Inscríbete y crea tu propia colección de obras y artículos
Casa Lels
La casa Lels, una casa de vacaciones que Gerrit Rietveld proyectó para el armador de Róterdam Murk Lels y su esposa, se construyó en 1939 en un terreno irregular de 8,5 hectáreas cubierto de hierba, brezo y árboles en Doorn. La casa, llamada Hoogzand (arena alta), está ubicada sobre una colina, a 30 metros sobre el nivel del mar y sin otros edificios a la vista. Rietveld aprovechó la pendiente para colocar un garaje de dos plazas bajo la casa y ocultar parte del sótano en el talud del terreno. Desde el camino de acceso al garaje asciende una escalera semicircular de ladrillo visto, empotrada en el muro de contención, que conduce a un porche retranqueado en la esquina noreste de la casa.
La casa está formada por dos volúmenes desplazados entre sí en vertical. El volumen más bajo, 60 cm respecto al resto de la casa, tiene una cubierta plana con aleros. Este volumen estrecho alberga la entrada y el vestíbulo, sobre el que se encuentra la habitación de servicio. Debido a su forma escalonada, la casa tiene cuatro niveles, excluyendo el sótano y la buhardilla. La escalera curva interior es el elemento que conecta los distintos niveles (en vertical) y los dos volúmenes (en horizontal).
Su ubicación hace innecesarios los pasillos dentro de la casa, puesto que proporciona acceso directo a todas las estancias. Los primeros tres escalones ascienden desde el nivel 0 de la sala de estar y el comedor. La escalera sigue ascendiendo hasta el tercer nivel, donde se encuentra la habitación de servicio. Los últimos tres escalones llegan a la planta superior, que alberga el dormitorio principal, dos habitaciones de invitados y el baño. La diferencia de altura entre los dos volúmenes se convirtió en una ventaja, ya que permitió instalar, justo debajo de los aleros de la cubierta más alta, una ventana corrida en la fachada norte que proporciona más luz natural al distribuidor, al aseo y al baño. El interior a dos niveles de la casa no se manifiesta en el exterior, porque los dinteles de las ventanas tienen la misma altura en ambos volúmenes.
El cliente pidió de forma explícita una cubierta inclinada, y, por ello, en el volumen más alto se construyó una cubierta de suave pendiente en pabellón, revestida con pizarra noruega azul. Rietveld añadió aleros pronunciados para proporcionar sombra en verano a los dormitorios orientados al sur. La cubierta casi no se percibe desde el exterior por la profundidad de los aleros y por el retranqueo del arranque de los faldones. Un rasgo característico de la casa es que las ventanas llegan hasta el voladizo, rebajando así la masa aparente de la cubierta. La estructura principal de esta casa es de fábrica de ladrillo, con una viga de acero sobre la gran pared acristalada de la fachada sur. Los muros de ladrillo están revocados con un mortero de cemento blanco, mezclado con grava fina que crea una superficie de textura rugosa. Los marcos de acero de puertas y ventanas se han pintado de un gris claro.
Un elemento llamativo de las fachadas es la variedad de las formas de las ventanas, que van desde una gran ventana con particiones verticales en la fachada sur, a las ventanas horizontales sin particiones de la fachada este. La razón de esta variedad se percibe en el interior de la casa, desde donde cada ventana ofrece una vista distinta del paisaje circundante. La sala de estar, por ejemplo, ofrece vistas del ondulado brezal y del bosque situado a lo lejos. Desde el rincón situado frente a la chimenea, las ventanas orientadas a norte, relativamente altas, enmarcan vistas de las copas de los árboles y del cielo.
El interior se proyectó de forma muy concienzuda y detallada. La sala de estar y el comedor están separados por una mampara fija de vidrio, que originariamente se extendía con una hoja corredera. Rietveld diseñó los paneles del zócalo, los antepechos de las ventanas, los tocadores, etc. El rincón rehundido para tertulias alrededor de la chimenea, pavimentado con baldosas, es un elemento único: sobre el pavimento de parqué de limba, un múrete forrado de madera forma el respaldo de un banco de obra, donde el propio suelo funciona como asiento. La curvatura del respaldo ayuda a crear un espacio íntimo, aunque no excluyente.
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
 |
.jpg){kind=small} |
