Inscríbete y crea tu propia colección de obras y artículos
Casa Junquera
La Casa Junquera construida entre 1983 y 1985 por Jerónimo Junquera para su familia, junto con Estanislao Pérez Pita, en la localidad de Somo cercana a Santander es, espacialmente, una casa dentro de una casa.
El espacio habitable más importante -el salón de doble altura, visible desde una galería del primer piso- está rodeado de espacios secundarios, algunos de los cuales tienen un carácter semiexterior. Esta organización sugiere de inmediato la presencia de una retícula regular compuesta de nueve cuadrados. Para afrontar las cuestiones de la orientación y el clima se introduce un concepto adicional. En los lados sur y oeste, la estructura de hormigón armado se ha cerrado casi totalmente con vidrio, para permitir las vistas al mar, al tiempo que se crea un invernadero, adecuado en este emplazamiento lluvioso y azotado por los vientos. Las otras dos fachadas son macizas y están perforadas por ventanas relativamente pequeñas. Sus muros ocultan la estructura en lugar de rellenarla, resaltando así su función de resguardo. De hecho, cuentan incluso con unas rudimentarias cornisas, como si hubieran quedado allí olvidadas de alguna construcción clásica anterior. Los cuartos de baño están agrupados y superpuestos en el lado este de la planta, junto a la sencilla escalera de un tramo.
Una vez establecidos los conceptos principales, cada uno de ellos de acuerdo con una geometría sencilla, falta reconciliarlos entre sí. Para empezar, la retícula de nueve cuadrados ha sido sutilmente ajustada, para ajustar el tamaño del cuadrado central. Este mero hecho crea una jerarquía de espacios cuadrados y rectangulares que permite adaptarlos más fácilmente a usos diferentes. Ello ha permitido, por ejemplo, que los elementos del “núcleo” de servicio y circulación puedan ser encajados en una sola crujía, y que la crujía central pueda combinarse con una rectangular adyacente, para crear una sala de estar más espaciosa. En la planta cuadrada ideal no hay sitio para la cocina, de manera que ha sido preciso prolongar el cuerpo del garaje, añadido al lado de la casa, para adaptarlo a ese uso.
El edificio consiste en un grupo de espacios, protegido por un invernadero de doble altura en forma de L. Esta relación ha sido ajustada, además, por medio de la prolongación de la planta primera dentro del volumen del invernadero, formando unos balcones de borde ondulado. Las grandes aberturas entre la casa y el invernadero pueden cerrarse con persianas enrolladles cuando está desocupada. La composición global obtenida es compleja y ambigua. Pero, aun así, la trama subyacente sigue siendo visible y le confiere un carácter intenso y decidido que le hace trascender su condición de casa de fin de semana confortable, para alcanzar el estatus de obra de arquitectura importante.
Planos
Otras imágenes
Situación
Referencias
 |
 |
