''Bellum civile'' donde habla de aquella batalla, omite por completo el incendio de la biblioteca. Otros escritores de la misma época también silencian la relación de César con el incendio de Alejandría.
*El biógrafo Plutarco (c. 46-125) viajó en varias ocasiones a Egipto, donde en Alejandría debió escuchar muchas historias sobre el famoso incendio. Escribió una biografía sobre Julio César y al tratar sobre la batalla en el mar, en ningún momento cuenta el incendio de la biblioteca, ya que en el desastre estaba implicado César y parece ser que no quiso manchar su nombre con aquel hecho. El mismo Julio César, en su obra ''Bellum civile'' donde habla de aquella batalla, omite por completo el incendio de la biblioteca. Otros escritores de la misma época también silencian la relación de César con el incendio de Alejandría.
*Mucho más tarde, en el siglo IV, San Juan Crisóstomo hace una relación del estado en que se encontraba en aquellos años la brillante ciudad de Alejandría, y comenta que la desolación y destrucción son tales que no se puede adivinar ni el lugar donde se encontraba el Soma (el mausoleo de Alejandro) ni la sombra de la gran Biblioteca.
*Mucho más tarde, en el siglo IV, San Juan Crisóstomo hace una relación del estado en que se encontraba en aquellos años la brillante ciudad de Alejandría, y comenta que la desolación y destrucción son tales que no se puede adivinar ni el lugar donde se encontraba el Soma (el mausoleo de Alejandro) ni la sombra de la gran Biblioteca.
*En el siglo XV, un escriba se molestó en traducir al latín los comentarios de [[Juan Tzetzes]] (c. 1110 - c. 1180), que fue un filólogo bizantino. Dichos comentarios estaban tomados de la obra ''Prolegómenos a Aristófanes''. Tzetzes habla en ellos acerca de la Biblioteca.
*En el siglo XV, un escriba se molestó en traducir al latín los comentarios de [[Juan Tzetzes]] (c. 1110 - c. 1180), que fue un filólogo bizantino. Dichos comentarios estaban tomados de la obra ''Prolegómenos a Aristófanes''. Tzetzes habla en ellos acerca de la Biblioteca.
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===Atribución del incendio a Julio César===
===Atribución del incendio a Julio César===
[[Archivo:Cleopatra and Caesar by Jean-Leon-Gerome.jpg|thumb|250px|Julio César y Cleopatra, por Jean-Leon Gérôme.]]
[[Archivo:Cleopatra and Caesar by Jean-Leon-Gerome.jpg|thumb|250px|Julio César y Cleopatra, por Jean-Leon Gérôme.]]
Suele afirmarse, equivocadamente, que el primero de todos los ataques contra la Biblioteca de Alejandría fue el perpetrado por los romanos: Julio César, en persecución de Pompeyo, derrotado en Farsalia, arribó a Egipto para encontrarse con que su antiguo compañero y yerno había sido asesinado por orden de [[Potino]], el [[visir]] del rey [[Ptolomeo XIII Filópator]], para congraciarse con su persona. Egipto padecía una guerra civil por la sucesión del trono, y pronto César se inclinó a favor de la hermana del rey, Cleopatra VII. Consciente de que no podría derrotar a Roma, pero sí a César, y ganarse la gratitud de sus rivales en el Senado, Potino le declaró la guerra. El 9 de noviembre del 48 a. C., las tropas egipcias, comandadas por un general mercenario de nombre Aquila, asediaron a César en el palacio real de la ciudad e intentaron capturar las naves romanas en el puerto. En medio de los combates, teas incendiarias fueron lanzadas por orden de César contra la flota egipcia, reduciéndola a las llamas en pocas horas.  
Suele afirmarse, equivocadamente, que el primero de todos los ataques contra la Biblioteca de Alejandría fue el perpetrado por los romanos: Julio César, en persecución de Pompeyo, derrotado en Farsalia, arribó a Egipto para encontrarse con que su antiguo compañero y yerno había sido asesinado por orden de [[Potino]], el Visir del rey [[Ptolomeo XIII Filópator]], para congraciarse con su persona. Egipto padecía una guerra civil por la sucesión del trono, y pronto César se inclinó a favor de la hermana del rey, Cleopatra VII. Consciente de que no podría derrotar a Roma, pero sí a César, y ganarse la gratitud de sus rivales en el Senado, Potino le declaró la guerra. El 9 de noviembre del 48 a. C., las tropas egipcias, comandadas por un general mercenario de nombre Aquila, asediaron a César en el palacio real de la ciudad e intentaron capturar las naves romanas en el puerto. En medio de los combates, teas incendiarias fueron lanzadas por orden de César contra la flota egipcia, reduciéndola a las llamas en pocas horas.  


Por algunas fuentes clásicas puede parecer que este incendio se habría extendido hasta los depósitos de libros de la Gran Biblioteca, cercanos al puerto. Séneca confirma en su ''De tranquilitate animi'' la pérdida de 40.000 rollos en este desafortunado incidente (''“quadraginta milia librorum Alexandriae arserunt”''), citando su fuente, el perdido libro CXII de Tito Livio, quien fue contemporáneo del desastre. Paulo Orosio reitera en pleno siglo V esta cifra en su ''Historiarum adversum paganos'':<ref>VI, 16, 31-33</ref> ''“...al invadir las llamas parte de la ciudad consumieron cuarenta mil libros depositados por casualidad en los edificios...”'' Dión Casio‏‎<ref>XLII, 38, 2-5</ref> alude a la destrucción de los almacenes (''apothekai'') del puerto, algunos de los cuales contenían rollos. Por su parte, [[Plutarco de Queronea]]<ref>''Vida de César'', XLIX, 3, 2-3</ref> es el primero en mencionar de modo explícito la extensión del fuego a la gran Biblioteca de Alejandría como si hubiera quedado reducida a cenizas para siempre, y no sólo un descalabro parcial. Sin embargo, tajante afirmación de Plutarco acerca del incendio de la Biblioteca parece tener origen en un error filológico, provocado por el cambio de significado de término griego ''bibliotheke'' a finales del siglo I y principios del II. La palabra perdió su connotación de “biblioteca” para significar “colección de libros” (como la “Biblioteca Histórica” de Diodoro Sículo). Entretanto, “biblioteca” se designaría como ''apothekai tôn bibliôn'' (literalmente: almacén de libros), y el diferente significado atribuido a estos términos habría dado lugar a la confusión. [[Aulo Gelio]]<ref>VII, 17, 3</ref>, y el muy posterior Amiano Marcelino‏‎<ref>XXII, 16, 13</ref> aportan una información similar a la anterior, siendo víctimas del mismo error de significado, probablemente repetido por la ignorancia o la credulidad de sus contemporáneos.
Por algunas fuentes clásicas puede parecer que este incendio se habría extendido hasta los depósitos de libros de la Gran Biblioteca, cercanos al puerto. Séneca confirma en su ''De tranquilitate animi'' la pérdida de 40.000 rollos en este desafortunado incidente (''“quadraginta milia librorum Alexandriae arserunt”''), citando su fuente, el perdido libro CXII de Tito Livio, quien fue contemporáneo del desastre. Paulo Orosio reitera en pleno siglo V esta cifra en su ''Historiarum adversum paganos'':<ref>VI, 16, 31-33</ref> ''“...al invadir las llamas parte de la ciudad consumieron cuarenta mil libros depositados por casualidad en los edificios...”'' Dión Casio‏‎<ref>XLII, 38, 2-5</ref> alude a la destrucción de los almacenes (''apothekai'') del puerto, algunos de los cuales contenían rollos. Por su parte, [[Plutarco de Queronea]]<ref>''Vida de César'', XLIX, 3, 2-3</ref> es el primero en mencionar de modo explícito la extensión del fuego a la gran Biblioteca de Alejandría como si hubiera quedado reducida a cenizas para siempre, y no sólo un descalabro parcial. Sin embargo, tajante afirmación de Plutarco acerca del incendio de la Biblioteca parece tener origen en un error filológico, provocado por el cambio de significado de término griego ''bibliotheke'' a finales del siglo I y principios del II. La palabra perdió su connotación de “biblioteca” para significar “colección de libros” (como la “Biblioteca Histórica” de Diodoro Sículo). Entretanto, “biblioteca” se designaría como ''apothekai tôn bibliôn'' (literalmente: almacén de libros), y el diferente significado atribuido a estos términos habría dado lugar a la confusión. [[Aulo Gelio]]<ref>VII, 17, 3</ref>, y el muy posterior Amiano Marcelino‏‎<ref>XXII, 16, 13</ref> aportan una información similar a la anterior, siendo víctimas del mismo error de significado, probablemente repetido por la ignorancia o la credulidad de sus contemporáneos.
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===Los desastres de los siglos III y IV ===
===Los desastres de los siglos III y IV ===


Sin embargo, a finales del siglo II y a lo largo del Siglo III|III, una serie de desastres se abatieron sobre la antigua capital de los Ptolomeos: en primer lugar, la llamada [[Guerra Bucólica]] (172-5), que se extendió hasta Alejandría; a ésta subisguieron la rebelión de los usurpadores [[Avidio Casio]] (175) y [[Pescenio Níger]] (193-4); el brutal saco de Alejandría por capricho de Caracalla (215); la pléyade de tumultos y revueltas civiles y militares que hubo durante la [[Anarquía Militar]] a raíz de la crisis económica y la aplastante presión fiscal; los ataques de los [[blemmí]]es… La ciudad fue destrozada por Valeriano (253); de nuevo en 269, cuando se dio la desastrosa conquista de la ciudad por [[Zenobia]], reina de [[Palmira]]; y en el 273, cuando [[Aureliano]], al reconquistarla para los romanos, saqueó y destruyó completamente el Bruchión, desastre al que no pudieron sobrevivir ni el Museo ni la Biblioteca. Se dice que en aquella ocasión los sabios griegos se refugiaron en el Serapeo, que nunca sufrió con tales desastres, y otros emigraron a [[Bizancio]]. Finalmente, en 297 la revuelta del usurpador [[Domicio Domiciano|Lucio Domicio Domiciano]] acabó con Alejandría tomada y saqueada por las tropas de Diocleciano, tras un asedio de ocho meses (victoria conmemorada por el llamado “Pilar de Pompeyo”). Se dice que tras la capitulación de la ciudad, Diocleciano ordenó que la carnicería continuara hasta que la sangre llegara a las rodillas de su caballo. La accidental caída de éste libró a los alejandrinos de la muerte, y para conmemorar el hecho erigieron una estatua al caballo. Diocleciano ordenó asimismo quemar millares de libros relacionados con la alquimia y las ciencias herméticas, para evitar que alguien pusiera en peligro la estabilidad monetaria que a duras penas se había conseguido restaurar.
Sin embargo, a finales del siglo II y a lo largo del Siglo III|III, una serie de desastres se abatieron sobre la antigua capital de los Ptolomeos: en primer lugar, la llamada [[Guerra Bucólica]] (172-5), que se extendió hasta Alejandría; a ésta subisguieron la rebelión de los usurpadores [[Avidio Casio]] (175) y [[Pescenio Níger]] (193-4); el brutal saco de Alejandría por capricho de Caracalla (215); la pléyade de tumultos y revueltas civiles y militares que hubo durante la [[Anarquía Militar]] a raíz de la crisis económica y la aplastante presión fiscal; los ataques de los [[blemmí]]es… La ciudad fue destrozada por Valeriano (253); de nuevo en 269, cuando se dio la desastrosa conquista de la ciudad por Zenobia, reina de [[Palmira]]; y en el 273, cuando Aureliano, al reconquistarla para los romanos, saqueó y destruyó completamente el Bruchión, desastre al que no pudieron sobrevivir ni el Museo ni la Biblioteca. Se dice que en aquella ocasión los sabios griegos se refugiaron en el Serapeo, que nunca sufrió con tales desastres, y otros emigraron a [[Bizancio]]. Finalmente, en 297 la revuelta del usurpador [[Domicio Domiciano|Lucio Domicio Domiciano]] acabó con Alejandría tomada y saqueada por las tropas de Diocleciano, tras un asedio de ocho meses (victoria conmemorada por el llamado “Pilar de Pompeyo”). Se dice que tras la capitulación de la ciudad, Diocleciano ordenó que la carnicería continuara hasta que la sangre llegara a las rodillas de su caballo. La accidental caída de éste libró a los alejandrinos de la muerte, y para conmemorar el hecho erigieron una estatua al caballo. Diocleciano ordenó asimismo quemar millares de libros relacionados con la alquimia y las ciencias herméticas, para evitar que alguien pusiera en peligro la estabilidad monetaria que a duras penas se había conseguido restaurar.


En 330, con la fundación de la nueva capital imperial, [[Constantinopla]], es probable que parte del contenido del Serapeum fuera incautado por las autoridades imperiales y trasladado a la Nueva Roma.
En 330, con la fundación de la nueva capital imperial, [[Constantinopla]], es probable que parte del contenido del Serapeum fuera incautado por las autoridades imperiales y trasladado a la Nueva Roma.
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Su Apóstol.
Su Apóstol.
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|style="text-align: right;"|([[Jorge Luis Borges]]).<ref>En ''Obra Poética'', Emecé, Buenos Aires, 1977, pp. 507-508.</ref>
|style="text-align: right;"|(Jorge Luis Borges).<ref>En ''Obra Poética'', Emecé, Buenos Aires, 1977, pp. 507-508.</ref>
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En el siglo VI hubo en Alejandría luchas violentas entre [[Monofisismo|monofisitas]] y [[Melquitismo|melquitas]] y más tarde aún, en el 616 los persas de [[Cosroes II]] tomaron la ciudad. Alejandría seguía siendo, no obstante, una de las mayores metrópolis mediterráneas en el momento de la conquista musulmana, en 642, tras 14 meses de asedio. El historiador [[Eutiquio]] cita una carta escrita hacia el viernes de la luna nueva de Moharram del año vigésimo de la [[Hégira]]<ref>22 de diciembre de 642)</ref> donde el comandante musulmán [[Amr ibn al-Ass]], al entrar en la ciudad, se dirigió al segundo sucesor de Mahoma, al califa [[Umar ibn al-Jattab]] e hizo un inventario de lo encontrado en la ciudad de Alejandría: ''"4.000 palacios, 4.000 baños, 12.000 mercaderes de aceite, 12.000 jardineros, 40.000 judíos y 400 teatros y lugares de esparcimiento"''.
En el siglo VI hubo en Alejandría luchas violentas entre [[Monofisismo|monofisitas]] y [[Melquitismo|melquitas]] y más tarde aún, en el 616 los persas de [[Cosroes II]] tomaron la ciudad. Alejandría seguía siendo, no obstante, una de las mayores metrópolis mediterráneas en el momento de la conquista musulmana, en 642, tras 14 meses de asedio. El historiador [[Eutiquio]] cita una carta escrita hacia el viernes de la luna nueva de Moharram del año vigésimo de la Hégira<ref>22 de diciembre de 642)</ref> donde el comandante musulmán [[Amr ibn al-Ass]], al entrar en la ciudad, se dirigió al segundo sucesor de Mahoma, al califa [[Umar ibn al-Jattab]] e hizo un inventario de lo encontrado en la ciudad de Alejandría: ''"4.000 palacios, 4.000 baños, 12.000 mercaderes de aceite, 12.000 jardineros, 40.000 judíos y 400 teatros y lugares de esparcimiento"''.


El cronista y pensador atristotélico [[Ibn al-Kifti]], afirmó en sus páginas que Amr se entrevistó con el comentarista aristotélico [[Juan Filópono]], quien le pidió tomar una decisión sobre el futuro de los libros de la Biblioteca debido a que las actividades de este lugar estaban momentáneamente suspendidas. Amr no se atrevió a responder, y prefirió enviar otra misiva al califa, pidiendo instrucciones. La epístola tardó más de treinta días en llegar a las manos del polémico Omar, quien estaba ocupado para ese entonces en sus conquistas y en la redacción escrita del Corán. Pasados treinta días más, Amr recibió la respuesta través de un mensajero y leyó, no sin pesadumbre, a Filópono la decisión de Omar:  
El cronista y pensador atristotélico [[Ibn al-Kifti]], afirmó en sus páginas que Amr se entrevistó con el comentarista aristotélico [[Juan Filópono]], quien le pidió tomar una decisión sobre el futuro de los libros de la Biblioteca debido a que las actividades de este lugar estaban momentáneamente suspendidas. Amr no se atrevió a responder, y prefirió enviar otra misiva al califa, pidiendo instrucciones. La epístola tardó más de treinta días en llegar a las manos del polémico Omar, quien estaba ocupado para ese entonces en sus conquistas y en la redacción escrita del Corán. Pasados treinta días más, Amr recibió la respuesta través de un mensajero y leyó, no sin pesadumbre, a Filópono la decisión de Omar:  
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*En otra ocasión, [[Demetrio de Falero]] (que además era un gran viajero), estando en Grecia, convenció a los atenienses para que enviasen a Alejandría los manuscritos de Esquilo‏‎ (que estaban depositados en el archivo del teatro de Dionisos, en la ciudad de [[Atenas]]), para ser copiados. Cuando se hacía una petición como ésta, la costumbre era depositar una elevada cantidad de dinero hasta la devolución de los textos. Los manuscritos llegaron al Museo, se hicieron las copias correctamente, pero no volvieron a su lugar de origen, sino que lo que se devolvió fueron las copias realizadas en la biblioteca. De esta manera [[Ptolomeo Filadelfo]] perdió la gran suma del depósito cedido, pero prefirió quedarse para su biblioteca el tesoro que suponían los manuscritos.
*En otra ocasión, [[Demetrio de Falero]] (que además era un gran viajero), estando en Grecia, convenció a los atenienses para que enviasen a Alejandría los manuscritos de Esquilo‏‎ (que estaban depositados en el archivo del teatro de Dionisos, en la ciudad de [[Atenas]]), para ser copiados. Cuando se hacía una petición como ésta, la costumbre era depositar una elevada cantidad de dinero hasta la devolución de los textos. Los manuscritos llegaron al Museo, se hicieron las copias correctamente, pero no volvieron a su lugar de origen, sino que lo que se devolvió fueron las copias realizadas en la biblioteca. De esta manera [[Ptolomeo Filadelfo]] perdió la gran suma del depósito cedido, pero prefirió quedarse para su biblioteca el tesoro que suponían los manuscritos.


*En el [[Concilio de Nicea]] (año 325) se decidió que la fecha para la Pascua de la Resurrección fuera calculada en Alejandría, pues por aquel entonces el Museo de esta ciudad era considerado como el centro astronómico más importante. Después de muchos estudios resultó una labor imposible; los conocimientos para poderlo llevar a cabo no eran todavía suficientes. El principal problema era la diferencia de [[día]]s, llamada ''spacta'', entre el año solar y el año lunar además de la diferencia que había entre el año astronómico y el año del calendario juliano, que era el que estaba en uso.
*En el Concilio de Nicea (año 325) se decidió que la fecha para la Pascua de la Resurrección fuera calculada en Alejandría, pues por aquel entonces el Museo de esta ciudad era considerado como el centro astronómico más importante. Después de muchos estudios resultó una labor imposible; los conocimientos para poderlo llevar a cabo no eran todavía suficientes. El principal problema era la diferencia de [[día]]s, llamada ''spacta'', entre el año solar y el año lunar además de la diferencia que había entre el año astronómico y el año del calendario juliano, que era el que estaba en uso.


*La biblioteca completa del filósofo Aristóteles, su obra y sus libros se custodiaban en este lugar. Algunos autores creen que la compró Ptolomeo II. Todo se perdió. Había también veinte versiones diferentes de La Odisea‏‎, la obra ''La esfera y el movimiento'' de [[Autólico de Pitano]], ''Los Elementos'' de Hipócrates de [[Quíos]] y tantas obras de las que no se conserva más que el nombre y el recuerdo.
*La biblioteca completa del filósofo Aristóteles, su obra y sus libros se custodiaban en este lugar. Algunos autores creen que la compró Ptolomeo II. Todo se perdió. Había también veinte versiones diferentes de La Odisea‏‎, la obra ''La esfera y el movimiento'' de [[Autólico de Pitano]], ''Los Elementos'' de Hipócrates de [[Quíos]] y tantas obras de las que no se conserva más que el nombre y el recuerdo.
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A comienzos del siglo XXI existen en el mundo seis grandes bibliotecas:
A comienzos del siglo XXI existen en el mundo seis grandes bibliotecas:
:*[[Biblioteca del Congreso de Estados Unidos]], Washington D.C.(Library of Congress)
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:*[[British Library]], Londres
:*British Library, Londres
:*Biblioteca Nacional {{Francia}}, París (Bibliothèque nationale)
:*Biblioteca Nacional {{Francia}}, París (Bibliothèque nationale)
:*[[Harvard University Library]], Cambridge, Massachusetts
:*[[Harvard University Library]], Cambridge, Massachusetts
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