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Plaza

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Una plaza es un espacio urbano público, amplio y descubierto, en el que se suelen realizar gran variedad de actividades. Las hay de múltiples formas y tamaños, y construidas en todas las épocas, pero no hay ciudad en el mundo que no cuente con una. Por su relevancia y vitalidad dentro de la estructura de una ciudad se las considera como salones urbanos.

Con frecuencia son el elemento nuclear de una población, el lugar alrededor del cual comienzan a levantarse las edificaciones más representativas, con lo que se convierten en símbolos del Poder. Son típicas en muchos pueblos la plaza del ayuntamiento, la plaza de la iglesia (habitualmente coinciden, o simplemente se conocen como la Plaza del pueblo); en localidades mayores son más propias la plaza de la catedral o la plaza del palacio.

Plaza de San Pedro, Roma, (fotografía de 1909). El edificio de la basílica cierra una plaza elíptica enmarcada por una columnata. Diseño de Bernini

Las plazas son el centro por excelencia de la vida urbana. En ellas se concentran gran cantidad de actividades sociales, comerciales y culturales. Las funciones simbólicas, tanto políticas como religiosas son de gran importancia en estos espacios, siendo elegidas para la Celebración de coronaciones, ejecuciones, manifestaciones, procesiones, canonizaciones... A menudo son elegidas para levantar en ellas monumentos conmemorativos o Estatuas, ya que son espacios singulares y adecuados para los mecanismos de mantenimiento de la Memoria histórica. Además, al ser lugares de encuentro, albergan actividades lúdicas y festivas: Fiestas, juegos, espectáculos, deportes, Mercadillos o cualquier acto público imaginable. La función económica (Plaza de mercado) responde a la vitalidad de las transacciones espontáneas, pero también las hacen ser objeto de especial atención y control por los poderes públicos.

Otra función significativa es la militar, que está en el origen de muchas ciudades. El término "plaza" en lenguaje castrense, es equivalente a "ciudad", y está en muchas expresiones convencionales (sentar plaza, mando en plaza, Plaza fuerte...).

En el mundo taurino, y en la toponimia de muchas localidades españolas e hispanoamericanas, se usa "plaza" antonomásticamente por Plaza de Toros.

Times Square, lugar habitual de celebraciones multitudinarias en Nueva York. Son particularmente famosos sus anuncios luminosos. Se estima que tiene 26 millones de visitantes al año.

Evolución histórica[editar]

Ruinas del Foro Romano
Piazza della Signoría, Florencia, por Bernardo Bellotto (1742)
Ruinas de Tikal
Plaza Mayor de Madrid en una fotografía de la segunda mitad del siglo XIX: la tipología de plaza mayor se adapta a los ideales higienistas del siglo XIX con el ajardinamiento y la colocación de la estatua de Felipe III. Mesonero Romanos da una viva narración de las sucesivas modificaciones del aspecto de la plaza desde de los autos de fe de la Inquisición hasta el "cómodo paseo" de limpios aires que ve en su época.[1]
La Praça do Comércio de Lisboa es un caso singular de plaza cuadrangular abierta por uno de sus lados al estuario del Tajo, punto neurálgico del imperio marítimo portugués. Su amplitud y unidad de diseño se debe a la reconstrucción tras el Terremoto de Lisboa.

 


El diseño de la Ciudad clásica grecorromana, que valoraba especialmente la dimensión pública de la vida urbana, concedía una importancia central al ágora (griega) o al Foro (romano), donde se centralizaba la actividad comercial, judicial, política y religiosa. En el caso de la ciudades que han surgido de un Campamento romano, aún se reconoce su presencia en el punto de confluencia de las dos vías principales (Cardo y decumano).

Otras civilizaciones antiguas desarrollarán sus propios modelos, especialmente China, donde se desarrolla la Ciudad Prohibida con su estructura protocolaria de sucesivos palacios ante los que se abren gigantescos patios con una impresionante escenografía, adecuada a su formación social histórica (el Despotismo oriental).

En cambio, los pueblos denominados Bárbaros por las civilizaciones mediterráneas, no desarrollan un concepto similar ni de ciudad ni de espacio público, y de hecho, los autores clásicos que describen su urbanismo destacan su condición poco comunitaria en ese aspecto (sin trazado de calles o espacios públicos, yuxtaponen las casas espontáneamente en un espacio aparentemente desorganizado).  


Lógicamente, esa visión cargada de prejuicios (que en buena medida ha sido heredada por la historiografía), desprecia la distinta relación con la naturaleza de otras culturas, como la germánica citada o la celta, que tiene su templo en el bosque y sus lugares de reunión en Prados y Campas.

La ciudad medieval europea desarrolla una Trama urbana más cerrada, sobre todo las de influencia islámica, pero son habituales los espacios "de respeto" delante de las catedrales o iglesias principales, así como los palacios o ayuntamientos (destacando las Piazzas della Signoría de varias ciudades italianas, presididas por grandes torres). Las dimensiones de estas plazas no tienen por qué ser pequeñas: la mayor de Europa, la plaza del mercado de Cracovia, tiene 40.000 metros cuadrados.  


Desarrollándose endógenamente, las Civilizaciones precolombinas de América también experimentaron conceptos semejantes, destacando las explanadas ante los templos mesoamericanos, como la de Tenochtitlán que está en el origen del Zócalo (espacio que fue agrandado por el derribo de edificios tras la conquista española).

En Europa, el crecimiento de los Burgos fuera de las murallas suscitó la aparición de plazas de mercado. En Castilla son denominadas plaza de arrabal o Plaza Mayor la principal o Plazuela las menores, y se desarrolla simultáneamente una estructura institucional de control, Repesos, establecimiento regulado de Ferias periódicas, o de agentes permanentes (Obligados del abasto y Tablajeros). El crecimiento de los edificios que las rodean producen su cierre con arcos y soportales (Plaza Mayor de Valladolid, Plaza Mayor de Madrid, Plaza Mayor de Salamanca...). Conformaron el modelo que fue exportado a las ciudades coloniales como Plaza de Armas (las de ese nombre de Santiago de Chile, de la Habana... la Plaza de Mayo de Buenos aires, la Plaza de Bolívar de Bogotá, el citado Zócalo de México...).  


El barroco planteó la apertura de perspectivas grandiosas, integrando arquitectura, escultura, jardines y fuentes, que tienen en Roma (San Pedro), Viena (Graben) o Madrid (Paseo del Prado) ejemplos notables.

Panorámica de 360º de la Koenigsplatz (Munich). Es un amplio espacio rodeado por edificios de arquitectura neoclásica (entre los que está el de la Gliptoteca, primero por la derecha). Su impresionante entorno fue utilizado como escenario de acontecimientos políticos por los reyes de Baviera y posteriormente por el nazismo. Los desfiles atravesaban el eje longitudinal pasando por debajo de los Propíleos (edificio del centro).
El Arco de Triunfo, en París, en el centro de una amplia plaza dentro de la red de avenidas planificadas por el Barón Haussmann

Los ensanches urbanos del siglo XIX (para España los de Ildefonso Cerdá en Barcelona y Carlos María de Castro en Madrid) y la expansión en superficie de la ciudad permitieron el desarrollo de tramas abiertas con la presencia de plazas de muy distinto tipo. El diseño específico de plazas pasa a constituir materia propia, en paralelo a la constitución formal de la profesión de arquitecto Paisajista (Law Olmsted en los espacios libres de Boston y Nueva York). La función de mercado, en cambio, se vio reglamentada por el nuevo ideal higienista hacia el mercado cerrado. Simultáneamente, aparece la necesidad de aislar espacios verdes de uso público, bien en grandes superficies, como bosques urbanos, bien acomodados a las dimensiones habituales de las plazas, que se convierten en espacios ajardinados.

 


El siglo XX, con la revolución del Transporte urbano que trae el uso del automóvil hizo de la función viaria una de las esenciales de estos espacios, mientras que, por otro lado, la saturación del Tráfico y el estacionamiento trajo como una de las soluciones la Peatonalización de muchos de ellos desde finales de ese siglo. Otra cuestión que a veces ha desatado la polémica es la revalorización del solado clásico (adoquín) frente al suelo vegetal de los espacios ajardinados o al asfalto de los viales, en un concepto que ha recibido el nombre de Plaza dura (Plaza de Dalí, en Madrid, Plaza de las Arenas y parque de Joan Miró, en Barcelona).[2]

Para algún autor, las reflexiones del urbanismo más reciente (la Posmodernidad, el deconstructivismo), parten del desdibujamiento de la diferencia entre plaza y calle consecuencia de la arquitectura de Bloque abierto propugnada por el Movimiento Moderno y el funcionalismo.

 


Tipos de plazas[editar]

  • Cuadrangular: como la Plaza Roja de Moscú, la Plaza de Tiananmen, y particularmente la Plaza mayor, típica del urbanismo castellano (como la Plaza Mayor de Madrid) e hispanoamericano (donde es común que reciba la denominación de Plaza de Armas); también suele denominarse Plaza real, o en algún caso Zócalo (Plaza de la Constitución en la Ciudad de México). En el urbanismo inglés, esta forma suele recibir el nombre de Square (Trafalgar Square).
  • Irregular, como es habitual en la Plaza medieval, como la Plaza del Campo de Siena.
  • Elíptica, propia del urbanismo barroco a partir de la Plaza de San Pedro de Bernini en Roma. Las innovaciones conceptuales que integra la hacen de estructura muy compleja, aunque tiene precedentes en plazas rectangulares, como la plaza de Pienza o la romana del Campidoglio, diseñadas respectivamente por Rossellino y Miguel Angel.[3]
  • Circular, glorieta o rotonda, como la Plaza de Cibeles en Madrid, o la Glorieta de Insurgentes en la Ciudad de México. En el urbanismo inglés, esta forma suele recibir el nombre de Circus (Piccadilly Circus). En el urbanismo francés, suele denominársela Rond-point (como la Place de l'Etoile donde se halla el Arco de Triunfo de París). Aunque el uso es distinto, también son circulares las plazas de toros (con alguna excepción), que tienen su origen en las plazas públicas.
  • Semicircular, como la Plaza de España de Sevilla, o la Plaza Kazansky en San Petersburgo, Rusia. En el urbanismo inglés, esta forma, con su interior ajardinado, suele recibir el nombre de Crescent ("creciente" o "media luna").
  • Alargada, como la Plaza Navona de Roma, o la Macroplaza de Monterrey, México.

Otros criterios de clasificación pueden distinguir:

  • Plaza a un solo nivel (la estructura más habitual), o plaza escalonada, como el anillo olímpico de Montjuic en Barcelona, la Plaza de España (Roma), o la ya citada plaza del Campidoglio.
  • Plaza abierta (de modo que deja grandes perspectivas, típicas del urbanismo barroco, como la Piazza del Popolo en Roma) y plaza cerrada (como el modelo de plaza mayor o el de las bastidas francesas). En este caso, los ángulos pueden cerrarse completamente con edificios (recibiendo el nombre francés de corniéres). El concepto francés de place carrefour designaría a una plaza en que su principal característica es ser Encrucijada de calles.
  • Plaza parvis o plaza cementerio, según el origen fuera haber sido el "espacio de respeto" delante de un palacio o iglesia o el haber servido de enterramiento.
  • Atendiendo al estilo nacional, se han propuesto[4]
    • plaza de estilo español (extendida también por América),
    • plaza de estilo inglés (entre otros, los ya comentados square, circus y crescent, muy habituales desde el siglo XVIII en el urbanismo de Bath y las Plazas de Londres),
    • plaza de estilo francés (con abundantes ejemplos en las Plazas de París)
    • plaza de estilo mixto.
  • Atendiendo a las Tipologías, se han propuesto:[5]
  • Atendiendo a características sensoriales (como los colores) se han propuesto:
    • Plaza jardín, los espacios en que se priorizan las formaciones vegetales.
    • Plaza seca, los espacios que soportan una intensa circulación peatonal (si las características del solado adoquinado son predominantes en toda su superficie, se habla del concepto ya citado de Plaza dura).
    • Plaza azul, en las que el agua tendría el papel fundamental. Algunos belvederes y jardines tendrían tal característica, aunque como se ha dicho, la presencia de la fuente es fundacional en el concepto histórico de plaza.
    • Plaza amarilla, que serían las playas.

Referencias[editar]

  1. Mesonero Romanos, Ramón de (1861) El Antiguo Madrid
  2. Artículo en El País sobre la reforma del parque (01/08/2006).
  3. Barnechea, Fernández y Haro (1992) Una plaza Barroca: San Pedro del Vaticano, en Historia del Arte, Madrid, Vicens Vives. ISBN 84-316-2554-6
  4. Programa del curso Patrimonio paisajístico público: su valoración y preservación de las profesoras argentinas Sonia Berjman y Roxana Di Bello (Fundación patrimonio histórico) [1]
  5. Berjman y Di Bello, curso citado.
  6. En la wikipedia en inglés puede consultarse una [2] lista de plazas por tamaño.

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Alberto Mengual, ,

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