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Edificio Mare Nostrum
La plaza de la Montañeta, en Alicante (España), articula el casco antiguo en su extremo noroeste con el Ensanche. Y en la tangente a la plaza por uno de sus lados cortos discurre la calle Pintor Agrasot. En el número 10 de esta calle y entre medianeras se localiza el edificio Mare Nostrum, que los arquitectos Miguel López y Juan Vidal proyectaron en colaboración.
En el intervalo de los años 1936 a 1939 se realizaron dos proyectos de este edificio aunque las obras se abordan en 1940. El primero de los proyectos, firmado en 1936, corresponde a Miguel López y en el segundo, fechado en 1939, también interviene el arquitecto Juan Vidal.
El edificio Mare Nostrum consta de cuatro plantas de vivienda con planta ático y bajos comerciales. En la fachada principal destacan los balcones en voladizo con una serie de ventanas cuadradas en ambos extremos rematando la composición. La composición de la fachada es simétrica, con la puerta del zaguán centrada.
En planta, el proyecto mantiene la simetría que se percibe al exterior y que da lugar al desdoblamiento de la superficie construida en dos viviendas. En el centro se sitúa la escalera común y un pequeño patio, compartido por las dos viviendas, entorno al que se disponen los servicios. La distribución de las estancias contempla una rigurosa y adecuada separación de las zonas de día y de noche. Quedando la zona de día con la salita, el comedor, la cocina y un vestíbulo y vinculadas a la calle las dos primeras estancias. La zona de noche consiste en cuatro dormitorios que se sitúan al fondo de la vivienda. Por último la franja central con los patios de ventilación y servicios, separa y "sirve" estas dos zonas.
Llama la atención la modernidad de este edificio que se hace patente tanto en la funcionalidad de las plantas como en el tratamiento de sus fachadas. En los alzados destaca el esquematismo, la desornamentación y el rigor geométrico. El elemento más significativo es el balcón con la sección en L visible en su perfil desnudo y barandillas tubulares. En la planta también existe un planteamiento muy moderno y funcional.
En el proyecto del Edificio Mare Nostrum coinciden dos de las firmas más emblemáticas de la arquitectura alicantina, Juan Vidal Ramos y Miguel López. Juan Vidal, desde los años veinte, venía representando con éxito las tendencias más academicistas y casticistas de la arquitectura local. Miguel López que se incorpora en 1931, y recién titulado, al panorama de la arquitectura alicantina encarna sin embargo, aunque no de forma constante, los postulados de la modernidad. En los dos casos estamos ante arquitectos de obra extensa y presencia muy notable en la ciudad de Alicante.
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