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Ercole Silva
Ercole Silva, Conde de Biandrate (Milán, 2 de marzo de 1756 – Cinisello, 26 de octubre de 1840), fue un noble, escritor y arquitecto paisajista italiano.
Nacido en el seno de una familia noble, Ercole Silva fue una figura destacada de la sociedad milanesa entre los siglos XVIII y XIX. Su nombre permanece indisolublemente ligado a la introducción de los jardines ingleses en Italia, de los que queda un bello ejemplo en su villa de Cinisello. Nacido en Milán en el Palacio Silva di Biandrate en Via del Lauro 9, hijo de Ferdinando Silva (hermano menor de Donato II Silva) y de la condesa Maria Rovida, estudió inicialmente en el colegio de Merate, continuando sus estudios en el Colegio de los Cavalieri de Bolonia y en el Colegio Clementino de Roma, donde ya había estudiado su tío Donato.
En Bolonia tuvo como profesor de buena literatura a Clemente Bondi, de quien aprendió un buen método de hablar y escribir; En Roma, sin embargo, su amistad con el padre Germelli fue preciosa para él, ya que inspiró su amor por las ciencias naturales. Tras finalizar sus estudios viajó primero a Nápoles y luego a Florencia, para buscar algunas piezas para el museo que quería crear. En Roma, además de las lecciones de anatomía a las que asistió, permaneció un año más allá de sus estudios regulares, con permiso especial de sus superiores, para asistir a las lecciones de legislación del profesor Gaspari.
Después de viajar por Italia, en 1783 emprendió un viaje a Europa con su hermano Sigismondo. De este período dejó un manuscrito titulado Viajes por Francia, Suiza, Países Bajos, Inglaterra y Alemania desde el año 1783 al 1786 inclusive de E.S.. En 1785 estuvo en París, donde tuvo oportunidad de reencontrarse con el archiduque de Milán Fernando y su esposa, la archiduquesa María Beatriz, con sus hijos en viaje de Estado, a quienes ya había tenido el honor de acoger en su villa de Cinisello con ocasión de la inoculación de la viruela de la familia, a lo largo de agosto de 1772. Con la familia real viajó por segunda vez a Inglaterra, renovando su curiosidad por todas las novedades que se producían en aquel país. Siguió a la familia real a los Países Bajos y luego también a Viena, donde tuvo la oportunidad de conocer a las personalidades más destacadas de la corte gracias a su amistad con el príncipe de Kaunitz.
Las notas que tomó durante sus viajes se han perdido; Cesare Rovida escribió entonces que si los hubiera publicado habría alcanzado un gran éxito literario, ya que en aquella época había pocos viajeros italianos y aún menos relatos de viajes. A su regreso a Milán, fue muy apreciado por sus habilidades, sus buenos modales y sus valiosos consejos por el conde Firmiano, ministro plenipotenciario de Lombardía. Pasó tiempo en buena compañía con el Archiduque, pero también compartió con él la amargura de la Revolución Francesa de 1789 y la muerte del rey Luis XVI y su esposa María Antonieta.
Melancólico por naturaleza, como su tío Donato, su salud se deterioró durante su segundo viaje a Nápoles para acompañar a su madre a su segunda boda con el duque de Casamassima. Sus ya precarias condiciones de salud se vieron agravadas por la depresión, que lo afectó más de lo habitual. Pasó su tiempo en su villa de Cinisello, enriqueciéndola con nuevos techos neoclásicos y embelleciéndola con muchos detalles, como la Sala de Billar, la Sala de la Compañía y los salones de la planta baja y del primer piso. Estudió y se dedicó a catalogar libros y a aumentar su biblioteca, que contaba ya con más de tres mil volúmenes, algunos de particular valor, que le legó su tío Donato.
Durante ese período también comenzó a reorganizar los especímenes de historia natural que había comprado y creó un gabinete de antigüedades, su última pasión. Su museo de historia natural era tan rico en minerales de hierro de la isla de Elba que el famoso padre barnabita Ermenegildo Pini quiso conocerlo en persona. Otra de sus últimas pasiones fue el coleccionismo de medallas, que no tuvo tiempo de ordenar debido al aumento de sus dolencias.
Murió el 26 de octubre de 1840, dejando su herencia a su sobrino Girolamo Ghirlanda. Probablemente habría vivido algo más si no le hubiera afectado antes la muerte de su querido hermano Sigismondo, a quien quería mucho, ocurrida el 13 de enero de 1838. Según le había dicho a su sobrino, su desaparición lo había sumido en la más desoladora y total de las aflicciones. Dejó 20.000 liras al Liceo Regio de Como, para la compra de máquinas y libros para la biblioteca, en honor a su antepasado Giovanni Battista Silva, patricio y decurión de Como en 1540, de quien trazó su fortuna. Siempre estuvo muy agradecido a su tío Donato II Silva, a quien se sentía en deuda por todo lo que era y todo lo que sabía. En su honor, a mediados de 1839 se mandó acuñar una medalla en su memoria, única imagen suya que hoy nos queda.
Obras
Ercole Silva se hizo famoso por su tratado Dell'arte dei giardini inglesi, publicado en dos ediciones de lujo con valiosos grabados en 1801 y 1813, con posteriores añadidos. Se dedicó no sólo a la teoría sino también a la práctica: cuidó personalmente varios jardines de villas milanesas, entre ellas Villa Manzoni en Brusuglio, Villa Belgiojoso en Milán, Villa Litta en Affori y también la Villa Reale en Monza.
Publicó varias otras obras, pero prefirió ocultar su nombre por modestia. En 1787 el arquitecto Agostino Gerli le pidió ayuda -él también se encontraba en Viena por aquel entonces- para teorizar sus propias ideas y algunos proyectos suyos sobre dicha ciudad, que Ercole Silva expresó y comentó en la Carta al señor Callani, pintor y escultor en Roma. Al servicio de la Corte Real de Parma. Sobre diversos proyectos sobre la ciudad de Viena. Por Agostino Gerli.. Este escrito contiene una mezcla de las ideas originales de Gerli y el pensamiento de su editor, quien supo anticipar - a través de las palabras del arquitecto - algunas de las transformaciones posteriores que afectaron a la ciudad en las décadas siguientes, entre ellas la demolición de las murallas, consideradas inútiles en aquel momento, así como el principal obstáculo para el verdadero embellecimiento de la ciudad.
Un segundo documento, probablemente de 1808, se refiere específicamente a Milán: se trata del Proyecto para una magnífica y céntrica plaza de Milán, que proponía la construcción de una plaza digna de las grandes ciudades de Europa, a realizar entre el Palacio de Brera y la entonces contrada dei Tre Monasteri, que luego fue imposible de realizar a causa de construcciones posteriores. También es particularmente importante el artículo impreso en el "Giornale della Società d'Incoranaggio delle Scienze e delle Arti stabile in Milano" (1808) Sobre la lápida de Albinia, en el que Ercole Silva expone en su totalidad (incluyendo la debida exposición de siglas, abreviaturas y notas) lo que es quizás el testimonio más importante y completo de los funerales privados romanos. En esta ocasión pidió explícitamente al gobierno milanés que cuide de recoger las lápidas y los testimonios del pasado que se encuentran accidentalmente aquí y allá durante las excavaciones o las obras en Milán.
Su amor por la naturaleza lo llevó a escribir un artículo titulado «Sobre la Robina Pseudo-Acacia», también para el «Giornale della Società d'Incoranaggio delle Scienze e delle Arti stabile in Milano», en 1808. En esta obra, Ercole Silva ilustra las características de esta especie, importada de Norteamérica a París en el siglo XVII, pero aún desconocida en Italia por aquel entonces, no solo como planta ornamental de jardín, sino también como planta urbana, para su uso en avenidas y paseos arbolados. Una anécdota curiosa es que Silva se encargó personalmente de la difusión de la robinia pseudoacacia en Italia, distribuyendo semillas gratuitas que enviaba a sus expensas directamente desde París y cultivando los primeros ejemplares en el jardín de su villa en Cinisello.
En 1811 escribió también un elogio anónimo, como era su estilo, del arquitecto Giuseppe Piermarini, en un panfleto de dieciséis páginas en el que quería expresar un sincero testimonio de gratitud por todo lo que había hecho para embellecer Milán.
En 1814 publicó con la imprenta Bernardoni de Milán un resumen de la Constitución inglesa que había escrito de joven, en 1784, cuando estaba en Inglaterra, y que los tiempos convulsos que vivían los milaneses hacían más actual que nunca. Escribió dos comedias y un almanaque en los que describía algunas villas de los alrededores de Monza.
Miembro de la Società del Giardino, fue también, entre otras cosas, director del Teatro Real de La Scala durante diez años, curador de la Real Academia del Ballet de Milán y miembro del Cuerpo Académico de la Academia de Brera, durante su reorganización por parte de Giuseppe Bossi.
Referencias
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Registros de identidad de Ercole Silva: ISNI: 0000 0000 6140 398X VIAF: 15028722
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