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Edificio Caturla
El edificio "Caturla” proyectado por Juan Vidal y Julio Ruíz en 1940 se levanta en la concurrencia de las calles Mayor y Rambla de Alicante.
La volumetría de este edificio de ocho alturas se levanta con rotundidad y esquemática sencillez. La construcción consta de planta baja destinada a local comercial, entresuelo para oficinas y seis plantas de viviendas con dos "pisos" por planta.
En la distribución funcional, se ha seguido un criterio moderno de zonificación, que distingue el área de servicio y otra área con el resto de las estancias. Entre estas últimas se procura cierta separación de los espacios para el día y la noche.
Y así, al patio interior de mayor tamaño, que tiene forma irregular, se le adosan la escalera y el ascensor, los cuartos de baño, cocinas, galerías y un dormitorio para el personal de servicio. Alrededor de este núcleo de servicios, un corredor en U, que discurre paralelo a las calles y a una de las medianeras, distribuye ordenadamente todas las estancias principales del perímetro, la mayoría dando a fachada: los estares y comedores, (que están vinculados entre sí y constituyen dos espacios análogos en superficie), y los dormitorios.
El programa desarrollado en cada vivienda responde a las necesidades de una típica familia de la burguesía local de la época y por eso incorpora un dormitorio para el personal de servicio. Quizás hoy llama nuestra atención lo que se constituía un requerimiento muy común en esta época. La evolución de las formas de vida y sociológicas se acusan inequívocamente en el cambio de los estándares domésticos.
Según la descripción material que del edificio alicantino hace una publicación de los años cincuenta, (el número 128 de la Revista Nacional de Arquitectura): "la estructura es de hierro laminado en soportes, jácenas y dos primeras plantas de forjado; hormigón aligerado con cerámica en resto de forjados. Muros de patios, caja de escalera y pilares, ladrillo macizo en las cuatro primeras plantas, ladrillo doble hueco en las restantes."
Y, siguiendo con el mismo texto, "en las fachadas se proyectó ladrillo a cara vista en toda la zona que comprende la sexta planta de viviendas a partir de la repisa del balcón y en los dos paños laterales, junto a las medianerías, hasta el techo del entresuelo, y para todo el resto de la fachada, incluso entresuelo, un chapado de piedra de Almorquí. Todo esto quedó reducido últimamente a un simple revoco raspado. En la planta baja no se previó decoración alguna, acusándose en los planos únicamente la estructura, dejando completa libertad al arrendamiento o futuros arrendatarios para su decoración."
En esta memoria también se describe la "reducción material" que sufrieron los acabados en el proceso de ejecución, aunque no se hace explícita la causa. Sin embargo, el hecho de haberse mantenido la estructura metálica no deja de sorprendernos, considerando "la escasez" generalizada que se experimentaba en la postguerra española.
En la composición de los alzados, pese al esquema "clásico" de partida que distingue una base porticada, un cuerpo central y dos áticos superiores retranqueados a modo de remate, se impone la austera desornamentación del lenguaje moderno que confía toda su expresividad a las terrazas corridas y los balcones que enfatizan la esquina, a las ventanas seriadas, etc.
Planos
Situación
Referencias
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