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Casa Josef Lewin
La Casa Josef Lewin (Haus Josef Lewin) situada en Fischerhüttenstraße 106 de Berlín es una obra de Walter Gropius construida en 1929.
Esta obra pertenece a la época berlinesa de Gropius donde ofrece múltiples ejemplos y realizaciones de casas unifamiliares que se sitúan directamente dentro de aquella tradición única que el Racionalismo hereda del pasado arquitectónico y cultural alemán.
En aquellos mismos años toda una generación de arquitectos se enfrenta y resuelve con análogos resultados formales el mismo tema proyectual. Es más, el carácter europeo del movimiento racionalista se exalta de forma paradójica en variantes de aquel único tipo arquitectónico al que se había opuesto con unánime ahinco: la casa unifamiliar urbana.
Esta es la residencia privada de Joseph Lewin, director de una editorial judía. El contrato lo consiguió Gropius a través de Adolf Sommerfeld, quien le consiguió encargos importantes cuando Gropius tuvo que dejar la dirección de la Bauhaus.
En esta vivineda sigue siendo reconocible el principio formal adoptado unos años antes en el tipo de vivienda que se producirá en serie, desarrollada cuando era director de la Bauhaus. Las formas cúbicas son muy similares a los de las viviendas construidas por el mismo Gropius en Dessau para los maestros de la Bauhaus. Desde el punto de vista compositivo se compone de un cubo base deconstruido en dos volúmenes en L que encajan entre sí, determinando una cubierta plana y asimétrica. Mientras que en las casas de Dessau algunos volúmenes estaban suspendidos por delgados pilotes, aquí por contra, descansan sobre el suelo; también las terrazas y cubiertas practicables han sido sustituidas por un pequeño balcón. Para Gropius de esta casa unifamiliar era una expresión del nuevo modo de vivir en la era moderna. Por esta razón, la planta está desconectada de los esquemas tradicionales y la rígida simetría y se articula libremente en ambientes cuyas dimensiones nacen de precisos cálculos y principios objetivos relacionados con las necesidades del cliente.
La organización espacial es funcional y clara; la articulación de la planta y la subdivisión interna en dos niveles ha determinado la conformación externa. Por esta razón las perspectivas son todas diferentes, tanto por la composición como por la disposición de aberturas. El autor aplica, al igual que en la sede de la Bauhaus, el principio de la descomposición cubista de volúmenes; sólo observando todas las fachadas es posible comprender su conformación. En cuanto a las aperturas, éstas son pequeñas hacia la vía pública situada hacia el norte, y mucho mayores en los otros tres lados, sobre todo en la parte trasera, con el fin de aprovechar la luz y el calor del sol. A pesar de la articulación de los volúmenes no estructurados, el interior se caracteriza por la continuidad entre los diferentes entornos.
Planos
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Situación
Referencias
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