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Estación de autobuses ALSA (Gijón)
La Estación para la sociedad de automóviles Luarca S.A., actualmente denominada Estación de autobuses ALSA situada en Gijón, en las calles Ribadesella y Llanes fue construida en 1939 con proyecto de Manuel del Busto Delgado.
El tema del automóvil es recurrente como símbolo de modernidad entre los arquitectos racionalistas, imagen de una nueva forma de vivir de la época, en la que no se esperaba que este artefacto industrial, elitista entonces, pudiese producir tantos problemas a las ciudades. La Gasolinera Porto-Pi (1927), de Fernández Shaw, supone un hito en la arquitectura de estos años y su formalización: vertical (la torre) contra horizontal (las marquesinas) una imagen en la que beberán las obras posteriores con este uso, entre ellas, esta estación para ALSA, la empresa de transporte más importante de la región.
En diciembre de 1939, Manuel del Busto Delgado y su hijo Juan Manuel del Busto González, que en los últimos años habían seguido con fuerza las corrientes racionalistas, proyectan, en esta línea, la Estación para la Sociedad de Automóviles Luarca S.A., destinada a albergar los vehículos de transporte que hasta ese momento tenían aparcados en la calle con su conservación y reparación y las actividades que la empresa desarrollaba. Se trata de la primera aproximación de los autores a este tema del transporte y su última obra importante que puede incluirse dentro de la corriente racionalista, pues a partir de esa fecha realizarán un tipo de arquitectura mucho más monumentalista, llena de grandiosidades y recuerdos historicistas, vinculada a los nuevos tiempos que tocan vivir. El uso al que va a estar destinado el edificio permite mantener todavía un lenguaje que contradice a la idiología de posguerra. La obra se acabará dos años después, inaugurándose el 31 de Diciembre de 1941 en un solemne acto con bendición religiosa y al que acudieron las autoridades provinciales y locales.
La construcción, en estructura de hormigón armado, tienen frente a tres calles, conectándose las dos opuestas, Ribadesella y Llanes, por los andenes y cerrándose a la calle de Magnus Blikstad por el bloque de servicios, oficinas y viviendas del personal que se continúa sobre ellos. Hoy la zona destinada a talleres, que se encontraba a continuación, ha sido incorporada a aquellos, dado el incremento del parque de autobuses que opera. Este núcleo auxiliar, proyectado inicialmente con una planta menos de la que actualmente tiene y con una línea de ventanas en ojo de buey, desaparecidas en el proyecto de modificado de 1940, tiene acceso tanto por el exterior como a través de los andenes, y presenta la modulación de vanos con ventanas pareadas, enlazadas por resaltes horizontales en jambas y vierteaguas, tan agusto de los autores. Las fachadas se apoyan en dos ejes directores verticales y paralelos: la esquina y la puerta principal a la calle de acceso al andén, cada uno rematado por un elemento singular, el cuerpo del reloj y los letreros comerciales, y alrededor de los que se componen simétricamente otros cuerpos, con o sin ventanas, de diferentes alturas, logrando una acertada continuidad. La resaltada cornisa horizontal va remarcando, al adaptarse a ellas, las diferentes alturas de este telón.
Planos
Planta baja
Planta alta
Otras imágenes
Situación
Referencias
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- Joaquín Aranda:
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