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Casa Navarro (Novelda)
El municipio alicantino de Novelda no responde al prototipo de ciudad industrial, capaz de generar una burguesía liberal deseosa de todo lo innovador, y que se asocia habitualmente al fermento modernista de otras ciudades. Con sus casi 12000 habitantes de derecho en 1900, y una economía basada en la agricultura y la industria de sus derivados, no se desmarcaba de los parámetros socio económicos que caracterizan el resto de la provincia alicantina de esta época. En este caso, sería la concurrencia de una mentalidad culta y progresista en manos de terratenientes acaudalados la explicación última de la arquitectura singular que hoy llama nuestra atención.
Alrededor del núcleo musulmán original, con la Plaza de la Constitución, los edificios más representativos (la Iglesia de Sant Pere, el Ayuntamiento, la Posada, la Casona del Marqués de la Romana) y sus estrechas calles, se extiende el crecimiento regular de toda la villa. La calle Mayor arranca de la plaza antigua, y en su recorrido encontramos dos de las tres viviendas que forman el conjunto modernista de Novelda, y concretamente la que nos proponemos comentar. La tercera se sitúa próxima a este entorno, en los nº 2 y 3 de la plaza de San Vicente.
La vivienda situada en Mayor 22 de Novelda (Provincia de Alicante, España) que Dª Antonia Navarro hizo construir a principios de siglo ocupa prácticamente una manzana, entre las calles Mayor, Velázquez y Gran Capitán. La obra se le atribuye al arquitecto murciano Pedro Cerdán Martínez, aunque no existe documentación que acredite este dato.
La edificación, que consiste en planta baja y dos pisos, aunque prácticamente mantiene la altura del edificio contiguo en absoluto pasa inadvertida, destacando en el entorno donde se inscribe por su magnífica y palaciega presencia.
La puerta principal se sitúa en la calle Mayor, aunque existe una entrada secundaria en la calle Velázquez. Hay un tercer acceso de servicio, que se comunica a través de un pequeño patio con una vivienda adosada para el personal de servicio.
El esquema distributivo plantea un eje principal que, desde la entrada principal hasta la fachada opuesta, recorre toda la planta baja. A un lado y otro de este eje se sitúan las distintas estancias y también otros elementos de articulación, (escalera y patio), a los que se vincularán en segunda instancia el resto de los espacios.
En el eje principal se suceden: la entrada, el vestíbulo, un patio cubierto con una claraboya central de iluminación, un pequeño corredor, y al final del recorrido un patio descubierto de tipo claustral, cuadrado y rodeado de columnas, con un corredor en el perímetro y galería en la planta superior. Una interesante secuencia de espacios; abiertos, cerrados, de transición entre lo abierto y lo cerrado (como el corredor del patio), permeables entre sí (como vestíbulo y entrada, con la cancela transparente que las separa), cerrados con iluminación cenital, etc.
Junto al patio cubierto se sitúa la escalera helicoidal que nos conduce a las plantas superiores y alrededor del patio se distribuyen: un pequeño oratorio, la entrada secundaria, el comedor y una extensa zona de servicios. Completan el programa de esta planta baja los despachos, un pequeño cuarto de estar, un dormitorio y servicios.
Cabe apuntar que la distribución de esta vivienda es semejante a la planteada en la calle Mayor nº 4, donde también se adopta la solución de un eje longitudinal salpicado por espacios de interés, a los que se vincula la escalera principal.
En los interiores destaca la profusión de detalles y el mobiliario Art Nouveau. Y aquí, los espacios de relación se convierten en verdaderos protagonistas, donde además se concentra la mayor densidad decorativa con el trabajo de escayolistas, pintores, carpinteros, que Irene García Antón nos describe con todo detalle en su trabajo dedicado a la "Arquitectura de principios de siglo en Alicante y Provincia". Entre la variedad de materiales, el hierro forjado, las tallas y los artesonados de madera, mármoles blanco y rosado, mosaicos en pavimentos, cristales esmerilados, tapices y pinturas en las paredes, azulejos cerámicos, etc.
Respecto a las fachadas, comentaremos que, como viene sucediendo de forma generalizada en toda la arquitectura modernista desarrollada en Alicante, la composición mantiene de fondo unas pautas académicas de lenguaje ecléctico sobre las que se vierte una ornamentación superficial. Composiciones tripartitas, ejes de simetría, jerarquía, y en otro orden, balaustradas, frontón curvo, almohadillados, nos remiten quizás a la formación madrileña de su autor Pedro Cerdán. Junto a todo esto aparecen detalles de procedencia principalmente sezzesionista en la cerrajería, en las puertas de madera y en las cornisas.
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
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