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Vivienda Rudolph
En 1965, Paul Rudolph alquiló un piso en un edificio entre medianeras tradicional de cinco plantas en Manhattan, cerca de la United Nations Plaza. Diez años después, un bajón repentino en los precios de la propiedad inmobiliaria le permitieron comprar el edificio completo. Alquiló las plantas inferiores y se dispuso a estudiar una reforma y ampliación del último piso. En realidad no se trataba meramente del típico ático, sino de una estructura de cuatro plantas de altura, una casa dentro de otra casa. Este piso se convirtió, como sucede a menudo con las casas que los arquitectos construyen para ellos mismos, en un laboratorio de ensayo de ideas formales y espaciales, incorporando el estilo tardomoderno de Rudolph en su forma más pura.
En edificios como la Facultad de Arquitectura de Yale (1964) y el Centro de Servicios Gubernamentales de Boston (1971), Rudolph desarrolló un método compositivo que comportaba la combinación de formas y espacios cúbicos en grupos articulados o megaestructuras. El piso en Nueva York es como una megaestructura en miniatura. Volúmenes rectilíneos de varios tamaños se solapan e interpe-netran en vertical y en horizontal, creando un interior de sorprendentes perspectivas, límites ambiguos y entradas de luz ocultas, todo ello contenido en un espacio entre paredes medianeras de tan sólo 6 metros de ancho. A menudo se ha comparado este piso con la casa museo de John Soane en Londres, de principios del siglo XIX; quien tenía un gusto similar por las organizaciones espaciales intrincadas.
Conceptualmente, este piso no es tanto una vivienda de cuatro plantas, como un único espacio, alto, con plataformas y paredes a diversos niveles. Casi todas las dependencias miran -hacia arriba o hacia abajo- a otras, a través de un hueco, una rendija o un suelo de plexiglás. La sala de estar y la biblioteca, desniveladas entre sí, se ven desde una galería que no es sino una prolongación del comedor, y este, a su vez, es visible desde el dormitorio, a través de rendijas entre los forjados también desnivelados. La intimidad absoluta es imposible. Un detalle sugiere que el proyecto de la casa es algún tipo de divertimento de voyeur: el jacuzzi del dormitorio principal tiene un fondo transparente que es visible desde el dormitorio de invitados de abajo.
La concepción del espacio en volúmenes cúbicos se extiende a las diversas terrazas y balcones en ambos extremos de la planta; pérgolas de estructura metálica adornadas con plantas trepadoras convierten a las terrazas en habitaciones conceptuales. La estructura principal también es metálica, lo que hace que los planos de los muros y forjados parezcan elementos prefabricados. Los acabados también son excéntricos, por no decir kitsch. Los pilares de acero están cromados o revestidos con Fórmica plateada y en general, la carta de colores es monocromática, con muchas superficies brillantes de mármol, vidrio y plástico.
Planos
Nivel 3
Nivel 2
NIvel 1
Nivel de acceso
Otras imágenes
Situación
Referencias
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