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Villa Snellman
La Villa Snellman que Erik Gunnar Asplund construye en 1918 en Djursholm (Suecia) se encuentra entre aquellos ejercicios de aproximación al nuevo lenguaje que se reparte por todas las geografías, son edificios que saben discernir y aprovecharse de las nuevas condiciones técnicas, científicas y culturales que imponen los tiempos.
Los volúmenes de la casa se distribuye, como los de las "arts & craft", en L, creando un patio de acceso en la esquina cóncava. En este caso, los lados de la L convergen a menos de noventa grados y el pabellón de servicios se empequeñece. Se acentúa, con esta disposición forzada, el sentido de resguardo del ámbito del patio de acceso. La distribución interior se realiza en la crujía del patio conforme a las del tipo arts & craft.
La novedad de esta casa en la disposición "libre" de las paredes interiores. Dentro de las líneas exteriores de apoyo de las plantas, en el ámbito interior delimitado por los muros que conforman la caja rígida exterior, las particiones obedecen a un criterio de mejor adecuación del espacio que delimitan a la función que se le asigna. De este modo, el pasillo adelgaza según se recorre en la planta primera para dar cabida a distintos usos, de almacenamiento y a las escaleras de servicio, junto al muro de la fachada. Consigue que el pasillo, sin dejar de estar correctamente ventilado, genere sendas bandas utilizables a ambos lados de su recorrido. La escasa altura de esta de este pasillo es claramente un ejercicio de domesticidad llevando a la acción de recorrer la casa y por tanto, al corredor, a precisar un ámbito claramente diferenciado y con escala propia. La necesidad de almacenaje de enseres domésticos por primera vez entra a formar parte dentro del elenco de usos de la casa. Como tal se propone el añadirla a a la zona común de transito caracterizando de esta forma un modelo específico de corredor.
Esta casa da un paso en cuanto a la liberación de la arquitectura de antiguas estrategias: cada vez más la casa va adecuándose a sus habitantes y descubriendo sus propios registros y mecanismos.
La unión con la naturaleza, su soporte, se resuelve sin acudir a explanaciones, de forma amable se sitúa la casa sin domeñar su soporte. Una sola pequeña plataforma regularizada, de tres escalones de máxima altura, marca el acceso principal. La altura de los muros envolventes sobre los que se remata la cubierta a cuatro aguas, son de altura relativa.
Planos
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Situación
Referencias
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