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Casa Magney
La Casa Magney situada en Bingie Point, Nueva Gales del Sur, fue proyectada por Glenn Murcutt y construida entre 1982 y 1984.
El vuelo de la cubierta no es un mero gesto arquitectónico más o menos elegante, sino que se trata de un voladizo inclinado con precisión, para arrojar sombra sobre la pared norte acristalada en pleno verano,1 y dejar que los rayos del sol de invierno penetren profundamente en la casa, reboten en fa superficie cóncava del techo, e inunden el interior de luz natural. La pared norte de la casa está constituida por unas ventanas altas fijas, debajo de las cuales hay unas grandes puertas correderas acristaladas que quedan sombreadas por lamas exteriores orientales. La fachada sur está dividida, análogamente, en tina franja alta y otra baja, pero, en este caso, la franja baja es opaca y está revestida de chapa ondulada. Las ondas de la chapa están dispuestas en sentido horizontal, como es costumbre en los edificios de Murcutt.
Mientras que para la mayoría de la gente la chapa ondulada no es más que un material de revestimiento barato para fábricas y cobertizos, para Murcutt es una metáfora de la horizontalidad del paisaje australiano, que refleja la luz en su reluciente superficie color plata. La franja acristalada sobre la fachada maciza presenta una ligera inclinación para poder ajustar un ventilador continuo a nivel del alféizar. La forma de la cubierta se asemeja a un par de alas asimétricas, como un pájaro a punto de iniciar el vuelo o recién posado sobre el suelo.
Pero este edificio, además de poético y práctico, es sumamente racional. La planta es inexorablemente lineal. Una zona de circulación recorre el edificio de un extremo a otro, justo debajo de la limahoya de la cubierta, y separa una estrecha franja de espacios de servicio de la amplia franja de espacios para estar. No hay cocina ni baños propiamente dichos, sino más bien un conjunto de servicios -fregaderos, placas de fogones, armarios empotrados, inodoros, platos de ducha-, todos ellos iluminados desde la franja acristalada superior. La fachada sur sólo cuenta con una ventana situada a una altura normal para mirar al exterior, la que está sobre el fregadero principal, tal vez a petición del cliente. Todos los dormitorios y espacios de estar dan al norte, para aprovechar la luz solar filtrada y la vista sobre el océano desde esta ladera despejada. Una de las seis crujías de la casa original (desde entonces se ha añadido una séptima) se dejó abierta para formar un patio cubierto, un lugar de reunión entre las zonas de padres y de hijos.
La división de las fachadas en franja alta y baja se prolonga a los tabiques interiores, que son de ladrillo enyesado desde el suelo hasta el nivel del dintel de las puertas, y de vidrio sin marco desde ahí hasta el techo. Por consiguiente, desde cualquier lugar de la casa es visible el techo de la habitación contigua, artificio que unifica el espacio interior a costa de la intimidad o, mejor dicho, de la sensación de intimidad. Ésta es una casa confortable, pero también una obra de arquitectura, y, en ocasiones, hay que sacrificar la domesticidad relajada en aras de un refinamiento elegante.
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
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