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Museo de la Universidad de Alicante
Este Museo de la Universidad de Alicante proyectado por Alfredo Payá en 1994, se inscribe en el Campus de la Universidad de Alicante, dentro del término municipal de San Vicente de Raspeig (Provincia de Alicante, España).
El paisaje universitario, heterogéneo y diverso, es el resultado de sucesivos concursos de arquitectura. El Museo se ha construido en una parcela de 140x140 m próxima a la autovía que circunvala el campus de la Universidad. El entorno del Museo está condicionado por la cercanía de la carretera, por el ruido continuo que genera y el escaso atractivo que su imagen proporciona.
Por todo esto y con el objeto de singularizar el edificio dentro de la ya heterogénea trama del conjunto universitario, se planteó ocupar el solar con una lámina de agua interrumpida por un gran patio excavado desde donde emerge la caja de madera que refleja su imagen sobre las aguas del estanque que le rodea. A propósito de la relación del Museo con su entorno, comenta el autor: "pretendía que desde el patio desaparecieran las vistas de la universidad y apareciera una visión de las montañas lejanas"...
Los materiales empleados son: hormigón armado en los muros de contención del terreno, que están aplacados con travertino. Travertino, también en los pavimentos del patio -al corte y con poro abierto- y del interior, apomazado y con el poro cerrado. La cubierta y los cerramientos se construyen con un muro de doble hoja: un panel sandwich (compuesto por un tablero fenólico de 15 mm acabado en madera de eyong, un aislamiento de lana de roca y un tablero DM de 2 mm) en el exterior; y un tablero de DM de 19 mm para la cara interior. Las carpinterías están formadas por pletinas de aluminio anonizado, y los lucernarios de la caja tienen unas lamas de aluminio que protegen de la excesiva radiación solar. Una serie de mamparas y vitrinas modulares flexibilizan el uso del interior.La estructura de la sala de exposiciones itinerantes se construye con vigas de perfiles HEB-600 y forjado de chapa metálica colaborante.
En el edificio de la música la estructura es metálica, de grandes pórticos empotrados en la parte superior de los pilares y articulados en la inferior. Los pórticos se arriostraban con perfiles que posteriormente soportarían los lucernarios. Galerías de servicio transitables, que permiten el paso de las instalaciones discurren a través de las vigas y los pilares.
La construcción mediante elementos que se reciben en obra y se colocan en seco prácticamente, condiciona muchas decisiones dimensionales a la recepción de los materiales, y la idea del proyecto se va formalizando al mismo tiempo que la obra avanza.
El Museo está concebido como la articulación de un conjunto de cuatro piezas que se corresponden unívocamente con las funciones que el programa plantea. La modulación de la estructura le proporciona diafanidad a sus espacios, que son susceptibles a cualquier distribución posterior y capaces de albergar otros usos.
En la caja de música, pensada como un pabellón inmerso en un jardín y espacio protagonista, está presente la idea de espacio contenedor y su construcción nos remite a la arquitectura fabril de grandes naves. Destaca el tratamiento de la luz natural conseguida con una serie de lucernarios colocados entre viga y viga. El diseño de los detalles está condicionado a la fabricación industrial.
El Museo está generado por un número reducido de ideas que se transmiten con fuerza y que le hacen más bellamente comprensible.Esta obra nos recuerda el orden de la arquitectura miessiana, su modulación y la serenidad de sus espacios.
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
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