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Monasterio de Batalha

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Monasterio de Batalha

El Convento de Santa Maria da Vitória (también conocido como Monasterio de Batalha) se sitúa en Batalha, Portugal y fue mandado edificar por el rey Juan I como agradecimento del auxilio divino y celebración de la victoria en la Batalla de Aljubarrota.

Historia[editar]

En el inicio de las obras del Monasterio de Batalha fue construido un pequeño templo, cuyos vestigios eran todavía visibles en los albores del siglo XIX. En esta edificación, Santa Maria-a-Velha (Santa María la Vieja), también conocida por Igreja Velha (Iglesia Vieja) se celebraba la misa (las crónicas de la época dicen que era una iglesia humilde) dando servicio religioso a los habitantes de la zona.

Se sabe que al proyecto inicial corresponden la iglesia, el claustro y las dependencias anexas del monásticas inherentes, como la Sala Capitular, la sacristía, el refectorio y anexos. Es un dodelo que se asemeja al adoptado, en términos de organización interna, al del gran monasterio alcobacense.

La Capela do Fundador (Capilla del Fundador), es una capilla funeraria, que fue añadida al proyecto inicial por el propio rey Juan I. Lo mismo sucedió con la rotonda funeraria conocida por Capelas Imperfeitas (Capillas imperfectas), iniciativa del rey Duarte.

El claustro menor y las dependencias adyacentes, se deben a la iniciativa del rey Afonso V, siendo notable los desintereses de Juan II por la edificación, que volvería a recibir los favores reales de Manuel I, pero únicamente hasta 1516-1517, o sea, hasta su decisión de mejorar decididamente la “fábrica” del Monasterio de los Jerónimos.

El monasterio fue restaurado en el siglo XIX, bajo la dirección de Luís Mouzinho de Albuquerque, de acuerdo con la traza de Thomas Pitt, viajero inglés que estuvo en Portugal a finales del siglo XVIII y que fue la persona que diera a conocer por toda Europa el monasterio a través de sus grabados. En esta restauración el edificio sufrió transformaciones más o menos profundas, marcadas por la destrucción de dos claustros, al lado de las "Capelas Imperfeitas" y, en un marco fr extinción de las órdenes religiosas en Portugal, por la retirada total de los símbolos religiosos, buscando convertir el monasterio en un símbolo glorioso de la Dinastía de Avis y sobre todo de su primera generación (la denominada Ínclita Geração -generación ínclita- de Camões). Data de esta fecha la actual configuración de la "Capela do Fundador" y la vulgarización del término de Monasterio de Batalha (para celebrar la victoria sobre España en la Aljubarrota) en detrimento de Santa Maria da Vitória, en una tentativa de erradicar definitivamente las denominaciones que recordasen el pasado religioso del edificio.

El monasterio fue construido para agradecer a la Virgen María la victoria de las tropas de Portugal la victoria sobre la Castellanos en la Batalla de Aljubarrota en 1385, cumpliendo la promisa del rey Juan I. La batalla puso final a la Crisis de 1383-1385. El monasterio tomó dos anos para ser construido empezándose en 1386 y finalizando circa 1517, durante el reinado de casi siete reyes. Tomó los esfuerzos de casi quince arquitectos (Mestre das Obras da Batalha), pero para siete de ellos el título no fue nada más que un honor donado temporalmente. La construcción requirió un enorme esfuerzo, usando recursos extraordinarios, tanto humanos como materiales. Se incluyeron en el diseño nuevos estilos que eran nuevos en el Portugal de la época.

Los arquitectos[editar]

El trabajo fue comenzado por el arquitecto portugués Afonso Domingues quien se encargó de la obra hasta 1402. Él fue quién diseñó muchas estructuras en la iglesia y del monasterio. Su estilo era Rayonnant Gótico, por lo tanto hay influencias del periodo inglés denominado Periodo Perpendicular. Hay similaridades con la fachada de York Minster y de la Catedral de Canterbury. El trabajo de Domingues fue seguido por Huguet durante 1402 hasta el año 1438.

Este arquitecto fue probablemente un descendiente de catalanes, introdujo el estilo Flamboyante dentro del Gótico. Esto se puede ver manifiesto en la fachada principal, la cúpula de Sala Capitular. él fue el responsable de hacer crecer la nave a una altura de 32.46 m. Alterando las proporciones del interior de la iglesia haciendo que parezca más aguda, completó el transepto pero murió antes de completar las capillas imperfectas.

Durante el reinado de Alfonso V, el arquitecto portugués Fernão de Évora continuó el proceso de construcción durante 1448 y 1477. Fue el que añadió el cenobio de Afonso V. Fue sucedido por el arquitecto Mateus Fernandes el viejo en el periodo de 1480-1515. Este maestro era un experto del estilo manuelino y dejó su impronta en las Capelas Imperfeitas y en el portal. Junto con el famoso Boytac realizó el arco de tracería en el Claustro Real.

Trabajó en el monasterio de continuando en el reinado de Juan III con la adicción del Renacimiento y tribuna (1532) por Juan de Castilla. La construcción construcción se interrumpió, cuando el rey decidió poner sus esfuerzos en Lisboa balanceando la carga con los Monasterios de Jerónimos en Lisboa. El terremoto de 1755 hizo daño en el edificio, pero mucho más grande fueron los daños infringidos por las tropas napoleónicas de Masséna, quien saqueó y quemó el edificio en 1810 y 1811. Posteriormente cuando los Dominicos abandonaron el edificio en el año 1834, la iglesia y el monasterio se encontraban en ruinas. En el 1840 el rey Fernando II comenzó un programa de de restauración del monasterio abandonado, salvando de esta forma el edificio gótico. La restauración duró hasta bien comenzado el siglo XX. Fue declarado monumento nacional en el año 1907. En el año 1980 el monasterio fue convertido en museo. En 1983 fue elevado por la UNESCO como uno de los lugares Patrimonio Histórico Mundial.

Caracterización arquitectónica[editar]

Planta[editar]

En planta de cruz latina, la iglesia revela el apego a la tradición del gótico mendicante português. Se trata de un templo de 3 naves, con transepto pronunciado y cinco capillas en la cabecera, siendo las laterales de igual profundidad (las más interiores en alineación con las colaterales, las exteriores dando para el brazo final del transepto), todas ellas precedidas de un tramo recto (ligeramente prolongando en el ábside).

Dimensiones[editar]

La iglesia, que posee 80 m de longitud, 22 m de ancho y un vano máximo en la flecha de 32,5 m, revela un sistema proporcional relativamente simple. La diferencia de altura entre las naves laterales y la nave central está en una razón de 3:2 o razón sesquitércia, corriente en el gótico. La misma «razón» fue adoptada para determinar la relación entre la anchura del templo y su longitud – desde la puerta axial hasta el arco triunfal – y más tarde, para determinar la dimensión de la Capilla del Fundador que, así, forma un cuadrado que ocupa tres veces el cuerpo de la iglesia (cabecera excluida).

Cubierta[editar]

El templo sólo difere de sus congéneres más antiguos en el hecho de ser completamente abovedado, y de mucho mayor tamaño. Con ocho tramos, marcados por una arcada longitudinal. Este trazado es fiel con todo el proyecto inicial mostrando una condición de continuidad a las tradiciones portuguesas, habiendo apenas que solucionar los trámites relativos al abovedamiento. La experiencia de la girola de la Catedral de Lisboa debe haber sido importante para este hecho, sabiéndose además, que el maestro Afonso Domingues ,arquitecto constructor, vivió en Lisboa en la freguesía de Madalena, siendo natural de esta ciudad, y pudiendo haber aprendido allí.

Los pilares de las naves son polistilos y de gran espesor, siendo cada columna adosada, ininterumpida desde la base hasta el capitel, sin ninguna marca de cornisa, siendo esto válido también para las columnas medias que sustentan los arcos torales de la nave central. La cubierta de las tres naves es estructuralmente idéntica, con arcos torales simples, dos nervios cruzados y una ligadura uniendo las claves longitudinalmente. Lo mismo sucede para el transepto, donde se registran cinco tramos de bóveda, de ocho paños cada una y con el mismo sistema de ojivas cruzadas (siendo obviamenta mayores los tramos del crucero). El uso de bóvedas en la nave central, más alta que las laterales, obligó a la utilización de arbotantes, que descargaran su peso en los estribos del flanco exterior del templo, al nivel de la cubierta de las laterales, Las bóvedas de las capilla de la cabecera, con techo poligonal de cinco tramos cada una, son cubiertas por bóvedas de ojivas, con nervios que nacen de los arcos adosados a las paredes, dotadas de dos tramos rectos solidarios con el techo poligonal, formado por nervios radiantes, con las claves también unidas por ligaduras. Este sistema evitó cualquier refuerzo exterior, limitándose el respectivo apoyo a los contrafuertes radiales.

El maestro Afonso Domingues no finalizó la obra, dejando, con todo, casi configurado todo el templo (con excepción tal vez de las partes más levadas) y buena parte de la zona caustral. Así, en el interior es fácil percibir la intervención del maestro portugués en las bóvedas de las naves (dotadas de grandes claves de decoración naturalista).

Portada[editar]

La portada muestra en la arquivolta una profusión de 78 estatuas, repartidas sobre seis columnas, ilustraciones todas ellas del Viejo Testamento pudiéndose ver reyes, ángeles, profetas y santos, cada uno de ellos bajo una hornacina. Se pueden ver también estátuas de los apóstoles, entre los que hay uno que sujeta al demonio con cadenas. En la parte superior del portal se muestra a un Cristo coronado flanqueado por los cuatro evangelistas, cada uno de ellos con su propio atributo.

Capillas Imperfectas (Capelas Imperfeitas)[editar]

Las denominadas As Capelas Imperfeitas (capillas imperfectas) mantienen el testimonio de permanecer inacabadas hasta hoy en día. Forman una estructura octogonal separada que está anexa al coro de la Iglesia (vía un retrocoro) y a la que sólo se puede acceder desde el exterior.

Sala Capitular[editar]

Debida al maestro Huguet que fue el encargado de finalizar la célebre Sala do Capítulo, es un espacio de planta cuadrada, cubierta por una abovedada de estrella. Se trata de una construcción de puro estilo gótico, estando formada por dieciséis nervaduras radiales, ocho de las cuales se lanzan sobre las paredes, las restantes lanzadas a los espacios exteriores exteriores, convergiendo todas ellas en una columna central de decoración vegetal. Hoy en día contiene la tumba del soldado desconocido en honor a los soldados portugueses muertos en la Primera Guerra Mundial.

Referencias

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Alberto Mengual, ,

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