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Pioneer Health Centre
El Pioneer Health Centre, situado al sur de Londres fue construido entre 1934 y 1935 por encargo del matromonio George Scott Williamson e Innes Pearsea, ambos doctores, a Owen Williams, para poder llevar a cabo su pionero experimento Peckham.
El Centro, conocido también como Peckham Health Centre era una salida atrevida en el campo de la medicina en la década de 1930, que pretendía concentrárse en un enfoque preventivo en lugar de un enfoque curativo de la salud. Con el fin de facilitar su gran proyecto, los dos doctores deciden albergar su centro en un edificio moderno construido con dicho propósito, creando un temprano ejemplo de cómo las nuevas técnicas arquitectónicas podían ayudar aún más en audaces experimentos sociales.
Ambos doctores pensaban que el entorno social y físico de una persona podía afectar decisivamente su estado de salud a largo plazo.
Novecientas cincuenta familias se inscribieron para formar parte del "Experimento Peckham" y por un coste módico se relajaban en una atmósfera a modo de club donde se alentaba el ejercicio físico, juegos, talleres, o incluso la simple relajación mientras eran observados por Williamson & Pearse y su equipo de médicos.
El diseño del edificio fue crucial para el éxito del experimento. Un hospital tradicional, dividido en pasillos y habitaciones pequeñas no habría sido favorable a los elementos naturales y de observación del experimento, por lo que encargaron el proyecto a Owen Williams, conocido ingeniero de estructuras.
Williams ya había diseñado la enorme fábrica de productos farmacéuticos Boots en Nottingham y el famoso Edificio Daily Express en Fleet Street, y fue uno de los primeros ingenieros en captar con éxito cómo las nuevas técnicas de ingeniería podrían complementar los objetivos del nuevo Movimiento Moderno.
El interior era espectacularmente simple: columnas cruciformes soportaban las plantas y permitían que el número de paredes internas pudiera reducirse al mínimo, lo que liberaba el espacio para que los médicos del Centro pudieran observar correctamente a los miembros en el juego y estos entre ellos.
Una piscina gigante, cubierta por un techo de cristal, se sitúa en el corazón del Centro. Esto, combinado con largos tramos de ventanas casi ininterrumpidas permitía que la luz inundara el interior.
Al igual que en el Dispensario antituberculoso en Finsbury de Berthold Lubetkin, la luz se considera clave para una vida saludable, y era un bien escaso en las ciudades del interior de Gran Bretaña. Las ventanas podían deslizarse hacia atrás para maximizar la exposición de los miembros a luz y el aire fresco. Los suelo se pavimentaron con corcho para que los niños pudieran pasear descalzos, y otras superficies quedaron al descubierto y sin adornos.
La única concesión a la decoración en el exterior fueron los voladizos ondulados de las plantas realizados en hormigón que parecía estar soportados por los ventanales que siguen la forma curva del hormigón.
Planos
Planta primera
Planta segunda
Otras imágenes
Situación
Referencias
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